El proyecto Mii School nació como colaboración entre la Unidad de Ingeniería en Computación Gráfica y el Grupo de Investigación de Psicologia, Salud y Educación (HUM-760) de la universidad de Almería. Durante la ejecución de este simulador escolar 3D el alumno se enfrentaba a un total de 17 escenas que, de manera intercalada, estudiaban diversos aspectos de su comportamiento relacionados con el acoso escolar (bullying), la drogadicción, la vida familiar, la capacidad de atención en clase y la integración en grupos sociales. Fue desarrollado íntegramente por Moisés Espínola (modelado 3D, texturizado, animación y programación), utilizando Blender y Python.

Desde el punto de vista de la programación se implementaron más de 10.000 líneas de código en Python para controlar todos los aspectos relacionados con la simulación: posicionamiento y animación de los personajes en las distintas escenas, sincronización de las cámaras, iluminación de los escenarios, visualización de los textos en pantalla, interacción con el usuario, almacenamiento web de los resultados, etc. Se tuvo especial cuidado con el correcto movimiento de las cámaras durante la transición entre escenas, para que la simulación tuviera la calidad de una producción cinematográfica. También se introdujo música de fondo, así como audio en las conversaciones, para conseguir un mayor grado de realismo. Mii School no poseía vídeos prerenderizados, todas las animaciones se ejecutaban en tiempo real, como ocurre con las fases interactivas de los videojuegos. La aplicación completa tenía un tamaño aproximado de 150 MB y disponía de varias resoluciones para adaptarse a las características técnicas de cada ordenador (XGA a 1024x768, SVGA a 800x600 ó VGA 640x480). La acción se desarrollaba en un total de 8 escenarios y había más de 30 personajes distintos, tanto masculinos como femeninos, con más de 100 animaciones corporales.

La simulación de todas las escenas de Mii School duraba aproximadamente 20 minutos. El alumno podía elegir su género al principio de la ejecución con el objetivo de personalizar las animaciones. Toda la información introducida por el alumno, así como la opción elegida en cada una de las escenas y otros datos de interés, era almacenada en formato web para una posterior visualización y análisis por parte de los investigadores.