
Fig. 1.- Plasmodio de un mixo. |

Fig. 2.- Hay mixos nivícolas que medran en los restos vegetales
tras la retirada de la nieve. |

Fig. 3.- En cambio, otros mixos se dan en ambientes áridos.
Las chumberas, ricas en agua, son un buen substrato para ellos. |

Fig. 4.- Estos esporangios de Leocarpus fragilis exhiben bellos
colores, para delicia de los amantes de la fotografía. Obsérvese
el llamativo peridio amarillo. |

Fig. 5: Esporas de Physarum utriculare. |

Fig. 6: Plasmodio joven. |

Fig. 7.- Faneroplasmodio de Leocarpus fragilis. |

Fig. 8.- Esporangio de Comatricha nigra. |

Fig. 9.- Etalio de Lycogala epidendrum. |

Fig. 10.- Base del pie en esporangios de Stemonitis sp. Obsérvese
el hipotalo. |

Fig. 11.- Esporangio de Collaria rubens, donde se aprecia
la columela, el capilicio y las esporas. |

Fig. 12.- Formación de esporangios en Leocarpus fragilis.
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Fig. 13.- Esporangio de Cribraria aurantiaca. |

Fig. 14.- Esporangio de Cribraria aurantiaca (detalle). |

Fig. 15.- Esporas de Cribraria aurantiaca. |

Fig. 16.- Esporangio de Arcyria. |

Fig. 17.- Esporangio de Arcyria, con detalle del pie. |

Fig. 18.- Detalle del capilicio de Arcyria. |

Fig. 19.- Esporangios de Physarum sp. con peridio calcificado.
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Fig. 20.- Esporangio de Physarum pusillum. |

Fig. 21.- Plasmodio de Leocarpus fragilis en el suelo de un
encinar. |

Fig. 22.- Esporangio de Stemonitis sp. |

Fig. 23.- Esporangio de Stemonitis sp. Detalle del capilicio
y la columela. |

Fig. 24.- Capilicio y esporas de Comatricha nigra. |