La fase asexual o imperfecta de un hongo recibe el nombre
de anamorfo, mientras que la sexual o perfecta es
el teleomorfo.
La reproducción asexual, aunque no proporciona la variabilidad
genética de la sexual, es mucho más rápida;
los fitopatógenos suelen emplearla para propagarse a gran
velocidad en un cultivo.
Las principales formas de reproducción asexual son:
Por simple fragmentación del micelio. Cada trozo
puede dar lugar a un nuevo individuo. Gracias a ello, la conservación
rutinaria de cultivos fúngicos en laboratorio se realiza
mediante subcultivos o repiques: a partir de un simple trozo de
una colonia fúngica, podemos obtener otra (Fig.
1).
Figura 1.- Esta colonia
de Penicillium sp. se ha
obtenido colocando un fragmento de otra
colonia en el centro de la placa de Petri.
Por gemación (Figs. 2A y
Figura 3), como en las levaduras.
Figura 2.- Esquema de los
principales tipos de reproducción asexual.
|
Mediante conidios: esporas
asexuales no flageladas, producidas en unas hifas especializadas
denominadas conidióforos (Figura 2B, arriba, y
Figura 4), por gemación
o por fragmentación. En este último caso también
se denominan artrósporas (Figura 2C, arriba, y
Figura 5, a la izquierda). |
|
Figura.
5.- Artrósporas de Coremiella cubispora. |
Mediante esporangios
(Figura 2D, arriba, y Figura 6): células, normalmente
sostenidas por un pie, dentro de las cuales se forman esporangiosporas
asexuales. Éstas pueden ser móviles, es decir,
nadan en el agua mediante flagelos, o no (Figura
7 y Figura 8). |
|
Fig. 6.- Esporangios
de Mucor racemosus. |
Figura 8.- Esporangiósporas
no móviles de Mucor racemosus. |
<- Anterior | Siguiente
->
|