3.2.2.2.
Oligodendrocitos y células de Swhann. Organización de las
membranas de mielina.
Los axones de las neuronas estan rodeados de una capa lipídica,
la mielina, que favorece la propagación de los potenciales de acción.
Dentro del SNC, los oligodendrocitos son las células encargadas
de formar la mielina. Esta capa lipídica deriva de la membrana plasmática
de los oligodendrocitos, aunque su composición difiere de la que
presenta la membrana progenitora. En peso seco, la mielina esta compuesta
por un 70-75% de lípidos y un 25-30% de proteínas. La mielinización
comienza, en la rata, aproximadamente una semana después del nacimiento,
siendo más activa a la tercera semana postnatal declinando después
progresivamente. En el hombre, el proceso de mielinización abarca
desde las 25 semanas de gestación hasta los 20 años de edad
(Bourre, 1989; Gould, 1985; Martínez, 1989).
La mielinización requiere la interacción entre los axones
y las membranas plasmáticas de los oligodendrocitos.
Parece que la producción de mielina por los oligodendrocitos empieza
cuando los axones alcanzan un cierto díametro. Cronológicamente
la mielinización coincide en parte, con el proceso de sinaptogénesis.
Se ha sugerido que las neuronas estimulan la diferenciación de los
oligodendrocitos y su capacidad para formar mielina (Vernadakis, 1988).
No obstante, parece que los oligodendrocitos están intrínsicamente
programados para formar membranas mielinizantes, aunque este proceso se
estimula por las neuronas (Lopes-Cardozo, 1989).
Los oligodendrocitos diferenciados presentan como marcadores los galactocerebrósidos
y la proteína básica de mielina (MBP). Asimismo, durante
la diferenciación de los oligodendrocitos aumentan las actividades
de la glicerol-3-fosfato deshidrogenasa (EC 1.1.1.8) y de la fosfodiesterasa
(EC 3.1.4.1). Probablemente, estas enzimas están implicadas en la
mielogénesis (Saneto, 1985). Los glucocorticoides favorecen la direnciación
de los oligodendrocitos y la mielinización, ya que inducen la expresión
de la MBP, de la proteína proteolipídica y de la glicerol-3-fosfato
deshidrogenasa (Kumar, 1989).
Asimismo, las hormonas tiroideas favorecen la mielinización (Dussault
y Ruel, 1987; Ferreiro y col., 1990), mientras que la insulina y el factor
de crecimiento insulínico estimulan el desarrollo de los oligodendrocitos
en cultivo, favoreciendo la expresión de la glicerol-3-fosfato deshidrogenasa
(Lopes-Cardozo, 1989).
Microglía