En esta página estudiaremos los basidiomicetos gelatinosos. Como su nombre
indica, forman basidiocarpos de
consistencia gelatinosa. Comparados con setas y yesqueros, estos hongos
presentan unos basidiocarpos bastante pequeños. Sin embargo, éstos son capaces
de desecarse, rehidratarse y
esporular repetidas veces, por lo que resultan muy eficientes a la hora
de fabricar esporas.
Los hongos gelatinosos presentan fragmobasidios (basidios septados; véase la Fig. 1),
basidios en diapasón y, en general, basidios que presentan septos primarios
en el metabasidio. Las basidiosporas suelen dar esporas secundarias, de
repetición. Los basidiomas suelen ser gelatinosos, y algunos son comestibles
(como la "oreja de madera"
de los restaurantes chinos, del género Auricularia).
En su mayor parte son descomponedores de madera, pero los hay que provocan
micosis más o menos severas.
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Figura 1 (explicación en el texto).
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El hecho de formar basidiomas gelatinosos no implica necesariamente
una relación de estrecho parentesco. Así, veremos que los gelatinosos
se incluyen en dos de las clases que indicamos en esta clasificación
resumida del subfilo
Agaricomycotina: Tremellomycetes y
Dacrymycetes. Además, también hay algunos órdenes de
Agaricomycetes con ejemplares gelatinosos. A continuación
se comentan los ejemplos más notables de estos singulares hongos.
CLASE TREMELLOMYCETES.
Incluye 3 órdenes con 50 géneros y unas 377 especies.
Orden Tremellales.
Se trata de un grupo que se separó temprano dentro de Agaricomycotina.
Presentan ciclos vitales con una fase haploide levuriforme y una dicariótica
con micelio fibulado. Tanto el septo dolíporo como la forma de los basidios
(tremeloide; Fig. 1-B)) son típicos.
Entre estos hongos abundan los micoparásitos. Por ejemplo, Tetragoniomyces
uliginosus ataca a Rhizoctonia, mientras que bastantes especies de
Tremella parasitan a ascomicetos y basidiomicetos. Suelen formar ramas
haustoriales, unas ramificaciones que se adhieren al hospedante, e incluso pueden
penetrarlo. En las hifas de parásito y hospedante se abren unos poros que conectan
los protoplastos.
Otras especies son saprofitas en madera. La más característica es
Tremella mesenterica, de
color amarillo vivo. También destaca
T. fuciformis, comestible
y usada en medicina tradicional china (por cierto, se cultiva en ese país).
La familia Carcinomycetaceae incluye al género Christiansenia,
bastante extendido.
Por otro lado, en este orden se incluye el anamorfo (Cryptococcus) de
Filobasidiella neoformans, que causa
criptococosis en humanos, especialmente en enfermos de sida (BSL-2/3). Una vez
establecido en los pulmones, el hongo pasa a la sangre y de ahí a cerebro y meninges,
causando una variedad de meningitis y meningoencefalitis. La fuente de inóculo más
destacable está en los excrementos de palomas y otras aves. Como curiosidad, la variedad
gattii es transmitida por koalas asintomáticos, y está asociada a ciertos
eucaliptos. Hay otras especies del género con BSL-1 ó 2.
Otro anamorfo de Tremellales que provoca micosis en humanos es
Trichosporon (BSL-2). Suele causar micosis superficiales, conocidas como
piedra blanca, frecuentemente en la zona púbica.
Otros órdenes.
El orden Filobasidiales incluye a un único género, Filobasidium,
con anamorfo Cryptococcus. No forman basidioma, el micelio puede presentar
haustorios y son micoparásitos. El orden Cystofilobasidiales
incluye algunas especies marinas.
CLASE DACRYMYCETES.
Tiene una única familia (Dacrymycetaceae) con algo más de 100
especies. Estos hongos gelatinosos provocan podredumbres pardas en la madera. Son
característicos sus basidios en diapasón (Fig. 1-C).
Dacrymyces figura entre los
primeros descomponedores de la madera descortezada, y sus basidiocarpos son
diminutos, con pigmentos anaranjados. También es frecuente el género
Calocera, con especies tan comunes como
C. cornea y C. viscosa.
Como curiosidad, otro hongo de esta familia, Cerinosterus cyanescens (BSL-2) provoca
micosis en pacientes con neumonía, así como en neonatos. Se ha aislado de piel y sangre.
CLASE AGARICOMYCETES.
He aquí un cladograma detallado de la filogenia de la clase
Agaricomycetes, tomado de la
Wikipedia:
Esta clase incluye unas 21000 especies. En ella encontraremos las conocidas
setas, los
yesqueros y los
gasteromicetos. Además, en algunos
de esos órdenes hay hongos gelatinosos, que tradicionalmente se ubicaban en
Tremellales y afines. Veámoslos en esta página:
Orden Auriculariales.
Incluye una familia con unas 200 especies. Sus basidios son auricularioides
(Fig. 1-A). Aparecen en madera, y son mayoritariamente
hongos saprofitos. Sus basidiocarpos figuran entre los mayores de los gelatinosos.
Destaca Auricularia auricula-judae
(la oreja de Judas u oreja de madera), una especie comestible que es cultivada en China.
En Japón y Taiwán se cultiva A. cornea. A. mesenterica se encuentra con
frecuencia en nuestras latitudes.
En ediciones anteriores del Dictionary, la familia Exidiaceae se incluía
en Tremellales. Actualmente pertenecen a Auriculariaceae.
Se trata de unos hongos muy comunes en madera, como
Exidia
(conocida por los angloparlantes como
«mantequilla de bruja»), Guepinia (= Tremiscus, = Phlogiotis),
Pseudohydnum (con el himenio dispuesto en dientecillos), etc.
Orden Sebacinales.
Los hongos de este orden pueden formar micorrizas con orquídeas.
Tremellodendron es un hongo de basidiocarpo gelatinoso y aspecto
coraloide, que recuerda un tanto a Tremella.
Orden Cantharellales.
Este orden es bien conocido por los seteros, ya que a él pertenecen
manjares tan sabrosos como los rebozuelos o la trompeta de los muertos.
Para más detalles, véase la página de
yesqueros. Sin embargo, en él hay algunas familias que en la IX edición
del Dictionary se incluían con los hongos gelatinosos en la subclase
Tremellomycetidae.
La familia Ceratobasidiaceae presenta anamofros Rhizoctonia.
Algunos forman micorrizas con orquídeas, o bien inducen la germinación de estas
plantas, pero abundan las especies fitopatógenas, tanto de helechos como de angiospermas.
Indiscutiblemente, la más famosa es Thanatephorus cucumeris
(anamorfo:
Rhizoctonia solani), un hongo de suelo que causa pérdidas
agrícolas en todo el mundo, en cultivos muy diferentes. Los daños más comunes
son damping-off de plántulas (también se ha asociado a fenómenos de
muerte súbita), podredumbres de raíz y tallo, y chancros. Si el tiempo es húmedo
y favorable, incluso los frutos que permanezcan cerca del suelo pueden ser atacados.
La fase sexual es rara. El hongo funciona como un micelio estéril que puede formar
esclerocios. El micelio viejo es muy típico: de color parduzco, con ramificaciones
en ángulo recto y algo constrictas en la base. La supervivencia en la época desfavorable
se realiza mediante esclerocios, o bien el micelio que queda en el suelo, en los restos
de cosecha, en semillas, tubérculos... Las plantas son más susceptibles al ataque del
hongo cuando son jóvenes, sobre todo si su crecimiento se ve ralentizado por los factores
ambientales. Para controlar este hongo, además de los métodos químicos (aunque existen
cepas resistentes), se requiere también el empleo de semillas no contaminadas y que el
suelo esté en las mejores condiciones posibles, a ser posible bien drenado.
La fam.
Tulasnellaceae se caracteriza por sus basidios, que han sido
considerados tanto holobasidios como heterobasidios por diferentes autores. Los
basidiocarpos son pequeños, céreos o gelatinosos. La mayoría son saprofitos o
micorrizógenos de orquídeas. Producen anamorfos Epulorhiza, similares a
Rhizoctonia.
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