Actores de terracota
Épica, Lírica y Teatro

El tercero de los género poéticos creados por los griegos es el teatro. Esta designación de "género poético" puede chocarnos hoy, cuando el teatro es un género en prosa y precisamente en una prosa conversacional. Pero incluso dentro de nuestra literatura el teatro en prosa es reciente. En Grecia todo el teatro está escrito en verso y sus autores reciben precisamente el nombre de "poetas", como los de la épica y la lírica.
La cronología de los tres géneros poéticos de los griegos revela una sucesión de los mismos, aunque siempre hay una coincidencia temporal entre el final de un género y el comienzo del siguiente. En el s. VII a JC nace propiamente la lírica literaria y sigue componiéndose, al mismo tiempo, la épica posthomérica. A fines del s. VI nace en Atenas el teatro, pero continúa componiéndose lírica hasta mediados del s. V. El teatro continúa vivo hasta fines de ese siglo, por lo que se refiere a la tragedia, mientras que la comedia ocupa, con sus diferentes subgéneros, los siglos V y VI, hasta el comienzo del III. Hay que añadir que en la época helenística (III a JC), épica, lírica y teatro (tragedia) cobran nueva vida aunque sea con formas e intenciones diferentes y son cultivados simultáneamente, igual que luego en Roma, por influnecia griega.
Épica, lírica y teatro son géneros separados por rasgos diferenciales muy claros, pero hay que decir que tienen muchas formas en común. En realidad, el teatro y sobre todo, dentro de él, la tragedia, es una superación de épica y lírica y engloba los dos géneros.

Crátera de figuras rojas con escena teatral (400 aC.)
Elementos Épicos

Los temas de la tragedia están tomados siempre del mito heroico: lo habitual es que los poetas trágicos los tomaran bien de Homero,, sobre todo, de la épica posterior, el llamado "ciclo épico" (Tebaida sobre la campaña de los siete contra Tebas, las Argonáticas sobre esta expedición mítica, los Cantos Chipriotas sobre el origen de la guerra de Troya, la Pequeña Iliada sobre su final; son poemas perdidos para nosotros, pero bien conocidos por los trágicos atenienses.
En el Drama satírico también tenemos temas míticos, pero en clave burlesca, ya que interviene un coro de sátiros. (El Cíclope de Eurípides nos ofrece el tema del Cíclope cegado por Odiseo con ayuda de los sátiros). También en la Comedia hay frecuentes temas burlescos de base mitológica: sátira de Odiseo, de Heracles, de Hefesto.
En realidad la tragedia es fundamentalmente mito heroico (es decir, mito en que intervienen héroes a más de dioses) representado, a diferencia de la épica que lo narraba y de la lírica que lo celebraba. El drama satírico y la comedia lo son también, aunque en menor medida y con el ingrediente burlesco. Además, en la tragedia hay una imitación directa de ciertos elementos propios de la épica: así los parlamentos o relatos de Mensajero están cortados por el patrón de ciertos discursos de la épica. El lenguaje de la tragedia en general, aun siendo fundamentalmente ático en las partes dialogadas, está influido por el de Homero

Danzantes y flautista
Elementos Líricos

Una obra de teatro, sea del género que sea, consiste fundamentalmente en la intervención de un coro semejante a los de la lírica. Es un coro que entra en el teatro y canta una serie de corales lo mismo al entrar que durante su estancia en el teatro que a la salida. Este coro tiene un corifeo, es decir, un coreuta número uno, que habla a veces en su nombre. Y a su lado están los actores, que unas veces cantan mientras que otras recitan, dialogando entre sí o con el corifeo. Actúan, igual que el coro, en el semicírculo central del teatro (orquestra = "lugar de danza"); se les llama "cantores" (eso significa el final -odoi de las palabras trag-odoi y komo-doi que designan a los actores trágicos y cómicos respectivamente); y forman, en definitiva, parte del coro
En definitiva, una tragedia, un drama satírico, una comedia, consisten en una serie de actuaciones sucesivas, con canto y danza de un coro. Pero algunos de los miembros del coro en ocasiones no cantan, sino que recitan: son el corifeo y los actores, antiguos coreutas independizados del coro y que entre coral y coral dialogan en verso recitado. Esta parte recitada aumenta con el tiempo: en Esquilo la parte cantada es todavía aproximadamente de igual extensión a la recitada, luego se reduce cada vez más, hasta que en la comedia de Menandro el coro desaparece.

Poeta tocando el barbiton
Diferencias

Efectivamente, por mucho elemento lírico que haya en el teatro, resulta claro que es algo profundamente diferente. Diferente en su esencia, y no sólo porque el teatro haya una parte dialogada, no cantada, cada vez más extensa conforme transcurre el tiempo.
Esta diferencia está en la mímesis o "cambio de personalidad" de coro y actores. Los miembros del coro representan un "papel" distinto del de los ciudadanos atenienses que son: en el teatro "son" servidores del palacio real de Argos o bacantes o ranas o cautivas troyanas. Hay, pues, mímesis o "imitación”: los miembros del coro pierden su identidad personal, el espacio y el tiempo se desplazan; e igual ocurre con los actores. La nueva lírica que en el teatro hace vivir a los espectadores la ilusión de que antesí tienen a personajes heroicos o divinos o animales de otras épocas y lugares, que viven entre ellos un antiguo mito. Si un rapsoda épico se nos presenta en un festival diciendo: “Levántose al punto el poderoso héroe Agamenón Atrida, afligido, con las negras entrañas llenas de cólera y los ojos parecidos al relumbrante fuego: y encarando a Calcante de torva mirada, exclamó: “¡Adivino de males!, jamás me has anunciado nada grato”, podemos felicitarle y decir que su recitado es “dramático” si lo dice con sentimiento y convicción, pero no deja de ser el narrador de un relato. Pero si se nos presenta comenzando directamente: “¡Adivino de males!, jamás me has anunciado nada grato” es un actor y esto es un drama.. Y es que todo el teatro está centrado en el diálogo. Sólo porque hay diálogo y mímesis pueden los coros del teatro y los actores representar una acción mítica o calcada sobre otras de tipo mítico.
Tenemos noticias de la presencia de elementos miméticos en las intervenciones de coros que cantaban y danzaban en diversas fiestas; había también diálogo. Lo sucedido es que la lírica que se convirtió en literaria es fundamentalmente la coral y la monódica, lírica no representada y no mimética. En cambio, el teatro desarrolló los aspectos miméticos y dialógicos de los coros. Extendió el canto a expensas de la danza, que en la fiesta popular era la esencia.