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Luis F. Iribarne Martínez
Iribarne's Family


Luis Iribarne - Mis ancestros, mis raices


D. Pedro Iribarne Lizagaray Sandi, primer miembro de mi familia que viene a la ciudad de Almeria en 1670 procedente de Alcay (Alçay-Alçabéhéty-Sunharette) Vizcondado de Soule (Zuberoa), Pais Vasco Francés, perteneciente al Reino de Navarra con anterioridad al año 1525. En la actualidad, Alcay es uno de los 16 municipios (comunas en Francia) del cantón de Tardets-Sorholus, perteneciente al departamento de los Pirineos Atlánticos, de la región de Aquitania (Francia).




Región de Aquitania
Departamento de
Pirineos Atlánticos

Cantón de Tardets-Sorholus

Mi tatarabuelo D. Francisco Iribarne Iribarne (descendiente directo de Iribarne Lizagaray-Sandi, y
primohermano del conocido tenor almeriense D. Luis Iribarne O'Connor) fue un poeta lírico, dramaturgo y periodista de la época.

D. Francisco Iribarne Iribarne nació en Almería el 24 de junio de 1856, cursó en Granada los estudios de Leyes, y, habiendo regresado a su ciudad natal, ejerció en ella su profesión de abogado, consagrando a su carrera, a la política y a las letras sus actividades.

Fué Juez municipal e interino de primera instancia. Miembro de la Junta de Defensa de 1873, Diputado provincial, Alcalde de la ciudad en 1877 y 1879, y Fiscal de las Audiencias de Huércal-Overa, Cartagena y Palma de Mallorca.

Como escritor, empezó cultivando la poesía Lírica; dióse luego a conocer como dramaturgo entregando a la escena las notables obras en verso Doña Blanca de Navarra, drama histórico estrenado el 9 de diciembre de 1865, y El cuarto mandamiento, comedia representada por el célebre actor Rafael Calvo el 4 de junio de 1869; y poco después, en 1870, fundó y dirigió en Almeria el periódico La Lealtad, órgano del partido moderado, desde donde combatió vehementemente a la revolución. Falleció el 26 de febrero de 1903.


Lamentación de Doña Blanca

¡Ay, triste la que nace bajo dorados techos
y entre las regias galas del pabellón real!
¡Ay, triste la que nace mirando una corona
que acaso en algún dia su frente ceñirá!

¿Qué dichas guarda el mundo, qué dulces ilusiones
a la que en los palacios su vida ha de arrastrar?
¿En dónde están sus goces, en dónde sus amores,
en dónde las delicias de grata libertad?

Desde que nace al mundo, desde que en regia cuna
se arrulla por las auras de adulación falaz.
hasta los negros bordes del término certero,
donde la vida acaba y empieza la verdad.

En brazos entregada de pérfidos partidos
que ciegos se disputan el despojo real,
cual dos hambrientos buitres que en la región del viento
luchan enfurecidos la alondra al destrozar.

¡Ay, triste la que llora en soledad amarga.
mirando de los tiempos el perezoso andar,
sin sacudir un punto de su dolor la carga,
que el alma le devora con incesante afán!

(De Doña Blanca de Navarra,
acto I, escena 2.)

 




Luis F. Iribarne Martínez
 
feb-2009

© University of Almería, Spain





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