UNIVERSIDAD DE
ALMERÍA |
ARISTÓFANES, PLUTO Índice |
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Crémilo está tan indignado al ver que los malvados acumulan riquezas mientras los hombres honrados permanecen en la pobreza que, acompañado de su esclavo Carión, ha ido a consultar al oráculo délfico si debe educar a su hijo para ser bueno o para ser malo, en el caso de que esto último le haga triunfar en la vida. El dios aconseja a Crémilo abordar a la primera persona que se encuentre al salir del santuario, y la invite a entrar en su casa. Esa persona resulta ser un anciano ciego; importunado por Crémilo y Carión revela que es Pluto, dios de la Riqueza, a quien Zeus, por su aversión a los hombres, ha privado de la vista, de manera que, siendo incapaz de distinguir a los buenos de los malos, los ha de recompensar de forma indiscriminada, sin consideración a la virtud. Crémilo decide devolver la vista a Pluto, para que se acerque sólo a los hombres honrados. Pluto se ateroriza ante la venganza de Zeus, pero le persuade de que él mismo es más poderoso que este dios: puede acabar con los sacrificios de Zeus, al no proveer a los hombres del dinero necesario para comprarlos. Entonces Pluto consiente en que se le lleve al templo de Asclepio para curarse. Interviene la diosa Pobreza y trata de amedrentar a Crémilo, indicándole los desastrosos efectos de lo que se propone realizar, pues ha sido la Pobreza, principio de todo esfuerzo y virtud, la que ha hecho de Grecia lo que es. Mas Crémilo no se deja convencer y, junto con Carión, conduce a Pluto hacia el templo. Carión regresa para contar a la esposa de Crémilo el éxito de la curación con muchos detalles divertidos. Enseguida llega Pluto y enriquece la casa de Crémilo. Luego acude una serie de visitas: un hombre honrado, que había sido pobre largo tiempo, ahora ha prosperado; un delator, despechado al verse empobrecido; una vieja, que ha perdido a su joven amante, pues éste ya no necesita más su dinero; el dios Hermes, con un hambre atroz; por último, el sacerdote de Zeus, que también está hambriento, puesto que ya no puede quedarse con la parte correspondiente de los sacrificios. Crémilo busca identificar a Pluto y sugiere instalar a Pluto en el Tesoro de la Acrópolis. A continuación tiene lugar una procesión con dicho propósito. |
Escenacómica |