Desengáñate, amigo internauta: no hay métodos
mágicos para saber si la seta que tienes delante de ti es
un bocado delicioso o un ángel de la muerte. Aquí
no nos andaremos con rodeos. Todo setero aficionado debe tener en
cuenta (porque le puede ir la vida en ello) estos consejos:
- No consumas setas que no conozcas. Grábate estas
palabras a fuego. Son básicas. Los que recogen setas suelen
llegar a viejos, entre otras cosas, porque sólo comen aquéllas
que están absolutamente seguros de identificar, y ninguna
otra. Evitan correr riesgos innecesarios. Rechazan la posibilidad
de hacerse con algún que otro bocado delicioso, por supuesto,
pero son sensatos. Tal vez te rías de gentes tan conservadoras,
que sólo echan en la cesta las setas que sus padres les
enseñaron (níscalos, oronjas, rebozuelos...), y
huyen como de la peste del resto. Ten en cuenta que ningún
método tradicional para determinar la toxicidad fúngica
es fiable, tal como comprobaremos en los párrafos siguientes.
- Fiarse exclusivamente de las guías de campo es peligroso.
De hecho, hay familias que han muerto por ello. Ojo: no estamos
afirmando que las
guías de campo sean malas. De hecho,
recomendamos su adquisición, ya que contienen información
valiosísima. Los micólogos solemos coleccionarlas
(y usarlas, por supuesto). Sin embargo, las setas suelen ser difíciles
de identificar, a veces hasta para los expertos. Muchas especies
se parecen, especialmente si no se recogen con cuidado. Para acabar
de empeorarlo, las condiciones ambientales pueden hacer que la
forma y color de las setas varíen considerablemente. No
crecen igual al sol que en lugares sombreados, o junto a una piedra;
la lluvia las lava y destiñe... Si decides iniciarte en
el apasionante mundo de los aficionados a las setas, busca a alguien
entendido que te aconseje. Para eso hay sociedades micológicas
(ver la página de enlaces), seteros
veteranos, cursillos, jornadas... Nadie nace sabiendo; arrímate
a los que entienden, y que las
guías de campo te sirvan
como complemento.
- Si los bichos se las comen, ¿me sentarán bien
a mí? A saber. Por si acaso, no lo intentes. Tal vez
un caracol pueda alimentarse de una seta venenosa para los seres
humanos y seguir tan campante. O quizá el pobre animalillo
esté retorciéndose en la agonía
a unos metros de distancia, y tú no te des cuenta. A riesgo
de repetirnos: si no conoces la especie,
déjala tranquila .
- Si al hervirla con un ajo éste se vuelve negro, ¿verdad
que es venenosa? Pues no.
El ennegrecimiento del ajo (o de
una cebolla) no tiene nada que ver con las toxinas de las setas,
sino con otras reacciones bioquímicas que no vienen al
caso. Lo mismo podría decirse del método de hervir las
setas junto a una moneda de níquel o de plata (las cuales,
a veces, no suelen contener estos metales). Olvídate de
estas y otras consejas similares. La oronja verde (Amanita
phalloides), por ejemplo, no ennegrece a los ajos. Además,
según dicen, está rica. Consúmela, y al cabo
de unos días necesitarás un transplante de hígado.
Eso, con suerte.
- Pero al hervirlas o desecarlas se destruyen las toxinas,
¿no? Efectivamente, algunos venenos
se desactivan con la desecación o la cocción (no
se te olvide tirar el agua, ¿eh?). No se debe consumir
setas crudas, salvo en el caso de especies perfectamente conocidas
y fiables. Por desgracia, no todos los venenos se destruyen por
el calor.
- He leído que las setas de colores brillantes son venenosas...
Nosotros también hemos constatado que esa afirmación
figura en algún libro de cocina. Es falsa, y muy peligrosa.
Hay setas perfectamente comestibles, incluso exquisitas, de colores
llamativos: el
rebozuelo es
amarillo vivo,
Lepista nuda
presenta un bello tono lila, las oronjas son naranjas con las láminas amarillas,
los níscalos son anaranjados y viran al verde... Por otra
parte, existen especies venenosas de colores apagados, como ciertas
especies mortales de Amanita .
- Me han dicho que las setas que crecen sobre madera son buenas...
No siempre. Las hay exquisitas, por supuesto, como la
seta de chopo ,
aunque otras, como especies de Pholiota, Hypholoma o Gymnopilus,
pueden ser tóxicas. O mortales, como algunas de
Galerina .
- ¿Es fiable el método del gato? Pues no.
Además, es una crueldad, por no emplear un vocablo más fuerte.
Pero ya se sabe, hay gente pa' to'. Aunque sea
un mamífero, el
metabolismo gatuno no es idéntico
al humano. Entre los micólogos circula la historia, puede
que apócrifa, del individuo que dio a probar unas setas
a su gato, y al ver que seguía vivo y saludable, se las
comió él. Murió. El gato tardó unos
cuantos días más en enfermar, y también abandonó
este valle de lágrimas. Sic transit gloria mundi.
- Pero el método del amigo sí que funciona, ¿verdad?
Caramba, amigo internauta, eso no ha tenido gracia. Supondremos
que lo has dicho en un rapto de enajenación mental, tal
vez después de leer la descripción que Robert Graves
hizo de la muerte del emperador Claudio. La amistad es un bien
escaso en nuestros días, y no es cuestión de dilapidarla
así. Hablando ya en serio, antiguamente existía
la figura del catador, una persona a la que le tocaba probar las
viandas que iba a consumir su señor, por si acaso estuvieran
envenenadas. Probablemente, a más de uno le tocó
catar algunas setas, pero el método sigue sin ser fiable.
Ciertas especies poseen venenos de acción lenta, como
Amanita phalloides (si has visto el inicio de la película
Airbag, te aseguramos que la gente que ha muerto por esta
seta lo ha hecho tras larga agonía, no de golpe). Y otras,
aunque no sean tan mortíferas, pueden resultar indigestas
para ciertas personas, e inofensivas para otras. De igual modo,
las alergias a los hongos o a sus esporas son caprichosas. Un
inofensivo champiñón puede provocar urticaria a
individuos sensibles. O sea: de utilizar a otra persona, con o
sin su consentimiento, de conejillo de indias, puede que salga
el tiro por la culata. Bromas aparte: ni se le ocurra. Por cierto,
también podría darse el contraataque del amigo: éste podría decidir no
consumir las setas, pero contarle a usted que estaban buenísimas, a ver
qué pasa. :-)
- Me han dicho que para recolectar setas, se les debe cortar
la base del pie con un cuchillo. ¿Es correcto? La intención
es buena, como se indica en la página
correspondiente. Hay setas que se pueden cortar sin problemas. Los níscalos,
por ejemplo, son muy difíciles de confundir con otra cosa. Las setas de madera,
como las de chopo o álamo, deben ser cortadas (no te vas a llevar el tronco a
casa...). La seta de cardo debe cortarse, para dejar así en el suelo las raíces
del cardo y poder tener más setas en el futuro. Sin embargo, ¡MUCHO OJO!.
Los caracteres de la base del pie
son de gran interés para identificar las setas. Por ejemplo, las especies de Amanita presentan
volva en la base del pie. Si éste se deja en el suelo,
una letal oronja verde puede confundirse fácilmente con
Russula virescens o con un champiñón inmaduro, por ejemplo.
- De acuerdo, sólo recolectaré aquello que conozca
bien. Ahora estaré a salvo, ¿verdad? Lamentamos
ser aguafiestas, pero hay varios factores a considerar, incluso
en el caso de que la seta esté perfectamente identificada:
- Desecha los ejemplares viejos o en malas condiciones.
Aparte del riesgo de consumir alguna oruga o gusano, o el peligro
del botulismo, las setas muy maduras suelen ser indigestas.
Fíjate en un champiñón cultivado: de jóvenes
las láminas son rosadas, pero al madurar el sombrero
se abre, las láminas se tornan de color chocolate y producen
una ingente cantidad de esporas. Éstas pueden causar
reacciones alérgicas.
- Las bolsas de plástico son desaconsejables
para el transporte de las setas (se estropean con gran rapidez,
y el botulismo acecha).
- Desecha las setas procedentes de sitios contaminados o
sospechosos. Los hongos pueden acumular sustancias tóxicas
en sus paredes celulares. Por tanto, desaconsejamos recoger
setas, por muy comestibles que sean en teoría, en los
bordes de autopistas, carreteras muy transitadas, polígonos
químicos, invernaderos, campos en los que se haya fumigado...
Por supuesto, hay que tomar diversas precauciones a la hora de
cocinar las setas (limpiarlas adecuadamente, por ejemplo), pero
eso se discutirá en otra página, la de recetas.
Y finalmente, para los nostálgicos, he aquí un enlace a la
galería de fotos de la versión anterior
de esta página.
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