Esquilo: Los Persas (Πέρσαι)

Estructura

PARODO (1-159) Coro.- La obra comienza con la entrada del Coro de ancianos persas a través del pasillo que conduce a la orkhetra central. Su canto de entrada sirve para informar a la audiencia del preciso lugar (la ciudad persa de Susa) y el momento cronológico en el que están (la armada persa hace tiempo que dejó Grecia y cruzó el Helesponto, pero no se han tenido más noticias). Se distinguen tres partes:
1) Una sección “programática” (1-64), focalizada en el pasado, en la que, después de explicar su identidad, estatus y localización topográfica, el coro da un resumen de los sucesos recientes, incluyendo una lista de contingentes y comandantes que siguieron a Jerjes hasta Grecia. El metro está constituido por los anapestos de marcha que sirven al Coro para entrar a escena.
2) Una sección (65-139) más imaginativa y pesimista, que se mueve desde el pasado hacia el futuro, en la que expresa su confianza en la poderosa fuerza de su gran número (evoca el paso del estrecho), aunque desconfía del destino que impone su ley (de hecho anticipa los terribles desastres venideros. El metro cambia a tipo lírico (Jónico menor).
3) Un última sección (140-54) en la que, de manera abrupta (vuelve el metro en anapesto), regresa a la situación presente, reclamando una reflexión y consejo que se ve interrumpida por la llegada de la Reina.
EPISODIO 1º (160-249) Reina/Corifeo.- Mientras el Coro se postra para realizar una reverencia, entra la Reina montada en un carro. Su diálogo con el Coro puede dividirse en tres secciones:
1) Un pequeño intercambio formal (160-175), en la que la Reina explica las razones de su aparición. El metro es tetrámetro trocaico.
2) La segunda sección (176-214) comprende la narración del sueño de la Reina que ha perturbado su descanso: dos mujeres, dos yeguas que tiran del carro de Jerjes, Persia y Grecia; un halcón que ataca a un águila. El Corifeo aconseja apartar esos malos vaticinios con libaciones.
3) Una esticomitia (215-249) entre la Reina y el Corifeo, en la que ella da respuesta a preguntas sobre Atenas A continuación la Reina se informa del coro sobre Atenas. La importancia de esta secuencia viene determinada por la formalizada relación entre los miembros de la familia real (de la que la Reina es el primer miembro en aparecer) y el estatus más elevado de la corte. Es posible que Esquilo pudiera sugerir, con su carácter poderoso, grave, la relativa influencia que la la figura femenina de la familia real ejercía en la Corte persa. De repente llega un Mensajero.
ESTASIMO 1º (250-290) Coro/Mensajero.- El inmediato impacto que causa las malas noticias del Mensajero es expresado por un canto lírico. Es un epirrema (canto del Coro y recitado del actor), con un claro valor emotivo, en el que el mensajero anuncia la derrota del ejército y el coro se desgarra de dolor.
EPISODIO 2º (291-531) Reina/Mensajero.- A petición de la Reina, el Mensajero comienza su relato (largas resis "angeliké", versos 353-433; 447-471; 480-513), describiendo la batalla de Salamina, una relación de fallecidos, una comparativa de contingentes, una descripción de los preparativos y de la batalla en sí, especialmente el sitio de Psitalea, con leves interrupciones de la Reina que no puede reprimir su dolor. Podemos distinguir varias partes en este relato:
1) 302-30: Primera resis, en la que da cuenta de las bajas, ornamentada con detalles pictóricos, pero también con acumulación de barbarismos, con la enumeración de nombre persas.
2) 337-47: Segunda resis, con una precisa enumeración de contigentes.
3) 447-71: Tercera resis, con la descripción del asalto hoplita a la élite persa, un episodio al que la obra le da una importancia, quizás excesiva si la comparamos, por ejemplo, con el episodio de Platea. Aunque es claro que el interés de Esquilo lo constituye el contingente naval, no puede obviar la contribución de la infantería ateniense.
4) 480-514: La última resis es un ejemplo de la cartografía poetizada de Esquilo, con una clara insistencia en destacar la incapacidad del ejército para superara una climatología muy adversa, con cambios de temperatura extremos.
Estamos ante la escena de mensajero más larga de todo el teatro griego. Concretamente, este personaje es extremadamente llamativo: mantiene la tensión y el interés, pero además Esquilo le añade un vocabulario rico en imágenes coloristas, con variaciones de tiempos y estilos de dicción, excitando la imaginación visual del espectador (cf. 387, 398) con la descripción de la batalla, y en especialmente en la brutal descripción de la violencia (426, 463), pero también en detalles pequeños. No podemos asegurar si se acompañaría, en la réplica de estas acciones, de gestos y posturas determinadas.
ESTASIMO 2º (532-597) Coro.- El Coro lamenta el destino del ejército, comparando el desatino de Jerjes con el buen gobierno de su padre Darío: ante este ejemplo el resto de los estados vasallos se sublevarán. El estásimo propio empieza en 548, y es introducido por una secuencia de anapestos, igual que en la parodos. El metro predominante en el estásimo es yámbico, primero, y dactílico, después.
EPISODIO 3º (598-623) Reina.- Para calmar a los dioses, la Reina se dirige a la tumba de Darío para realizar libaciones. Su regreso constituye una entrada "réplica", imitando su entrada anterior (v. 155), pero también constituye un directo contraste con ella: la figura pomposa, con su entrada en carro, de la primera parte, da paso ahora a una figura caida.
ESTASIMO 3º (624-678) Coro.- El Coro invoca a Darío para que se presente. Comienza una de las secciones más excitantes de la obra: el episodio necromántico. Darío es el primer ejemplo, de la tragedia conservada, de un fantasma. Esquilo usó otros fantasmas, como el de Clitemnestra (en Euménides), y también Eurípides, como el fantasma de Polidoro que abre Hécuba. Pero el caso de Esquilo es especial, pues Darío va a tener una presencia mucho mayor.
1) Este himno necromántico se abre con una introducción en anapestos (623-32), durante los cuales el coro desfila hasta la tumba, quizá también en una reminiscencia de su postración inicial ante la Reina, en su primera entrada.
2) El estásimo propiamente dicho (633-678) comienza preguntando el coro a Darío si le escucha, terminando por invocarle en segunda persona. La estructura litúrgica y el contenido tienen cierta correspondencia con plegarias y rituales funerarios. El estilo está caracterizado por repeticiones, gritos inarticulados y acumulación de adjetivos.
EPISODIO 4º (679-851) Sombra de Darío/Reina/Corifeo.- Tras informarse de lo sucedido, la Sombra de Darío surge de la tumba y permanece visible durante 160 líneas.
1) Comienza con un diálogo (681-702) en el que el coro canta, mientras que Darío responde con tetrámetro trocaicos.
2) A continuación continúa el diálogo con la Reina (703-38), en el que parafrasea las noticias que el mensajero le había dado antes. Pero el centro de la escena son los tres grandes diálogos que siguen, en las que se aportan las razones teológicas para la catástrofe. El metro es el trímetro yámbico, para marcar el cambio del diálogo a la narración.
3) En el primero (739-52) se revelan los desfavorables oráculos y se queja de la desmesura de su hijo Jerjes, al intentar poner cadenas al mar (se refiere al puente de barcas, achacándolo a su juventud. Además vaticina que no acabrán aquí los males.
4) El siguiente (759-786) realiza una descripción histórica desde la fundación del Imperio persa hasta Jerjes.
5) El climax de la obra está constituido por este diálogo (800-42), en el que se pasa del pasado al presente, e incluso al futuro, vaticinando la posterior derrota de Platea, como castigo de Zeus por la hybris (808, 821) cometida.
ESTASIMO 4º (852-906) Coro.- Tras la salida de la Sombra y de la Reina, el Coro se queda solo, hasta que uno de los dos actores regresa caracterizado como Jerjes. La escena de Darío ha concluido con una gran ansiedad por el presente y futuro. Por ello el coro evoca los grandiosos tiempos pasados, cuando el ejército volvía victorioso. Desde el 867 hasta el 900 se vuelve a hacer una enumeración de estados, similar a la cartografía que ya anteriormente hizo Esquilo (480). El metro dactílico es una forma muy adecuada a la forma de catálogo. Parece lógico suponer que la audiencia experimentara cierto placer de oir los nombres de estos lugares que, porla fecha de la representación de la obra (472 aC.) habían sido liberados de Persia.
EXODO (907-1077) Jerjes/Coro.- Entra en escena Jerjes, cubierto de harapos con paso cansado y vacilante, reconociendo sus errores y lamentando su acción. La entrada la hace en una carroza, quizá para evitar tocar directamente con sus pies la tierra, para no contaminarla. La escena es enteramente cantada. La actitud del coro hacia su rey no es enteramente acusatoria, aunque hay cierta disminución del respeto con la que al principio trataba a la Reina y a Darío. El papel de Jerjes requiere un experto cantor. Este thrénos, un canto dialogado entre Jerjes y el coro (kómmos) es uno de los más largos. Se abre con una sección de anapestos (908-30) para dar paso al verdadero kómmos, con siete pares estróficos y un epodo