UNIVERSIDAD DE
ALMERÍA |
ESQUILO, LAS COÉFORAS Índice |
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v.1 v.80 v.150 v.250 v.220 v.280 v.370 v.460 v.520 v.590 v.670 v.740 v.800 v.930 v.990 v.1076 |
Pasados unos años, Orestes, el hijo de Agamenón, ya adulto, después de años de exilio en casa del padre de Pílades, regresa a Argos para vengar a su padre, siguiendo las instrucciones del dios Apolo. Llega a la tumba de su padre y le ofrenda un rizo de su cabello; los dos se esconden a un lado mientras que Electra, la hermana de Orestes y un coro de sirvientas se aproximan para verter libaciones en la tumba. Electra reconoce el rizo y una huella como de su hermano. Orestes sale de su escondite y tiene lugar el reconocimiento y encuentro entre los dos hermanos. Piden ayuda a su padre muerto en la ejecución de su venganza: Orestes y Pílades, fingiéndose viajeros que traen la noticia de la muerte de Orestes, entran en palacio. Llaman a Egisto y cuando llega es asesinado por Orestes. Clitemestra implora a su hijo que le perdone la vida y, por un momento, Orestes duda; pero Pílades, en su único discurso, le recuerda el mandato de Apolo y Orestes la arrastra al interior y la mata. Mientras está justificando su acción ve cómo se le acercan las Erinias (Furias), diosas con forma de perro que persiguen a los que cometen delitos de sangre, y huye de ellas. |
Orestes, Electra y Pílades ante la tumba de Agamenón
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