Volumen 19. julio 2010. |
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CGT boletín Informativo en la UAL |
Pdi |
COMUNICADO CGT ENSEÑANZA
El Ministerio de Educación confirma que “La repetición de curso no sirve para mejorar los resultados escolares”. A raíz de las conclusiones, publicadas hace días, y que extrae de los resultados de las pruebas de rendimiento escolar aplicadas a alumnos de 4º de primera en 2009. En las conclusiones a las que llegan los políticos encargados de la educación en los gobiernos socialistas, se dice: “el informe desvela que los estudiantes que han repetido un curso, están, de media, a un nivel por debajo que el de los demás en las cuatro competencias”. Esta conclusión es coincidente con la reflejadas en los informes de la OCDE sobre la educación: “El alumnado repetidor no mejora sus resultados”. Por ello es evidente que no tiene sentido la tendencia que, desde la publicación de la LOGSE, se ha ido produciendo para aumentar las posibilidades de repetición de curso por parte del alumnado. Esta tendencia está provocando que en el primero curso de la Educación Secundaria sea posible que estén escolarizados alumnos que se lleven hasta tres años de edad, es decir, alumnos con 16 años (Tri-repetidores) conviviendo con alumnos recién llegados a los IES desde la educación primaria con 12 o 13 años. Lo que supone un desajuste en la convivencia de los grupos. Por otro lado los políticos llegan a una conclusión excesivamente obvia, tanto que hay que releerla porque no se explica el lector que llegue a escribirse esta verdad de “Perogrullo”. “los alumnos que aspiran a alcanzar mayores niveles de formación (FP de Grado Superior o Universidad) obtienen mejores resultados que aquellos que piensan abandonar los estudios al finalizar la etapa obligatoria”. No haría falta ser un “lince” para comprender la relación entre las expectativas personales y el rendimiento educativo, no obstante lo interesante de la indagación nos llevaría a conocer por qué el sistema educativo produce ( o contribuye a crear) estas diferentes expectativas entre el alumnado, así como las variables socio-económicas-culturales que se encuentran en el origen las aspiraciones del alumnado bien de proseguir estudios posteriores o de abandonar el sistema educativo. El efecto no deseado de una escolarización que produce “hartura de escuela” es el nudo fundamental para poder explicar y después mejorar, la situación de fracaso personal y social que supone el abandono escolar. CGT viene denunciando el papel legitimador del sistema educativo de las desigualdades sociales, al no producir efectos compensadores de las mismas y guiarse por el principio claramente “neoliberal” de Igualdad de Oportunidades. Nada hay nada más injusto que tratar de igual forma las diferencias. Por ello CGT entiende que el principio de “igualdad de oportunidades” solo puede materializarse cuando se haya consolidado uno anterior: De cada cual según su capacidad y a cada cual según su necesidad.
Fdo. Rafael Fenoy Rico Secretario de jurídica y comunicación CGT Enseñanza |