Una posible definición |
Llegar a una definición del concepto "mito" resulta imprescindible para comprender dicho concepto. Sin embargo, el abanico de posibilidades es tan amplio como el número de autores que han intentado definirla desde perspectivas de estudio también muy amplias: la filosofía, la antropología, la etnología, la ciencia de las religiones, la psicología, la sociología, etc. Las dos más útiles nos lo definen como "una narración acerca de dioses y héroes" (Joseph Fontenrose, 1966) y como "un relato concerniente al origen del Mundo y de sus Instituciones" (Mircea Eliade, 1953).
Veamos algunas:
"Los mitos son narraciones que, en la sociedad dónde son contados, son
considerados verdaderos testimonios de aquello que sucedió al pasado".
William Bascom, Las formas del folclore.
"Por mitos entiendo explicaciones equivocadas de fenómenos, bien de la vida
humana o bien de la naturaleza externa". James G. Frazer , Introducción a la
Biblioteca de Apolodoro
"—En general, se puede decir:
a) que el mito, tal y como es vivido por las sociedades arcaicas, constituye la
historia de los hechos de seres sobrenaturales;
b) que la historia se considera absolutamente verdadera (porque se refiere a
realidades y sagrada (porque es obra de seres sobrenaturales);
c) que el mito implica siempre una 'creación': dice como algo ha venido en
existencia, o como un comportamiento, una institución o una manera de trabajar
fue establecida; esta es la razón por la cual los mitos constituyen paradigmas
para cada acto humano significativo;
d) que al conocer el mito se sabe el origen de cosas y puede así dominar cosas y
manipularlas voluntariamente; esto no es un conocimiento externo, abstracto,
sino un conocimiento que se vive ritualmente, ”recitando‘ el mito de una manera
ceremonial o realizando el ritual para el que sirve de justificación;
e) que de una manera o de otra se vive el mito, poseído por algo sagrado,
exaltando el poder de los acontecimientos que rememora y actualiza".Mircea
Eliade, Hacia una definición del mito.
"El mito, propiamente, se puede definir como una tentativa precientífica e
imaginativa de explicar un cierto fenómeno, verdadero o supuesto, que excita la
curiosidad del creador del mito, o quizás más exactamente como el esfuerzo por
llegar a una sensación de satisfacción en lugar del aturdimiento inquieto frente
a estos fenómenos“ H. J. Rose, The Oxford Classical Dictionary.
"El verdadero mito es una explicación de un cierto proceso natural hecho en
un periodo en qué tal explicación era religiosa y mágica más bien que
científica". T.B.L.Wester, La vida cotidiana de Atenas clasica.
"Convencionalmente se denomina mito, en sentido estricto, a una narración
referida a un estado de cosas anterior al actual y destinado, no a explicar una
particularidad local y limitada (esta es la función de una simple "leyenda
etiològica"), sino una ley orgánica de la naturaleza de las cosas“ Pierre Grimal,
Diccionario de la Mitología griega y romana.
Carlos García Gual nos da la siguiente "Mito es un relato tradicional que refiere la actuación memorable y ejemplar de unos personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso y lejano" (Introducción a la Mitología griega, Madrid 1992, Alianza Ed., p. 19). Pese a todo, el problema subsiste y los límites entre éste y el cuento, la saga, la leyenda, por no hablar de sus interrelaciones con la religión, el rito, etc., no están claros; resulta por ello recomendable no buscar lo peculiar del mito en el contenido, sino en la función. Veamos algunas definiciones y las funciones que le asignan:
Para M. Eliade el mito cuenta, relata un acontecimiento que ha tenido lugar en el tiempo primordial; dicho de otro modo, cómo, gracias a las hazañas de los seres sobrenaturales, una realidad ha venido a la existencia, son relatos de creación por obra sobrenatural. Es esta irrupción de lo sagrado lo que "fundamenta" realmente el mundo y la que lo hace tal como es hoy. Su función será la de revelar los modelos ejemplares de todos los ritos y actividades humanas significativas. Más radical resulta Bronislaw Malinowski para quien el mito no es una explicación destinada a satisfacer una curiosidad, sino un relato que hace "revivir" una realidad original. Su función será la de expresar, realzar y codificar las creencias, salvaguardar e imponer los principios morales y garantizar la eficacia de las ceremonias rituales.
Interpretaciones: Mito y Lenguaje |
Como el mito es una narración, muchos intentos de comprensión se han centrado en
su estructura lingüística. Hay quien busca el significado del mito en la
historia y estructura del lenguaje mismo.
El más famoso defensor del mito como ejemplo del desarrollo histórico del
lenguaje es Friedrich Max Müller, un estudioso alemán que cumplió la mayor parte
de su vida académica en Inglaterra, y cuyos trabajos más importantes tratan de
la religión y los mitos de la India. Müller creía que en los textos védicos de
la antigua India, los dioses y sus acciones no representan seres o hechos
reales, sino que son productos de una confusión del lenguaje humano, de un
intento, a través de imágenes sensuales y visuales, de dar expresión a los
fenómenos naturales (como el trueno o el mar).
Más reciente es la construcción del modelo lingüístico estructural, a partir de
las obras del lingüista suizo Ferdinand de Saussure, del rusoamericano Roman
Jakobson y del folclorista americano Stith Thompson. Los lingüistas de esta
corriente interpretan el significado total del lenguaje como un sistema lógico
interno. Examinan en particular la relación entre dos niveles de lenguaje: por
un lado, las palabras y el contenido que realmente transmiten, por otro, la
estructura sistemática subyacente: gramática, sintaxis y otras normas de la
lengua. El estudioso más importante del mito desde esta perspectiva fue el
antropólogo francés Claude Lévi-Strauss. Para él, el Mito representaba un caso
especial de uso lingüístico, un tercer nivel más allá de la narración
superficial y de la estructura subyacente. En el Mito, descubrió ciertos grupos
de relaciones que, aunque expresados en el contenido narrativo y dramático,
obedecen el orden sistemático de la estructura del lenguaje. Afirmaba que la
misma forma lógica está presente en todos los lenguajes y culturas, en obras
científicas tanto como en mitos tribales.
Interpretaciones: Mito y Conocimiento |
Las teorías que afirman que el mito constituye una forma y una vía de
conocimiento son tan antiguas como la interpretación misma del mito. Los
filósofos clásicos griegos señalaron la imbricación de los modos mítico y
racional. En las formulaciones de la relación entre mito y conocimiento, se
presentan dos tendencias fundamentales. En la primera, el mito es examinado como
un asunto intelectual y lógico. En la segunda, el mito es estudiado en su
significado imaginativo e intuitivo, sea como un modo de percepción diferente de
las formas racionales y lógicas de conocimiento, o como uno que precede al
conocimiento racional en la evolución intelectual humana.
Una de las figuras fundamentales de la antropología británica, sir Edward
Burnett Tylor, pensaba que el mito en las culturas arcaicas estaba basado en una
ilusión psicológica y en una inferencia lógica errada, a partir de una confusión
de la realidad subjetiva y objetiva, de lo real y lo ideal. Tylor creía que el
mito, aunque ilógico, tenía valor moral.
Marett situó el significado del mito en una fase intelectual anterior al
surgimiento de la conciencia racional. El filósofo francés Lucien Lévy-Bruhl
desarrolló posteriormente la noción de mentalidad prelógica como una explicación
del mito. Lévy-Bruhl sostenía que la gente de las culturas arcaicas experimenta
el mundo sin la ventaja de las categorías lógicas, que ellos alcanzan su
conocimiento del mundo a través de la participación mística en la realidad, y
que este conocimiento se expresa en mitos.
El investigador escocés del siglo XIX, Andrew Lang, y el antropólogo alemán
Wilhelm Schmidt advirtieron en la literatura etnográfica la presencia frecuente
de un dios superior, una divinidad que creaba el mundo y después se distanciaba
de él. Observaban en los mitos una distinción entre este tipo de divinidad y las
otras divinidades y espíritus. Argumentaban que este concepto de un creador
provenía de la contemplación metafísica e intelectual y no de una evolución del
pensamiento de lo prelógico a lo racional. En su formulación, los mitos abarcan
algo lo racional-lógico y lo intuitivo al mismo tiempo.
El rumano Mircea Eliade, historiador de las religiones, ofreció una visión
comprensiva y definitiva del mito como algo lógico-racional e
intuitivo-imaginativo al mismo tiempo. En la interpretación de Eliade, el mito
revela una ontología primitiva, una explicación de la naturaleza del ser. El
mito, por medio de símbolos, expresa un conocimiento que es completo y
coherente; aunque los mitos puedan trivializarse y vulgarizarse a través de los
siglos, la gente puede usarlos para volver al principio del tiempo y redescubrir
y volver a experimentar su propia naturaleza. Para el filósofo francés Paul
Ricoeur, el mito, expresado en símbolos, es necesario para una seria valoración
de los orígenes, procesos y abismos del pensamiento humano.
Interpretaciones: Mito y Sociedad |
La comprensión filosófica y especulativa del mito, plantea la cuestión del
vínculo entre mito y sociedad, como la del filósofo italiano Giambattista Vico,
Vico expuso una teoría de cuatro etapas para el desarrollo del mito y la
religión en Grecia. La primera etapa expresaba la divinización de la naturaleza:
el trueno y los cielos se convierten en Zeus, y el mar se convierte en Poseidón.
En la segunda etapa, aparecen los dioses relacionados con la domesticación y la
dominación de la naturaleza: Hefesto, dios del fuego, Démeter, diosa del grano.
En la tercera etapa, los dioses encarnan las instituciones y grupos civiles:
Hera, por ejemplo, es la institución del matrimonio. La cuarta etapa se expresa
en la total humanización de los dioses, tal como se encuentra en Homero.
El sociólogo francés Emile Durkheim, al examinar la relación del mito con la
sociedad, recurre a datos de las culturas aborígenes australianas. Durkheim
rechaza la noción de que el mito surge de manifestaciones extraordinarias de la
naturaleza. Para él, la naturaleza era un modelo de regularidad y, por tanto, es
predecible y representa el ciclo de lo ordinario. Concluía que los mitos surgen
como respuesta humana a la existencia social. Expresan la manera como la
sociedad representa a la humanidad y al mundo, y constituyen a la vez un sistema
moral, una cosmología, así como una historia. Los mitos y los ritos derivados de
ellos sostienen y renuevan estas y otras creencias morales, evitando que sean
olvidadas, y fortaleciendo a las personas en su naturaleza social.
El antropólogo británico nacido en Polonia Bronislaw Malinowski elaboró aún más
esta concepción sociológica del mito. Para Malinowski, el mito cumple en las
sociedades arcaicas y tribales una función indispensable: expresa, incrementa y
codifica la creencia, salvaguarda y refuerza la moralidad, y contiene reglas
prácticas para la guía de los individuos en estas culturas.
La aceptación del significado sociológico del mito es universal entre los
antropólogos. Esta aceptación no implica, sin embargo, que se considere al mito
como una función de la sociedad humana. En realidad, mito y sociedad coexisten;
el orden sociopolítico puede entenderse como un reflejo inexacto del orden
social o cósmico que se encuentra en los mitos, y éstos dan legitimidad al orden
de la sociedad.
El antropólogo británico sir James Frazer, en The Golden Bough (La rama dorada,
1890), sugirió primero la relación del mito con el ritual. Su teoría sirvió para
explicar el significado del mito en las sociedades letradas. El holandés Henri Frankfort, el estadounidense Theodor Gaster y el danés Thorkild Jacobsen
aplicaron los hallazgos antropológicos para comprender la religión y la sociedad
de las culturas del antiguo Oriente Próximo, donde se desarrollaron algunas de
las más arcaicas sociedades agrícolas de la historia humana. Jacobsen señaló que
la imaginativa percepción mítica de las plantas era la base práctica y
filosófica para la domesticación de la vida vegetal, y que la agricultura misma
formaba parte de una percepción tanto del orden cósmico como de la estructura de
la sociedad.
El lingüista francés Georges Dumézil, llevó a cabo extensas investigaciones
sobre el mito indoeuropeo en las culturas india, griega, romana, alemana y
escandinava, entre otras, y dedujo una estructura cosmosociológica común a cada
una de esas variantes míticas. Encontró en todas las formas del mito indoeuropeo
una estructura tripartita, con un sacerdote o soberano en la cúspide de la
jerarquía, guerreros en el medio, y granjeros, pastores y artesanos en la base.
Estas clases estaban relacionadas con divinidades cósmicas, y en la forma
narrativa de la épica aparecen dramatizadas las interrelaciones, antagonismos y
conflictos entre estas tres clases. Dumézil no afirma que todas las sociedades
indoeuropeas posean esta estructura social empíricamente, sino que esta
estructura actúa como un lenguaje arquetípico para la enunciación de
significados ideales dentro de las culturas indoeuropeas.
El filósofo alemán Ernst Cassirer elaboró las nociones acerca de los aspectos
lógico-intelectuales e intuituivo-imaginativos del mito en su estudio de los
significados del mito y del grupo social. Apoyó además a quienes dicen que el
mito surge de las emociones. Insistió, sin embargo, en que el mito no es
idéntico a la emoción de la que surge, sino que es expresión -objetivación- de
la emoción. En esta expresión u objetivación, la identidad y valores básicos del
grupo reciben un significado absoluto. Cassirer creía que el mito y los modos
míticos de pensamiento forman un profundo sustrato en las culturas científicas y
tecnológicas de Occidente.
Interpretaciones: Mito y Psicología |
La psicología encontró en el mito material para delinear la estructura, el orden
y los mecanismos tanto de la vida psíquica de los individuos como del
inconsciente colectivo de la sociedad. Sigmund Freud utilizó temas de las
estructuras mitológicas más antiguas para ejemplificar los conflictos y
mecanismos de la vida psíquica inconsciente (por ejemplo, en sus complejos de
Edipo y de Electra). Carl Jung, en sus interpretaciones psicológicas del vasto
cuerpo de mitos recogidos de diferentes culturas de todo el mundo, consideró
evidente la existencia de un inconsciente colectivo que todos comparten.
Desarrolló la teoría de los arquetipos -modelos de influencia decisiva, y a la
vez emociones e ideas -que se expresan en conducta e imágenes. Tanto Jung como
Freud consideraron los sueños como expresiones de la estructura y mecanismos de
la vida del inconsciente. El sueño, señalaban, se asemeja en muchos de sus
detalles a la narración del mito en culturas en las que éste aún expresa la
totalidad de la vida.
Géza Róheim, un antropólogo húngaro, aplicó la teoría freudiana a la
interpretación de mitos y religiones arcaicas y, más en general, a la
explicación del desarrollo de la cultura humana. El estudio más extenso de los
mitos desde la perspectiva de la psicología, sin embargo, corresponde al
investigador estadounidense Joseph Campbell. En Las máscaras de Dios (4 vols.,
1959-1967), combinó hallazgos de la psicología profunda,
teorías de difusión histórica, y análisis lingüísticos - desde la perspectiva de
los mecanismos que se encuentran en las formas míticas de expresión-, para
formular una teoría general del origen, desarrollo y unidad de todas las
culturas humanas.