La escritura alfabética se introdujo en Grecia en la segunda mitad del s. VIII, pero no tenemos testimonio hasta mucho más tarde de que hubiera escuelas para enseñar a los niños los rudimentos de la lectura, la escritura y el cálculo. La tradición cuenta que el poeta espartano Tirteo (s. VIII) fue maestro y que el ateniense Solón introdujo leyes para la regulación de las escuelas en el 594 aC. La educación fue diferente en Grecia según las épocas, las ciudades y las clases sociales. Entre los dorios de Creta y de Esparta, el individuo pertenecía al Estado y su educación estaba orientada hacia este fin comunitario; mientras que en Atenas y en la época helenística, los padres disfrutaban de libertad respecto a la educación de sus hijos, a los que se intentaba convertir, ante todo en hombre completos.
Educación espartana
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Escena en el gimnasio |
Conocida es la férrea educación del niño espartano, necesaria para mantener el sistema rígido y aislado de esta Polis, lo que llevó a una forma militarista de educación, orientada exclusivamente a la formación de futuros guerreros. Al existir una preocupación tan grande por la eugenesia, mientras las muchachas atenienses vivían recluidas en Atenas, en Esparta, en cambio, practicaban en público numerosos deportes, igual que los varones, y se ejercitaban no sólo en la danza (eran famosos los coros espartanos de muchachas), sino también en la carrera, en la lucha, etc.
Nada más nacer el niño era presentado a los ancianos de la tribu, que decidían si debía vivir, o si sería expuesto a la intemperie para su muerte. A cada niño de le daba al nacer una inalienable porción de tierra para conservar de por vida. Permanecían con su familia hasta los siete años. Las nodrizas espartanas tenían fama en Atenas (y con frecuencia eran buscadas como niñeras por la aristocracia ateniense) por su trato austero y rudo (no lloraban, no excesivamente vestidos, acostumbrados a la oscuridad, etc.). Después pasaban a manos del estado y se les alistaba (a la manera de los jóvenes hitlerianos) en formaciones premilitares (agogé) que se escalonaban a lo largo de todo su crecimiento. El trato era igual para las niñas. Los diferentes grupos de niños estaban al mando de un adolescente de 16 ó 20 años
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Escena de competición de carera |
Sus estudios se limitaban a lo estrictamente necesario (leer y escribir). La música y la danza formaban parte porque tenían aplicaciones militares. Los demás detalles son oscuros. Se les daba un sólo manto, tanto para el verano como el invierno. La comida era insuficiente para acostumbrarlos a buscar víveres por su propia cuenta, entrenándoles así en el atrevimiento y la audacia. A los 16 pasaban a la adolescencia, tras superar una serie de pruebas (la
criptia o caza de un hilota -esclavo mesenio- era la más común. Al final de su educación, los espartanos se unían a los
eirenes o jóvenes que habían cumplido los veinte años y permanecían con ellos viviendo en barracones hasta que tenían treinta años. Entonces era ya un ciudadano de pleno derecho: podía votar y ser aceptado en la
syssition, una comida comunal con sus camaradas, hasta la edad de sesenta años.
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Escena de competición de salto |
Hubo un constante descenso en el número de ciudadanos espartanos; las razones han sido muy debatidas, pero parece que se debió tanto a pérdidas en la guerra, como, en primer lugar, a la concentración de la propiedad (aparte de los lotes inalienables) en unas pocas manos, en segundo lugar, al hecho de la práctica constante de la endogamia y, en tercer lugar, a un descenso de la tasa de natalidad atribuible a la dificultad de mantener a una familia a partir del lote de tierra básico. Aristóteles calculaba para una época en torno al 370 aC. poco menos de mil espartiatas.
Educación ateniense
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Madre con su hijo |
En Atenas en cambio el padre era libre de educar a su hijo hasta los 18 años, edad en que se convertía en ciudadano. Pero, al estar más ciudado, el joven ateniense gozaba de menor libertad que el espartano. La primera educación la recibían de su madre y su nodriza, quienes les cantaban canciones, les contaban historias de animales (las fábulas esópicas), las mitologías y leyendas nacionales. Lo más normal era que las madres dieran el pecho a sus hijos, pero también podían recurrir a nodrizas (las espartanas eran muy solicitadas). Hasta los siete años, más o menos, el niño se criaba al lado de su madre, en el gineceo. En él permanecían las muchachas hasta que contraían matrimonio., yendo entonces a ponerse al frente del gineceo de su esposo.
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Alumno y paidotribe |
La
preparación de madres y nodrizas, mujeres en general, era muy parca. Las leyes de Atenas no obligaban a la educación, pero la costumbre era tan fuerte como una ley. No existen escuelas, sino el maestro recibía a los alumnos en su casa, tanto si se trataba de la enseñanza de letras, como de música o gimnasia (el
trivium). Con el gramático aprendía a leer, escribir y contar. Al cabo de tres años estudiaba a los poetas antiguos, aprendía versos de memoria y lecciones básicas de matemáticas. Con el citarista aprendía a tocar la lira y la flauta, a cantar y, sin duda, a bailar. Así, no es de extrañar que con frecuencia tomaran parte en los coros ciudadanos sin ninguna formación específica. Finalmente, con el
pedotriba practicaba gimnasia. Se puede afirmar que en Grecia la educación se dejaba a la iniciativa privada. En todo caso, cuando el Estado se hacía cargo de su educación (caso de los huérfanos de guerra) se limitaba a pagar al maestro. Normalmente eran los padres los que pagaban (los adinerados, claro).
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El maestro en su katedra |
En cuanto el niño tenía edad para ir a clase pasaba de la vigilancia de la nodriza a la del pedagogo. Este era un esclavo destinado a su persona que tenía la misión de acompañarlo y vigilarlo. Dado que también le acompañaba en la escuela, podía después "tomarle la lección". El maestro se sentaba en su
katedra. No tenían vacaciones; los griegos desconocían la costumbre del descanso semanal que es de origen judío, aunque sí tenían multitud de fiestas. El alumno aprendía a escribir, ayudado con su tabla de arcilla sobre sus rodillas (no había mesa), o sobre sus
ostraca (tablillas de alfarería que servían de borradores), y luego a leer, cosa muy difícil dado que no había puntuación, ni separación de palabras, etc. Se aprendía a leer en voz alta, pero no se practicaba la lectura en silencio. A partir de aquí pasaba a memorizar versos de memoria, fundamentalmente a Homero, el educador por excelencia (también en lo ético y religioso), en definitiva todo lo que debía saber un hombre. La enseñanza se completaba con la aritmética. Se sabe que los griegos escribían los números mediante letras del alfabeto. Los cálculos eran difíciles porque ignoraban el cero, por lo que no podían dar a las letras que designaban cifras un valor por posición. Para los cálculos elementales recurrían a los dedos, y para los complejos a fichas y al ábaco, plancha en la que unas divisiones convencionales, previamente trazadas, separaban los distintos órdenes de unidades.
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Escuela |
Esta enseñanza duraba hasta los 16 años, si bien los pobres retiraban a sus hijos antes de esta edad para hacerles aprender un oficio. Los jóvenes acomodados proseguían con frecuencia sus estudios hasta la edad de la efebía, un sistema educativo a cargo del estado que abarcaba la transición entre la infancia y la edad adulta. En Atenas, el efebo era el adolescente que, alcanzada la edad de 18 años, era sometido a la dokimasia, un examen al que eran sometidos, antes de ser inscrito como ciudadano en su demos y poder ser elegido para formar parte de los tribunales o cargos públicos. A través de esta investigación se verificaba la moralidad del nuevo ciudadano, su derecho de ciudadanía, etc. La institución de la efebía, especialmente a partir de la derrota de Atenas frente a los macedonios en el 335 aC., consistía en un entrenamiento militar obligatorio y estricto. Comían juntos en barracones, realizaban guardias y patrullaban a lo largo de la costa y de las fronteras.
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Escuela (detalle) |
Para la educación en materias especializadas (medicina, retórica, etc.) el alumno tenía que buscar un experto en dicho campo que estuviera preparado para enseñarle. En el s. V no había en Atenas una forma organizada de educación superior, y a esto se debe en parte la a aparición de los sofistas. En la segunda mitad del s. V estos profesores itinerantes iban de ciudad en ciudad cobrando altas sumas por sus clases sobre diversas materias. Uno de estos sofistas, Hipias, famoso por la multiplicidad de sus conocimientos, aunó en su programa educativo aritmética, geometría, música (materia matemática en su aspecto teórico) y astronomía. Platón aceptó esta combinación de ciencias, lo que hizo que tuviera una larga y variada historia (luego se le daría el nombre de
quadrivium). La mayoría de los sofistas se dedicaron a la retórica. Cumplían así su pretensión de enseñar a los hombres a triunfar en política, proporcionándoles la habilidad más necesarias para un político en un estado democrático. En el s. IV aC. comenzaron a crearse escuelas de educación superior entre las que destacaron la escuela filosófica y retórica de Isócrates, fundada en Atenas hacia fines de la década de los ochenta, la Academia de Platón, fundada en el 385 aC. y el Liceo de Aristóteles, fundado en el 335 aC.
Educación pederástica
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Escenas en el gimnasio |
La relación pederástica que se establecía casi sistemáticamente en Esparta (pero asimismo en otros lugares en los que existían instituciones efébicas; no se trata de una exclusiva doria, a pesar de mucha bibliografía en ese sentido) no se entiende correctamente sin una suficiente comprensión del sentido que entre griegos tenía el amor. La pareja arquetipo del amor pasional en su versión más completa está compuesta por dos varones; pero no por dos cualesquiera, sino por un varón adulto y maduro, el
erasta, y por otro adolescente o preadulto, el erómeno, que suele contar entre 15 y 18 años. "El amor entre mancebos ha sido lo mismo que la desnudez atlética, con la que guarda estrecha relación. Era una característica de la civilización, que alejaba a los hombres civilizados de la barbarie. No hay testimonios homéricos de la pederastia, pero los autores están de acuerdo en admitirla desde antiguo. Si entre los dorios parece que tuvo mayor importancia y categoría oficial, ello se debe al hecho de que Creta y Esparta conocieron una osificación arcaizante de sus instituciones: por ese motivo conservaron en plena época clásica muchos rasgos del estilo de vida militar que las había caracterizado en sus orígenes. La pederastia helénica se asemeja a un compañerismo entre guerreros. La homosexualidad griega es de tipo militar y difiere claramente de esa otra iniciática y sacerdotal que se estudia hoy entre algunos primitivos actuales. Pueden verse paralelos relativamente semejantes en el proceso a los Templarios y en la Hitlerjugend. La amistad varonil de tipo totalizador es una constante entre sociedades guerreras, en que el medio varonil tiende a encerrarse en sí mismo. La exclusión material de las mujeres provoca siempre una ofensiva del amor masculino. En el medio militar puede darse la tendencia a descalificar el contacto con lo femenino, exaltando un ideal propiamente masculino basado en la fuerza y el valor y la fidelidad al compañero y al superior. Los socráticos pensaban que un ejército indestructible sería el formado por parejas de amantes varoniles, lo que sucedía de hecho en el batallón selecto de Górgidas, que Pelópidas convirtió en batallón sagrado y al que debió Tebas su fugaz brillo.
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Escena homosexual |
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Maestro y discípulo |
El amor viril como método pedagógico
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La pedagogía clásica hace del amor un medio ambiente y un método. Ese amor,
según Platón , tiene como característica la de ser activamente educador. La
formación de un medio masculino cerrado, prohibido al otro sexo, tiene alcance e
inspiración pedagógica. En términos extremos, refleja una necesidad profunda,
sentida por los hombres, que les impulsa a realizar en plenitud las tendencias
propias de su sexo, para ser más plenamente varones. La esencia de la pederastia
no radica en las relaciones sexuales anormales (los invertidos pasivos
despiertan desprecio entre los griegos), sino que es, ante todo, una cierta
forma de sensibilidad, de sentimentalidad, un ideal misógino de virilidad total.
Esta disciplina intrasexual se encarna en una apropiada pedagogía. La relación
pasional, el amor (Sócrates lo distingue del deseo sexual e, incluso, se lo
opone), implica el deseo de lograr una perfección superior, un valor ideal, la
areté. Sobre el mayor, el erasta, ejerce efectos ennoblecedores el hecho de
saberse admirado y tomado como modelo; pero el aspecto educativo de la relación
amorosa afecta, sobre todo, al menor, al erómeno adolescente. La
diferencia de edad establece unas relaciones desiguales. El mayor es el modelo,
el tipo superior al que hay que adaptarse por elevación. Eso hace surgir en él
una tendencia educadora. El sentimiento ha sido minuciosamente analizado por
Platón y el psicoanálisis lo aclara bastante: se trata de una versión del
instinto ordinario de generación, de reproducción, de perpetuarse mediante
alguien similar a sí. Puesto que carnalmente ello no es posible, se sublima el
deseo en el plano pedagógico. La educación por el mayor aparece como un
sucedáneo del alumbramiento. El vínculo amatorio se prolonga, pues, por un lado,
en una tarea formativa matizada por un cuidado de orden paternal y, por otro, en
una labor de maduración, teñida de dócil veneración. Se ejercita en libertad y
en la vida cotidiana de relación mutua, por contacto, con el ejemplo, la
conversación, la vida en común, la iniciación paulatina del joven en las
relaciones sociales del mayor, tales como el grupo de amigos, el gimnasio, el
simposio, etc. Éste es el mundo normal de la educación entre griegos, la técnica-tipo de cualquier educación.
La educación, en principio, entre nobles, establecía entre educador y educando
una relación de tensión y amor moral, del tipo erasta-erómeno. El marco en que
se desarrollaba la formación era, a un tiempo, "elegante, deportivo y mundano",
bajo la dirección de un hombre de más edad y en el seno de la amistad viril.
Está claro en los poemas conservados de Teognis de Mégara, elegías para
recitarse al son del aulos en los "clubes" aristocráticos y dedicadas a su
erómeno Cirno, hijo del noble Polipais (TEXTO 20:
Teognis). El propósito de Teognis es transmitir a
su educando los valores tradicionales de los varones discretos, de los agathoi.
Más tarde surgirá la educación dirigid a la eficiencia profesional y ejercida
por educadores que son casi profesionales de esa tarea. Empero, no desaparecerá
de la escena el Eros viril. Mientras no hubo instituciones especializadas, el
educador distinguía al educando al elegirlo, proclamando que lo consideraba
digno de él. Por eso surgirá desprecio inicial por el educador profesional que
acepta a cualquiera que acuda mediante pago, merezca o no su enseñanza. Era un
sentido esotérico, elitista, aristocrático (sentido éste que hemos perdido hoy
día en Occidente, pero que subsiste en las culturas orientales, comenzando por
el Islam, donde se mantiene muy viva la idea platónica de la superioridad de la
enseñanza oral sobre la escrita, de características absolutamente impersonales).
Esta relación se deslizaba ocasionalmente, por llegar a ser apasionada, "hacia
un terreno más turbio y carnal". Entre los filósofos es claro el caso de
Sócrates
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Escena lésbica |
Una sociedad que permita a uno de los dos sexos convertirse en un medio cerrado y autónomo verá necesariamente constituirse un medio paralelamente cerrado en el otro. La simetría alcanzó el terreno educativo y de qué modo, a juzgar por el precoz testimonio que ofrece Safo de Lesbos, poeta, nacida hacia el 612. A través de fragmentos y citas de los que fueron sus nueve libros se entrevé que en Lesbos, hacia el 600, las jóvenes podían recibir una educación complementaria entre su infancia, que transcurría en el hogar bajo la autoridad materna, y la edad del matrimonio. Esta educación superior tenía lugar en régimen de vida comunitaria en una escuela, morada de las discípulas de las Musas, una cofradía o
thiasos en que, bajo la dirección de una maestra, la personalidad de la educanda se configuraba según un ideal de belleza que aspiraba a la Sabiduría. Se practicaba la danza colectiva, la música instrumental y vocal (sobre todo, la lira, noble y apolínea). Había un calendario específico y una especie de regla comunitaria. Se cuida el aspecto corporal, tanto estético como atlético, sin descuidar la moda y la coquetería, alude a una mujer a quien se reprocha no saber descubrir sus tobillos con gracia). Es, por lo tanto, territorio igualmente de Eros. Los poemas sentimentales de Safo (TEXTO 24:
Safo)son fogosos y apasionados y se lamenta, a veces, de matrimonios o traiciones sentimentales que alejan de sí a discípulas o amigas queridas. Platón convertirá el Eros pederástico en algo metafísico, en una aspiración del alma hacia la Idea. Pero en Safo no se ha cumplido esa fase todavía y se trata de un Eros ardiente e incluso frenético (fr. 97-98, con reproches a Eros, que la abandona y huye hacia Andrómeda; 74: "Es medianoche; pasan las horas y sigo del todo sola en mi lecho...").