Caracteres del género

Hay, como hemos visto, muchos elementos comunes entre los tres géneros teatrales griegos. A diferencia del teatro moderno, el teatro griego era poético, usaba máscara, tenía coro, formaba parte de un ritual religioso de ciertas fiestas señaladas, se refería esencialmente a temas míticos o elaborados según el modelo mítico. Trataba grandes temas de fondo político o comunitario relativos al ejercicio del poder, a la paz y a la guerra, la relación entre los sexos, entre dioses y hombres, etc. La individualidad de los poetas sólo indirectamente salía a relucir a través de todos los elementos tradicionales. Veamos ahora los distintos subgéneros.

 Estructura de la tragedia

Escenas trágicas
Alternancia entre canto y recitado

Nos referimos aquí a todos los elementos constitutivos de una tragedia desde el punto de vista estructural. La estructura de una tragedia está fuertemente formalizada, pero no de una manera rígida. Cierto que está más formalizada que el teatro de Shakespeare, pero no tanto como para poder restituir en un esquema fijo todas las tragedias perdidas de Eurípides (como se ha querido hacer por parte de algún filólogo). El nivel de formalización no es tan grande, ya que no hay una aplicación rígida y el juego de elementos formales, dentro de cada tragedia, es múltiple.
 En una tragedia hay, básicamente, parte dialogadas (recitadas y no cantadas) y parte líricas (cantadas). En principio esta distinción existe gracias al metro (partes líricas en metros líricos y partes dialogadas en trímetros yámbicos), en cuanto al dialecto (partes líricas en dialecto dórico, partes dialogadas en dialecto ático) y en cuanto a sus personajes (partes líricas del coro, partes dialogadas de los actores). El coro se expresa prácticamente siempre en forma lírica; el corifeo o jefe de coro sólo se expresa en forma dialogada (es la forma que adopta el coro cuando quiere funcionar como un actor); el actor puede expresarse en forma dialogada (la mayor parte de las veces), pero también puede adoptar la forma lírica.

Prólogo

La primera parte con que nos encontramos en una tragedia se denomina "prólogo" y era la parte que precedía a la entrada del coro (era, por tanto, una parte dialogada). Su invención se atribuye a Frínico (o sea, que antes de él la tragedia comenzaría con la entrada del coro). Todavía no tenía la función de introducir la representación e informar a los espectadores de los hechos anteriores, puesto que todos los espectadores conocían ya el argumento mítico tratado por el poeta. El prólogo correspondía a nuestro primer acto y no era escénicamente necesario (dos tragedias de Esquilo "Suplicantes" y los "Persas" no tenían prólogo). En un cierto momento, con Eurípides, el prólogo se vuelve plenamente expositivo. De hecho, Eurípides trata con libertad la materia mítica (siempre hubo variantes del mismo mito) y siente la necesidad de educar (e informar) a los espectadores. Ello se debe a que a Eurípides le interesa no tanto la acción misma como la intriga y ambigüedad que conlleva y por eso el prólogo de este autor anticipa el desenlace, ofrece indicios sobre aspectos difíciles de entender y, a veces, despista respecto al desenlace. Con esto Eurípides anticipa lo que será la Comedia Nueva .

Parodos

La primera intervención del Coro, que suele tener entre tres y seis intervenciones denominadas como veremos más adelante "estásimos", no recibe este nombre, sino el de "párodos", por el nombre con que se designaba los pasillos laterales de acceso a la "orchestra", ya que esta primera intervención constituía el canto de entrada del coro, desfilando, hasta que ocupaba su lugar en la "orchestra". Admitiendo el carácter secundario del prólogo, en la época en que la obra comenzaba por la párodos, en esta parte el corifeo exponía el tema sobre el que después versaría la tragedia, cantando una tirada de versos anapésticos (con un pie métrico de estructura vv ) y a continuación el coro estallaba su canto lírico (en el esquema del estásimo que veremos después). Cuando se impuso el prólogo, la parte anapéstica quedó casi como una repetición, centrándose en presentar al coro.

Episodio

Reciben el nombre de “episodio” todas las escenas de los actores ubicadas entre dos intervenciones del coro. Generalmente una tragedia suele contener cuatro episodios. Las intervenciones de los actores aquí suelen tener la forma de resis o tirada de versos recitados de relativa extensión. Esta "resis" puede ser monológica, si constituye sólo un parlamento de un actor sin réplica por parte de otro, donde se exponen reflexiones de tipo intimista. Un tipo especial de "resis" monológica la constituye la resis angeliké o resis de mensajero, generalmente realizada por un Mensajero o por otro personaje que hace la función de un mensajero. Dado que determinadas acciones no se podían presentar a la vista del público (por imposibilidad teatral ¿cómo representar una batalla? o por imposiciones éticas asesinatos, suicidios ), la "resis" de mensajero cumple una función muy importante en el desarrollo argumental. Es de destacar que en ella aparece un número considerable de elementos dialectales homéricos, como una especie de homenaje a la capacidad homérica de narrar y describir (casi todo poeta griego, cuando quiere narrar, intenta imitar a Homero). Pero este carácter fijo de los homerismos constituye también una forma de asumir por parte de los trágicos el carácter artificial del procedimiento y de la función del Mensajero.
El segundo tipo de "resis" es la dialógica, en la que intervienen dos (o tres) actores (a veces el corifeo). Aquí merece mención especial el agón o enfrentamiento dialéctico de dos actores. Representa el punto culminante de la tragedia, donde se saca a relucir la totalidad de los argumentos que definen el conflicto dramático y es el vehículo esencial de la acción. Todas las demás escenas se ordenan con respecto a él, ya para prepararlo o para cerrarlo. Estilísticamente presenta un esquema muy influido por el lenguaje forense o judicial: discurso del acusador, discurso del defensor.
Otro elemento formal que podemos encontrar en un episodio es el diálogo "estíquico"; constituye un diálogo rápido y acelerado en el que a cada participante le corresponde un verso (cf, stijós "verso"), en lugar de una "resis" como en el "agón". Este diálogo verso a verso puede tener variantes más retardadas (dos versos dos versos) o mas aceleradas (mitad de verso mitad de verso). El dialogo estíquico tiene en principio una función de anticipación de la "resis" o "agón", aunque también puede constituir por sí misma un núcleo "agónico".
 

Parodia trágica
Estasimos

Se llama “estasimo” a los cantos del coro, una vez que éste había ocupado su lugar en la "orchestra" (o sea, todos excepto la "párodos") y que dividen un episodio de otro. Se ha querido ver una contradicción entre el nombre de "estásimo", derivado del verbo hístemi "estar de pie inmóvil", y el carácter de danza del coro. Quizá el nombre deriva del hecho de que el coro ya "estaba de pie" en la "orchestra", para diferenciar esta parte de la "párodos" que tiene un carácter procesional. Presenta métricamente un esquema de estrofa y antiestrofa, es decir, dos grupos de versos líricos que se corresponden métricamente (el primer verso del primer grupo con el primer verso del segundo, etc.) y que se repiten varias veces (estrofa 1, antiestrofa 1, estrofa 2, antiestrofa 2, etc.). Puede estar en ocasiones finalizado por un grupo de versos (o sea una estrofa) que no tiene correlato (sin antiestrofa) que, en ese caso, recibe el nombre de "epodo". Existen otros elementos que llamaremos mixtos, en el sentido de que son intervenciones del coro (que no del corifeo) con los actores. Dado que el coro siempre canta (pues cuando recita es el corifeo y no el coro), podemos encontrarnos con dos posibilidades: que al canto del coro le responda el actor con verso dialógico (no cantado), en cuyo caso llamamos a ello "epirrema", o que al canto del coro le responda el actor con otro canto (que recibe el nombre de "monodia"), a cuyo conjunto llamamos "kommos".

Éxodo

La última intervención del coro dentro de una obra suele recibir el nombre de "éxodo" y se caracteriza porque los elementos cantados y no cantados pueden alternar de forma inusual, de acorde con la aceleración de la acción.

 Estructura de la comedia

Escenas cómicas

En lo referente a la Comedia, lo fundamental es que el esquema argumental se invierte, dado que la tragedia intenta reflejar un conflicto, dando pasos desde el principio de la obra que introduzcan el enfrentamiento final, y es aquí donde suele ubicarse la parte fundamental de la acción. Pero en la comedia, la acción suele ocurrir al principio de la obra, siendo el resto una serie de consecuencias o escenas cómicas derivadas de la acción inicial

Parábasis

Por ello el prólogo suele ser más amplio aquí, ya que suele incluir la acción decisiva. El coro suele dividirse en dos semicoros y el corifeo es más independiente del coro, pudiendo entablar diálogo con el coro. Tras el prólogo suele venir el "kommation" o parte lírica (normalmente en anapestos) de transición en la que el coro despide a los actores y hace una llamada de atención para escuchar la siguiente parte que es la "parábasis". En ella el coro se quita la máscara, incluso el vestido, y habla directamente al público, exponiendo sus quejas sobre algún asunto político, que generalmente es el que da pie a la obra. Es la parte que utiliza el poeta para dirigirse al público, e incluso para contar su propia biografía y pide el favor del público para con su obra. Esto ha hecho pensar a algunos que la parábasis fuese originariamente el comienzo de la obra cómica. Lo fundamental es la ruptura de la ilusión escénica durante unos momentos para volver después a ponerse la máscara y continuar la obra. Suele estar en tetrámetros anapésticos. En ella se suele poner (pero a veces también en otras partes) el pnigos ("ahogar") que consiste en una serie de versos pronunciados de corrido, sin parar a respirar para que el actor luzca sus cualidades vocálicas y, en definitiva, artísticas. Viene a continuación una parte lírica denominada "oda" en la que se suelen presentar parodias de estilo trágico, burlándose de alguna tragedia en concreto. Tras ella encontramos el "epirrema", pronunciado por el corifeo mientras que el coro danza, con un contenido parecido a la parábasis, es decir, expresión de una queja, pero de un tono más intimista. Finalmente podemos encontrar una "antioda" y un "antiepirrema" que no son sino repeticiones de lo anterior.

Como vemos, la comedia, género posterior a la tragedia, contiene algunas partes inspiradas en ella (prólogo, agón, etc.). Las comedias de Aristófanes, las únicas que conocemos completas, presentan una trama muy simple: en la primera parte, el protagonista tiene una ocurrencia original que, no sin dificultades, intenta llevar a cabo; sigue la "parábasis", que representa una pausa en la acción y divide el drama en dos partes; en la segunda parte se asiste a una serie de escenas de bufa que tienen escasa ligazón entre sí, pero que son todas consecuencia del desarrollo de la ocurrencia original expuesta en la primera parte.