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TEXTO 26: Invocación a Ártemis (Frag. 1 D)
                    La vejez
(Frag. 5 D)
                    ¡A beber!
(Frag. 43 D)
                    La muerte
(Frag. 44 D)
                    Invocación a una joven
(Frag. 88 D)
Anacreonte
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Preparación para la bebida

Invocación a Ártemis (Frag. 1 D)
A ti te suplico, cazadora de ciervos, hija rubia de Zeus, Señora de las Fieras monteses, Ártemis soberana. Tú que ahora sin duda sobre las aguas turbulentas del Leteo velas desde arriba por la ciudad de intrépidos guerreros, alegre, ya que no pastoreas un rebaño de ciudadanos salvajes
La vejez (Frag. 5 D)
Echándome de nuevo su pelota de púrpura Eros de cabellera dorada me invita a compartir el juego con la muchacha de sandalias de colores. Pero ella, que es de la bien trazada Lesbos, mi cabellera, por ser blanca, desprecia, y mira, embobada, hacia alguna otra.
¡A beber! (Frag. 43 D)
Venga ya, tráenos, muchacho la copa, que de un trago la apuro. Échale diez cazos de agua, y cinco de vino para que sin excesos otra vez celebre la fiesta de Baco. ¡Vamos, de nuevo, sin tanto estrépito y griterío ahora practiquemos el beber con vino, no al modo escita, sino brindando al compás de hermosos himnos.!
La muerte (Frag. 44 D)
Canosas ya tengo las sienes y blanquecina la cabeza, pasó ya la juventud graciosa, y tengo los dientes viejos; del dulce vivir el tiempo que me queda ya no es mucho. Por eso sollozo a menudo, estoy temeroso del Tártaro. Pues es espantoso el abismo del Hades, y amargo el camino de bajada... Seguro además que el que ha descendido no vuelve.
Invocación a una joven (Frag. 88 D)
Potrilla tracia, ¿por qué me miras de reojo, y sin piedad me huyes, y piensas que no sé nada sabio? . Ten por seguro que a ti muy bien yo podría echarte el freno, y con las riendas en la mano dar vuelta a las lindes del estadio. Pero ahora paces en los prados y juegas con ágiles cabriolas, porque no tienes un jinete experto en la doma de yeguas.