UNIVERSIDAD DE ALMERÍA
ÁREA DE FILOLOGÍA GRIEGA
Biblioteca Básica
 

ARISTÓFANES, LISÍSTRATA

              Índice
 
v.1
v.70
v.140
v.210
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Resumen:

Era ésta una época inquietante para Atenas: la expedición de Atenas a Sicilia había fracasado el 413 y una gran parte de su imperio se había rebelado y su enemiga Esparta había logrado una ventajosa alianza con el sátrapa persa Tisafernes. Pero aunque Atenas estaba seriamente debilitada, no había peligro inmediato de derrumbamiento: de momento podía resistir. La obra es una expresión del deseo natural de paz, siempre que se pueda lograr con compromiso, sin exponer a Atenas a un peligro real. No contiene PARÁBASIS, lo que supone el principio de un cambio en la forma de la Comedia Antigua. No habiendo podido los hombres acabar con la guerra, se le ocurre a Lisístrata ("Dispersora de ejércitos") que las mujeres deben tomar el control de los asuntos y forzar una paz, en primer lugar eludiendo las relaciones sexuales y segundo tomando posesión de la Acrópolis y de la reserva de dinero del Estado en el Partenón, sin el cual la actividad bélica ateniense se vendría abajo. Reúne a las nujeres, incluyendo a Lampito de Esparta y mujeres de otros Estados enemigos. Después de algunas reticencias aceptan su proyecto y juran llevarlo a cabo. Los extranjeros marchan a sus propios países y Lisístrata, junto con las esposas atenienses, ocupa la Acrópolis, que ya ha sido tomada por un grupo de mujeres mayores. Un coro de hombres viejos intenta reconquistarla, pero son disuadidos por un segundo coro de ancianas con cubos de agua. Un Comisario (proboulos) viejo es también rechazado junto con su grupo de arqueros escitas (la fuerza policial de Atenas). En lugar de una PARÁBASIS los dos coros intercambian insultos. Entonces Lisístrata se ve en la obligación de animar a las mujeres, que intentan escabullirse, a seguir hasta el final. Un marido ansioso, Cinesias, viene a recobrar a su mujer Mirrina, es seducido por ella y finalmente engañado, mientras ella vuelve a la Acrópolis. Un heraldo de Esparta, igualmente desolado, viene a anunciar la intención de su país de pedir la paz, y a esto sigue una conferencia entre ambas partes. Lisístrata les regaña y les insta a la reconciliación, la paz se consigue y atenienses y espartanos van a la Acrópolis a celebrar un banquete.

 

 


Escena erótica