O. Peronosporales.
Este orden consta de una familia (Peronosporaceae) y unos 20 géneros.
No obstante, hay autores que rebajan los Pythiales y Albuginales al
rango de familias dentro de Peronosporales. Asimismo, incluyen al género
Phytophthora en la fam. Peronosporaceae.
Los mildius verdaderos son parásitos foliares obligados muy especializados,
que pueden causar graves pérdidas en cortos periodos de tiempo si hay humedad
suficiente sobre las plantas y el clima no es demasiado cálido. Se caracterizan
por la presencia de
esporangióforos de crecimiento determinado, que producen
esporangios más o menos ovoides, los cuales se dispersan por el viento y pueden
dar zoósporas o bien emitir directamente un tubo de germinación (en este caso,
impropiamente, se los denomina conidios, y a los esporangióforos, conidióforos).
Los distintos géneros pueden distinguirse por la forma de los esporangióforos.
Los mildius son endoparásitos con micelio intercelular, y se alimentan por medio
de haustorios. En general, el ataque se manifiesta por la presencia de manchas
amarillentas en el haz (Fig. 1) y aparición de esporangióforos y esporangios
blanquecinos o grisáceos en el
envés. Posteriormente la enfermedad progresa, sobre todo si el tiempo es húmedo,
y su control es muy difícil; toda la cosecha puede perderse, sobre todo en cultivos
en países no desarrollados. Las oósporas, bastante resistentes, suelen permanecer en
el suelo o en los restos del hospedante.
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Figura 1: Síntomas del ataque
del mildiu de las cucurbitáceas (Pseudoperonospora cubensis).
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Plasmopara viticola, el mildiu de la vid, es el más conocido. Su ciclo
vital puede aplicarse a los demás peronosporáceos. Esta enfermedad es originaria
de América, y fue introducida en Francia en 1878, probablemente en patrones de
vides resistentes a la filoxera; desde allí se propagó al resto de Europa. Uno
de los primeros fungicidas, el caldo bordelés (Millardet, 1885), se empleó para
combatir esta enfermedad. El mildiu de la vid sigue siendo destructivo actualmente,
siempre que se dé la humedad adecuada (el hongo no funciona bien en sitios secos).
El control de la enfermedad se realiza mediante la aplicación de fungicidas y el
empleo de variedades resistentes (éstas, por desgracia, suelen tener poca calidad
vinícola). Otros mildius destacables son:
- Plasmopara halstedii: el mildiu del girasol.
- Peronospora parasitica
(= Hyaloperonospora parasitica): ataca a
crucíferas cultivadas y silvestres.
- P. tabacina (= P. hyosciami): el moho azul del tabaco,
descubierto sobre esta planta por primera vez en Australia y extendido por
casi todo el mundo. Causa pérdidas muy graves; por ejemplo, en 1979 destruyó más
del 95% del tabaco cubano, y provocó en USA y Canadá pérdidas de más de 250
millones de dólares.
- Otras especies de este género son: P. destructor, en Allium;
P. farinosa (= P. effusa),
en remolacha y espinaca; P. manshurica, en soja; P. trifoliorum,
en diversas leguminosas; P. viciae, sobre
guisantes y habas; etc.
- Bremia lactucae: el mildiu de la lechuga.
- Pseudoperonospora cubensis:
el conocido mildiu de las cucurbitáceas, que causa
manchas
poligonales en las hojas, frecuente en los
invernaderos almerienses. Sobrevive la época desfavorable parasitando
cucurbitáceas silvestres o de otros cultivos.
- P. humuli: el mildiu del lúpulo, tan importante en la industria cervecera.
Algunos consideran a esta especie sinónimo de P. cubensis.
- Los géneros Sclerospora, Sclerophthora y Peronosclerospora,
que atacan a cereales y otras gramíneas, fueron incluidos en el orden
Sclerosporales. En la X edición del Dictionary dicho orden desaparece, y
vuelven a ubicarse en Peronosporaceae.
O. Albuginales.
Incluye una familia (Albuginaceae, que algunos incluyen en
Peronosporales) y 3 géneros.
Destaca Albugo candida, la
roya blanca de las crucíferas. Se trata de una enfermedad leve pero muy
corriente, especialmente en malas hierbas, y que se da con frecuencia al mismo
tiempo que Peronospora parasitica.
La roya blanca forma los
esporangios en cadenas debajo de la epidermis del hospedante. La masa de
esporangios adopta un aspecto
de pústula blanca, que acaba desgarrándose y libera a aquéllos al exterior,
lo que recuerda mucho a los soros de una roya, pero en blanco. Por lo demás,
el ciclo de vida es muy parecido al de un mildiu, con oósporas, etc. La roya
blanca se alimenta de las células del hospedante mediante
haustorios que terminan en
una hinchazón globosa.
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