No Culpes a Nadie
Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente
tú has hecho lo que querías de tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de
empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre
surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala
con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado
de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote
como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno
para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así
como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta
situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa
menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas
sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que
el más de los obstáculos, mírate en el
espejo de ti mismo y serás libre y fuerte, y dejarás
de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo
eres tu destino.
Levántate y mira al sol por las mañanas y respira
la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida; nunca pienses
en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda
¿Quién muere?
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien
no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no
le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere
el negro sobre el blanco y los puntos sobres las ies
a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el
brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones de
los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está
infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo
incierto para ir detrás de ese sueño que lo
está desvelando, quien no se permite por lo menos una
vez en la vida huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se
deja ayudar.
Muere lentamente quien pasa los días quejándose
de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
quien no pregunta sobre un asunto que desconoce o no responde
cuando lo indagan sobre algo que sabe.
Muere lentamente quien no revive recuerdos y sigue emocionándose
como si lo estuviera viviendo en ese momento.
Muere lentamente quien no intenta superarse, quien no aprende
de las piedras del camino de la vida, quien no ama y deja
de amar.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que
estar vivos exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho
de respirar.
Pablo Neruda
Quiero
Quiero que me oigas;
sin juzgarme
Quiero que opines;
sin aconsejarme
Quiero que confíes en mí;
sin exigirme
Quiero que me ayudes;
sin intentar decidir por mi
Quiero que me cuides;
sin anularme
Quiero que me mires;
sin proyectar tus cosas en mí
Quiero que me abraces;
sin asfixiarme
Quiero que me animes;
sin empujarme
Quiero que me sostengas;
sin hacerte cargo de mi
Quiero que me protejas;
sin mentiras
Quiero que te acerques;
sin invadirme
Quiero...que conozcas las cosas mías que más
te disgusten,
que las aceptes y no pretendas cambiarlas
Quiero que sepas que hoy...
Hoy puedes contar conmigo;
sin condiciones.
Jorge Bucay
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