Homero

 François Hédelin,, abad d´Aubignac
Una poesía oral

 

La literatura griega comienza en el s. VIII a.C. se debe simplemente a que fue entonces cuando los griegos adaptaron la escritura alfabética de los fenicios, lo cual no significa que carecieran de literatura durante los precedentes siglos ágrafos. La epopeya es la primera historia de Grecia, transmitida de boca en boca por una serie de aedos o cantores, que la han modificado hasta convertirla en leyenda. Los hechos narrados por Homero pertenecen a la época micénica, aunque él no sea de esa época, sino del s. VIII. Ello se debe a que Homero no hace sino llevar a su culminación una tradición de poesía oral, es decir, transmitida por el canto, no por la escritura. Esa tradición de poesía oral es la que ha conservado la memoria de las hazañas del pasado. Los aedos y Homero entre ellos las cantan en los palacios de los pequeños reyes y nobles que han sustituido a las monarquías micénicas. Esta clientela suya ve en los héroes celebrados a sus antepasados y modelos. Si se introducen inexactitudes, como que aparezca el hierro en batallas celebradas en la edad del Bronce o se mencionen los carros tirados por cuatro caballos, junto a los antiguos tirados por dos, eso no tiene importancia.

La cuestión homérica



Homero era para los antiguos el autor de la Iliada y la Odisea; a veces se le atribuían otros poemas épicos, como la Batracomaquia y el Margites. Tengamos en cuenta que a los antiguos les repugnaba el anonimato del mismo modo que la naturaleza aborrece el vacío, y una composición cuyo autor era desconocido (como fue el caso de un buen número de obras en la época arcaica) rápidamente se adscribía al más celebrado autor del género. Los debates sobre su existencia se han venido planteando desde la época Alejandrino hasta nuestros días. Muchos críticos han llegado incluso a negar la existencia de Homero, afirmando que sólo es un "nombre". Sin embargo la presencia del poeta se deja sentir en el tratamiento de datos legendarios y en la creación y reinterpretación de tipos, así como en la organización de los poemas (especialmente la ILIADA) centrados en torno a un tema. En cuanto a su vida, se cree que probablemente habría sido un rapsoda, y como tal, habría conocido algo de mundo, vinculado a las cortes principescas de su tiempo. Sobre las siete ciudades que se disputan el honor de ser su cuna, Esmirna tiene mucho a su favor, y, en todo caso, puede designar el ámbito poético del Asia Menor reflejado en los poemas. Una estancia prolongada en Quíos, así como su muerte en la isla de Ios, pueden ser datos históricos. Las noticias de su ceguera es un rasgo típico de su leyenda (era conocido por el sobrenombre "el que no ve", traducción literal de la palabra Homero). Creemos que la época de su creación corresponde a la segunda mitad del siglo VIII a. C. En opinión de los filólogos helenísticos "separatistas" (chorizontes) las dos obras no eran del mismo autor, argumento retomado posteriormente. Otros, denominados "unitarios", consideraban lo contrario. Incluso se ha dudado que existiera tal poeta. Desde finales del s. XVIII los filólogos se centraron en este problema ("cuestión homérica"). Incluso antes, en 1664, el abate d´Aubignac, emitió la hipótesis de que se trataba de cantos independientes, artificialmente unidos entre sí. Desde siempre se ha observado que el lenguaje de los poemas es una amalgama artificial creada a partir de distintos lugares y periodos del mundo griego. Desde la antigüedad ha sido enorme el interés por los poemas. Ya en época del tirano ateniense Pisístrato (550 aC) se mandó hacer su transcripción oficial y, desde entonces constituyeron el fundamento cultural de todo joven griego , siendo el aprendizaje de memoria de su poesía una parte esencial de la educación ordinaria. Muchos de los fragmentos de papiros homéricos proceden de copias escolares, pero otros muchos son de rollos primorosamente escritos, preciada posesión de hombres cultos.