UNIVERSIDAD DE ALMERÍA
ÁREA DE FILOLOGÍA GRIEGA
Biblioteca Básica

HOMERO, ILIADA
Canto 8
Libro VII            Libro IX            Índice
v.1
v.60
v.112
v.161
v.228
v.281
v.350
v.397
v.457
v.510



Resumen:

Con el libro VIII, la historia de la Ilíada entra en un nuevo estadio, marcado por la intervención directa de Zeus. Hasta ahora, no había tomado ninguna iniciativa tendente a cumplir la promesa que le había hecho a Tetis, aparte de enviar el sueño que llevó al ejército griego nuevamente al campo de batalla. Los otros dioses, por el contrario, habían tenido participación activa ayudando a sus favoritos sin llegar a un resultado definitivo. Zeus les prohíbe ahora socorrer a cualquiera de las partes y él mismo baja al Monte Ida para asegurar la victoria de los troyanos (1-52). Arroja sus rayos a los griegos y hace que huyan ante Héctor. Diomedes resiste, pero tiene que ceder ante el trueno (53-197). Cuando los griegos son empujados a su nuevo terraplén, Zeus ceja por un momento y ellos se detienen. Teucro rinde buenos servicios con sus flechas, hasta que Héctor lo golpea con una piedra y, una vez más, los troyanos acosan las líneas griegas. (198-349). Entonces, dos diosas, Hera y Atenea, intentan ir en rescate de los griegos, pero Zeus las llama (350-483). Finalmente, la noche interrumpe la batalla y los troyanos acampan en el campo de batalla (484-585).