El
objetivo del presente plan es el de servir como procedimiento operativo
ante situaciones de emergencia para personas o bienes, del tipo que se
describirá posteriormente, que evite o minimice los posibles daños.
Este
plan será de aplicación para todas las personas que se encuentren, en
el momento de ocurrir el siniestro, en un edificio de la Universidad de
Almería. Así mismo aplicará a todo el personal que se detallará, cuya
participación está prevista en el plan.
Este
plan de edificio queda integrado en el Plan Superior de Emergencias
de la Universidad.
Cuando
se produzca una situación de emergencia en el edificio, se activarán
los procedimientos operativos contenidos en el presente plan.
Cuando
se prevea que un evento en el edificio pueda involucrar a ámbitos superiores,
o cuando las especiales circunstancias lo aconsejen, podrán activarse
además los mecanismos de respuesta de nivel superior recogidos en el
citado Plan Superior de Emergencias de la Universidad.
Queda estructurado de la forma que se indica.
se establecen determinados principios relativos a las emergencias.
Este
documento tendrá una distribución adecuada y selectiva que alcance en
las partes que les afecten a las personas y equipos previstos en el plan
con el objeto de que conozcan sus misiones mediante los canales previstos.
El
edificio alberga un uso como salón de pública concurrencia.
Se
sitúa en la zona sur del campus.
El
edificio se encuentra aislado, con posibles influencias mutuas sobre los
edificios contíguos (Aularios).
La
cota cero se encuentra en la rasante de calle, excepto la zona del escenario,
en que está ligeramente sobreelevada.
La
superficie aproximada en planta es de 400 metros cuadrados.
Consta
de dos plantas: La planta baja, constituida por zonas de servicios ,acceso
y aseos y la planta primera constituida por la zona de público (butacas).
Planta baja: 400 (escenario, pasillos, vestíbulos, almacén bajo grada)
Planta primera: 400 (gradas y platea)
Configuración
de la edificación: edificación exenta con disposición de graderío como
patio de butacas.
Sectores
de incendios: edificio exento.
Salidas
y/o accesos: 4.
Frontales: a ambos lados del escenario. Fácilmente identificables;
con acceso directo desde pasillo central del graderío.
Traseras: a ambos lados, opuestas a las anteriores; situadas bajo
el graderío, a través de pasillos en rampa.
Condiciones
funcionales (actividades y servicios)
Se
identifican las siguientes:
Planta
baja: Acceso, aseos, almacén y vestíbulo. Copistería
al dorso.
Planta
primera: Público (butacas en grada y plateas).
Instalaciones singulares
INSTALACIONES
SINGULARES
Instalaciones
eléctricas
X
Iluminación
X
Fontanería
y saneamiento
X
Protección
contra incendios
X
Detección
X
Aire
acondicionado
X
Almacenamientos
En
cuanto a almacenamientos solo cabe señalar un pequeño almacén bajo el
graderío, sin cargas de fuego especialmente dignas de mención.
En
la parte trasera existe una copistería, aislada del uso de pública concurrencia,
pero integrada en el edificio.
Elementos
con alto valor económico, estratégico o administrativo
No
cabe nada que señalar en este apartado.
PROTECCION
CONTRA INCENDIOS
Elementos
del sistema
La
protección contra incendios consta de:
Constituye un sector único (recinto exento)
Alumbrado de emergencia. Operativo
BIES (secas) y extintores.
Detección y alarma. Central de alarma.
El
edificio tiene señalización de emergencia (vías de evacuación) pero es
insuficiente. Es necesario mejorarla dentro de las actividades del pla.
Las puertas de emergencia carecen de barras antipánico.
CONDICIONES
DE EVACUACIÓN
Ocupación
Para
determinar la ocupación de los locales, plantas y edificios se han considerado
las densidades de ocupación establecidas en la norma básica de protección
contra incendios NBE-CPI-96 que señala las siguientes
DENSIDADES
DE OCUPACIÓN (m2/persona)
RECINTOS
O ZONAS DE DENSIDAD ELEVADA
0,25
Espectadores
de pie
0,5
Espectadores
sentados
1,00
Zonas
públicas de bares, cafeterías.
1,50
Salones
de estar, comedores, aulas.
2,00
Salas
de espera, bibliotecas, vestíbulos generales, vestuarios.
5,00
Laboratorios,
talleres, gimnasios, salas de dibujo.
RECINTOS,
ZONAS O EDIFICIOS DE BAJA DENSIDAD
0
Ocupación
nula
10
Oficinas,
zonas de hospitalización, centros docentes
20
Zonas
de servicio en bares y cafeterías
40
Archivos,
almacenes, garajes
Para el cálculo de los flujos se han tomado como origen los datos siguientes:
Recorrido horizontal (pasillos y puertas): 80 personas por minuto
y metro.
Recorrido vertical (escaleras y rampas):
Descendente: 65 personas por minuto y metro.
Ascendente: (65-4h)
personas por minuto y metro, donde “h” es la altura de evacuación.
Partiendo
de los datos anteriores se han calculado las ocupaciones que siguen a
continuación:
OCUPACION
Planta
Usos
M2
Ocupación
Baja
Almacén
(75 m2) y Vestíbulo y resto (325 m2). En almacén
1 persona/40 m2. Resto aforo de planta primera.
400
62
Primera
Pública
concurrencia. Ocupación = aforo
400
338
TOTAL
800
400
Medios
de evacuación
Los
medios de evacuación de los que se dispone son los siguientes:
SALIDAS
Salida
Denominación
Edificio
Salida
principal derecha
E1
Salida
principal izquierda
E2
Salida
trasera derecha
E3
Salida
trasera izquierda
E4
Salida
principal central trasesra (solo para copistería)
Teniendo en consideración los aspectos que caracterizan a la planificación
de las emergencias, se formulan los siguientes principios directores:
Cualquier
suceso ha de controlarse, a ser posible, en fase de conato
(de forma inmediata). Ello exige una detección temprana cuando el
suceso se encuentra en grado incipiente.
Asegurar
la evacuación. Ante cualquier suceso la seguridad de los
ocupantes ha de quedar garantizada y por lo tanto su evacuación
asegurada.
Cualquier
suceso que no sea controlable de forma inmediata o en el que no
exista certeza de su control en la fase de conato de emergencia,
llevará aparejada la activación inmediata de los niveles de respuesta
de emergencia limitada o general –descritos más adelante-. Tan relevante
o más que las propias intervenciones son garantizar los avisos
previstos en cada caso.
En
cualquier momento las instalaciones y los equipos han de quedar
dispuestos de la manera más favorable a la seguridad.
Como
norma general, cabe distinguir dos periodos a los efectos operativos de
la emergencia:
PERIODO
LECTIVO
PERIODO
NO LECTIVO
PERIODOS
LECTIVOS
Comprende
los días y bandas horarias en las que se desarrolla la actividad universitaria.
Se
caracterizan por la elevada concurrencia de personas y porque, durante
ellos, se llevan a cabo las actividades docentes y no docentes de la Universidad.
Este
plan operativo da respuesta específica a los períodos lectivos.
PERIODOS
NO LECTIVOS
Se
corresponden con los días y bandas horarias en los que no hay actividad.
La
presencia de personas se reduce, salvo excepciones, al mínimo y tiene
por objetivo actividades muy concretas (relacionadas con la función universitaria)
o aquellas propias del mantenimiento y control o la seguridad en el campus
y los edificios.
Como
norma general, durante estos periodos las respuestas operativas descansan
sobre el personal del Equipo de Vigilancia y Seguridad. Pueden presentarse
el mismo tipo de sucesos que durante los periodos lectivos, pero la ausencia
de personas y la reducción de efectivos presupone el establecimiento de
unos mecanismos de respuesta distintos, aunque coincidentes en lo esencial.
Incidente con maquinaria, equipamiento o instalación (con o sin heridos)
Fallo en el suministro de energía eléctrica
Previsión de riesgo por fenómeno metereológico
Terremoto
Caída de aeronave
Evacuación
Activaciones desde el nivel superior
Frente
a cualquier otro suceso no tenido en cuenta, o distinto de los anteriores,
se tratará de adaptar la organización y secuencia de operaciones aquí
establecidas.
Suceso
que para ser dominado requiere la actuación de toda la organización
prevista
2
EMERGENCIA
GENERAL
Suceso
que no ha podido ser controlado en las fases anteriores mediante
el dispositivo operativo previsto y requiere el concurso de la Ayuda
Externa
TIPO
0. CONATO DE EMERGENCIA
Incidencia
o accidente con inmediato control.
Corresponde
a un suceso que puede ser controlado y dominado de forma sencilla y rápida
por el personal de primera intervención previsto con los recursos disponibles.
El
alcance y la probable afectación, puede aconsejar despejar el área del
escenario, quedando esta decisión a juicio del personal participante,
que siempre contará con dicha posibilidad.
Como
ejemplos de conato cabe citar el incendio de una papelera, la actuación
del Equipo de Seguridad frente a un suceso de origen antisocial de baja
repercusión o influencia, o la avería de una instalación sin heridos.
TIPO
1. EMERGENCIA LIMITADA
Suceso
que, para ser dominado, requiere la actuación de toda la organización
y de los equipos de segunda intervención y, en su caso, de evacuación
Si
se presagia que el suceso no será controlado, o que puede evolucionar
desfavorablemente, podrá alertarse de manera preventiva y para disminuir
los tiempos de respuesta, a la Ayuda Externa que pueda considerarse necesaria.
Es
muy probable la necesidad de evacuar el edificio y por ello se dispondrá
la organización y los medios para la evacuación. Puede que exista tiempo
para realizar una evacuación ordenada.
Un
caso típico es el incendio de un aula, un laboratorio, un almacén o similar.
Para su sofocación se hace necesario el empleo de material móvil en cantidad
apreciable (5 o 6 extintores y/o carros extintores), material fijo como
Bies y acciones complementarias (evacuación de humos, etc.).
TIPO
2. EMERGENCIA GENERAL
El
suceso no ha podido ser controlado en las fases anteriores mediante el
dispositivo operativo propio y es necesario el concurso de la Ayuda Externa.
Se
precisará la evacuación del edificio o de la zona siniestrada y el empleo
de la totalidad de los medios de protección existentes, además de los
que aporte la Ayuda Externa especializada.
Para
alcanzar esta situación se deberá haber superado los escalones anteriores,
conato y emergencia parcial, si el evento no se ha producido de forma
súbita y con una magnitud desproporcionada. La organización está obligada
a emplear todos los esfuerzos para controlar el suceso.
Es quien declara la emergencia y ordena la evacuación.
Deberá comunicar con gestor de Autoprotección.
Asegurará el cumplimiento eficaz de las actividades y operaciones
propuestas en las emergencias (alerta, intervención, alarma y evacuación,
comunicación con la Ayuda Externa).
Garantizará la coordinación y la cooperación entre los integrantes
de los equipos operativos y la adecuada toma de decisiones.
Así mismo, deberá tomar las medidas para posibilitar la vuelta a la
actividad normal sin riesgo de repetición del incidente.
Tendrá un sustituto que cubra sus ausencias.
CENTRO
DE COMUNICACIONES Y CONTROL (CCC)
Atenderá las comunicaciones bajo la dirección del Jefe de Emergencia.
Realizará toda la labor de comunicación e información bajo la supervisión,
y siguiendo las instrucciones, del Jefe de Emergencia.
Avisará al Jefe de Emergencia y a los equipos que este le indique.
Efectuará las llamadas para solicitar la presencia y el concurso de
la Ayuda Externa.
Su teléfono es el 84112
EQUIPO
DE PRIMERA INTERVENCIÓN (EPI)
Primer
escalón de la intervención.
Ante
la voz de alerta, es el responsable de:
Las primeras actuaciones para controlar o mitigar la situación y evitar
una evolución desfavorable,
de los primeros auxilios y de la atención a los heridos.
Estará
formado por las personas que se indican en el documento Equipos de Intervención,
generalmente por personal de conserjería del edificio.
EQUIPO
DE SEGUNDA INTERVENCIÓN (ESI)
Segundo
escalón de la intervención.
Actuará,
una vez se le notifique que se ha producido la situación de emergencia,
en razón al tipo de emergencia.
Sus
funciones:
Actuaciones para controlar o mitigar la situación y evitar una evolución
desfavorable,
Primeros auxilios y de la atención a los heridos.
Disponer, maniobrar y comprobar el estado de seguridad favorable de
las instalaciones y de los recursos.
Esperar la llegada de los Servicios de Intervención para dirigirlos
a los puntos más favorables identificados.
Apilar materiales y recursos contraincendios.
Por
su formación y entrenamiento disponen de capacidades superiores a las
de los miembros de los EPI. Por ello, sus intervenciones habrán de resultar
más eficaces.
Lo
formarán, según el periodo de que se trate, las personas designadas en
el documento "Equipos de Intervención". Generalmente por personal
Médico, de Mantenimiento y Equipamiento y en su ausencia por el Equipo
de Seguridad.
EQUIPO
DE ALARMA Y EVACUACIÓN
Responsables
de la evacuación del centro.
De
forma general, han de conocer el estado de ocupación del centro.
Ante
una emergencia, deben de verificar la ocupación del centro, elaborar de
inmediato (automáticamente) un pre-plan de evacuación así como predisponer
favorablemente los medios y recursos para la evacuación. Una vez transmitida
la orden de desalojo, procederán de inmediato a la evacuación, dirigirán
a los evacuados al punto de reunión, auxiliarán a las personas discapacitadas
o mcon especiales dificultades.
Finalizado
el desalojo, comprobarán la evacuación completa del edificio: mediante
inspección directa a través del recuento y preguntando a los desalojados.
Se
formará con personal de Equipo de Seguridad, y se incorporará el personal
de primera intervención una vez que haya acudido la segunda intervención.
Máximo
responsable de la gestión de la emergencia en la Universidad.
Dispondrá
de un sustituto para cubrir sus ausencias.
El
o sus sutitutos deberán estra localizados permanentemente.
CENTRO
DE CONTROL Y COMUNICACIONES
Su
misión de enlace y de comunicaciones, les convierte en un escalón esencial
para una adecuada gestión operativa de cualquier emergencia, garantizando
la eficacia y la inmediatez.
Provocarán
la alerta de la Ayuda Externa, bajo la supervisión y coordinación del
Jefe de Emergencia.
UNIDAD
DE MANTENIMIENTO (UM)
Los
miembros designados del equipos de mantenimiento, acudirán al lugar del
suceso, en los casos que se definan en este plan operativo.
Con
independencia de sus tareas propias, en su caso se incorporarán a las
labores de otros equipos que este plan les encomiende.
SERVICIO
MÉDICO DE CAMPUS
Se
integrará en el ESI. Atenderá los aspectos sanitarios de la segunda intervención.
Fuera de su horario de permanencia en la Universidad estos se atenderán
mediante la aplicación de primeros auxilios por parte de los equipos de
primera y segunda intervención, en tanto acude la Ayuda Externa.
EQUIPO
DE SEGURIDAD (EVS)
Los
miembros de este equipo, acudirán al lugar del suceso, en los casos que
se definan en este plan operativo.
Con
independencia de sus tareas propias, en su caso se incorporarán a las
labores de otros equipos que este plan les encomiende. Tienen encomendadas
nuclearmente las tareas de evacuación y otras para periodos no lectivos.
CONSERJERÍAS
Y PERSONAL LABORAL DEL EDIFICIO
El
conocimiento del edificio y su labor dentro de él, les convierte en pieza
esencial dentro de la organización de respuesta, como elemento de primera
actuación, de la comprobación del alcance y magnitud del suceso y de las
primeras alertas y comunicaciones.
Las
tareas asignadas dentro de los equipos no exigen especialización sino
conocimiento de los esquemas generales de actuación y organización universitarias,
en cada caso.
Tan
importante, o más, que sus intervenciones resultan la evaluación de la
magnitud del suceso y el aseguramiento, en su caso, de las alertas y comunicaciones
al Centro de Control y Comunicaciones -CCC-.
RESTO
DEL PERSONAL Y ALUMNADO
Inicialmente
no se han previsto para el resto del personal y del alumnado tareas específicas
dentro de la organización de respuesta frente a las emergencias. Ello
es debido a su pretensión de asegurar la respuesta en las condiciones
más insospechadas. No obstante es factible que en un suceso estén presentes
personas cuya disponibilidad de ánimo y conocimientos le capacite para
la participación ente determinados sucesos. Por ello, obviamente podrán
incorporarse a los mecanismos de respuesta y a los equipos establecidos.
Lograr
una Universidad segura, además de un derecho, es un deber individual y
colectivo y una tarea que afecta a toda la comunidad universitaria ya
que redunda en beneficio de todos sus integrantes.
Frente
a las emergencias, es preciso estar familiarizado mínimamente con
el edificio, por lo que debe de conocer:
Los riesgos y sus medidas frente a ellos,
Las vías de evacuación, incluyendo las alternativas de que se disponga,
El despliegue de los medios de extinción de primera escala
Los mecanismos previstos para la alerta ante un suceso
Cualquier
situación de emergencia la comunicarán de inmediato a la Conserjería
del edificio, o al personal laboral designado como Equipo de Primera
Intervención o en otras circunstancias al Centro de Control y Comunicaciones
–CCC-.
Inicio
del suceso: detección del suceso transmisión de la alerta
Un
suceso se inicia con la detección, seguida de la transmisión de la alerta
correspondiente.
La
detección temprana cuando el suceso es incipiente posibilita, con gran
probabilidad, que el evento emergente no derive de un mero conato de emergencia.
Para
conseguir la máxima operatividad será objetivo fundamental que el desarrollo
de esta fase se realice lo más correctamente posible y en el menor tiempo
posible.
Como
criterio general se establece la consigna siguiente:
“PRIMERO
TRANSMITIR LA ALERTA, SEGUNDO INTERVENIR”
Los
criterios enunciados podrán ser alterados siempre que la situación específica
así lo aconseje.
La
cadena lógica será:
Detectada una situación de emergencia por una persona, será esta la
primera en reaccionar avisando a la Conserjería del edificio o al
personal designado como Equipo de Primera Intervención - EPI-. (o
de forma general a cualquier persona que ejerce su actividad con habitualidad
en el edificio).
En casos extremos, podrá alertarse directamente al Centro de Control
y Comunicaciones directamente.
Conato
de emergencia
Si se
trata de un conato, y no existe la menor duda sobre su control,
el Equipo de Primera Intervención – EPI-, acudirá al escenario del
suceso, lo evaluará y actuará adecuadamente para su control, centrándose
en estas tareas hasta su finalización. Controlada o entre tanto
se controla la situación, se informará de ello al CCC.
Si no
se puede controlar la situación, se dará aviso al CCC y se iniciará
la fase de Emergencia Limitada.
Emergencia
limitada
El suceso incipiente no se ha controlado en la fase anterior de conato
o su dimensión o características aconsejan su declaración. No existe
certeza de su control en la fase de conato.
El Centro de Control y Comunicaciones alertará al Jefe de la Emergencia
solicitará por indicación de éste, la presencia de los Equipos de
Segunda Intervención – ESI- y equipo de alarma y evacuación -EAE-,
Los miembros del ESI acudirán al suceso para su evaluación y control.
Si no se consigue controlar la situación con los medios propios de
la Universidad, se activará la fase de Emergencia General. En esta
fase habrá llamamiento a la Ayuda Externa y generalmente, evacuación
del edificio.
Preventivamente, se dispondrá la organización y los medios para una
evacuación favorable.
Emergencia
general
Si se
suscitan dudas sobre el control o la emergencia limitada evoluciona,
se declarará la emergencia general que lleva aparejada la evacuación,
la intervención de la Ayuda Externa.
El Jefe
de Emergencia informará al Gestor de Autoprotección.
Los
periodos no lectivos son aquellos -días y bandas horarias- en los que
no hay actividad.
La
presencia de personas se reduce, salvo excepciones, al mínimo y tiene
por objetivo actividades muy concretas (relacionadas con la función universitaria)
o aquellas propias del mantenimiento y control o la seguridad en el campus
y los edificios.
Como
norma general, durante estos periodos las respuestas operativas descansan
sobre el personal del Equipo de Vigilancia y Seguridad, salvo que el edificio
esté abierto (consultar periodos en documento Equipos de Intervención).
Pueden presentarse el mismo tipo de sucesos que durante los periodos
lectivos, pero la ausencia de personas y la reducción de efectivos presupone
el establecimiento de unos mecanismos de respuesta distintos, aunque coincidentes
en lo esencial.
Por
una parte no será necesario considerar, generalmente, la evacuación del
edificio, salvo casos singulares y aislados.
De
otra parte, el reducido número de efectivos presupone unas activaciones
diferentes a las consideradas durante los periodos lectivos.
Inicio
del suceso: detección del suceso transmisión de la alerta
Un
suceso se inicia con la detección, seguida de la transmisión de la alerta
correspondiente.
La
detección temprana cuando el suceso es incipiente posibilita, con gran
probabilidad, que el evento emergente no derive de un mero conato de emergencia.
La
detección de un suceso puede ser realizada por cualquier persona, aunque
de forma común será producida por el propio Equipo de Seguridad y de Vigilancia.
Como
criterio general se establece la consigna siguiente:
“PRIMERO
TRANSMITIR LA ALERTA, SEGUNDO INTERVENIR”.
Los
criterios enunciados podrán ser alterados siempre que la situación particular
en que nos encontremos así lo aconseje.
La
cadena lógica será:
Detectada una situación de emergencia por una persona, será esta la
primera en reaccionar avisando al teléfono del Centro de Control y
Comunicaciones –CCC (84112) o en su defecto al personal del Edifico
o al Equipo de Seguridad, si no es este quien descubre el suceso.
Conato
de emergencia
No se considera.
Emergencia
limitada
Habitualmente se declarará directamente la emergencia limitada. El
Equipo de Seguridad intervendrá como Equipo de Segunda Intervención
–ESI- o como equipo específico dentro de sus funciones.
Los miembros de dicho grupo actuarán con el objetivo de controlar
la situación o de mitigar el alcance del siniestro teniendo en cuenta
sus características y su capacidad frente al mismo.
Si existe la mínima duda del control del suceso, alertarán de inmediato
y de forma preventiva a la Ayuda Externa, activando la fase de Emergencia
General.
Tan importante o más que la propia intervención para controlar el
suceso debe ser la evaluación de la capacidad real frente al evento.
Es preferible alertar a los servicios de la Ayuda Externa, aunque
a su llegada no sean necesarios, que alcance consecuencias mayores
de difícil control.
Se alertará al Jefe de Emergencia para requerir información complementaria
o para solicitar la presencia de algún miembro de Unidades Especiales
( responsables de laboratorios, equipos especóficos, etc,.).
Siempre que sea necesario se solicitará el concurso de las personas
presentes en el campus que estén dispuestas y capacitadas para colaborar
o actuar.
Emergencia
general
Mientras se espera la llegada de los Servicios de la Ayuda Externa
se atenderá en lo posible a mitigar las consecuencias del suceso con
el fin de que no alcance una dimensión superior.
Se esperará la llegada de la Ayuda Externa para informales y dirigirlos
al punto del siniestro, colaborando eficazmente en suministrar la
información que ellos demanden.
Se informará puntualmente al Jefe de Emergencia y éste lo hará al
Gestor de Autoprotección para activar el escalón superior de respuesta
establecido en el Plan Superior de Emergencia.
Condiciones
especiales
La
existencia de un reducido número de personas impide una distribución funcional
y el despliegue de una organización como durante los periodos lectivos.
Se
tendrá en cuenta los aspectos siguientes.
En estos
casos es muy importante la toma de decisiones y el conocimiento
de las características del edificio. Es preciso establecer prioridades
y prelaciones en la realización de las operaciones de respuesta.
En cualquier caso, si se intuye que el suceso puede no ser controlado,
se alertará preventivamente a la Ayuda Externa.
No abandonar
el campus, manteniéndose permanente localizado y alerta y realizando
rondas periódicas.
Las comunicaciones
con la Ayuda Externa deberán ser realizadas una vez se haya comprobado
in situ las características del suceso.
Es preciso
que el Equipo de Seguridad haga comprobaciones periódicas de que
se dispone de los medios y recursos necesarios, tales como llaveros
ante emergencias, y el conocimiento sobre el control de determinadas
instalaciones y equipamientos, etc. Esta es una labor previa y
preventiva que evitará que los sucesos puedan alcanzar mayores dimensiones.
Asimismo es necesaria la comprobación de que las instalaciones y
equipos se encuentran en la disposición más favorable o que las
puertas se encuentran cerradas.
Como
elemento director de sus actuaciones en estos casos se seguirán
los procedimientos operativos específicos recogidos en el apartado
2.7.
A
continuación se recogen una serie de procedimientos específicos de actuación
frente a los distintos tipos de supuestos considerados.
Frente
a cualquier otro suceso no tenido en cuenta, o distinto de los anteriores,
se tratará de adaptar la organización y secuencia de operaciones aquí
establecidas.
Se designará
un coordinador de planta que controlará el tiempo de evacuación
Habrá
que controlar
Los discapacitados
serán auxiliados en la evacuación por personal designado al efecto
Se comenzará
la evacuación con una señal de alarma que será distinta de otras
señales
Al sonar
la alarma el personal de conserjería se dirigirá a la puerta para
asegurar que la salida de evacuación está operativa.
Pautas:
Abandonar
ordenadamente las actividades y seguir al detalle las indicaciones
de los equipos de emergencia
Desalojar
ordenadamente las plantas. en edificios con alto nivel de ocupación
y salida en planta baja, se desalojarán primero las plantas mas
bajas, y las aulas y dependencias de cada planta en funcion de
su mayor proximidad a las salidas y escaleras.
No se
saldrá por ventanas, terrazas, patios, etc
No se
utilizará el ascensor.
Se seguirá
la dirección que indique la señalización, o los equipos de emergencia,
aunque esta no sea la habitual
Se comunicará
a los alumnos cual es el punto de reunión
Se caminará
con rápidez, pero sin correr ni empujar y siempre hacia el exterior
del edificio.
No se
volverá atrás en el recorrido.
Se evitará
que los evacuados se demoren recogiendo objetos personales.
No se
abrirán ventanas, ni puertas, estas últimas salvo para salir.
Los
últimos comprobarán que no queda nadie en el local del que se
escapa y se cerrarán las puertas.
No alarmarse
ni alarmar a los demás. cooperar con las personas discapacitadas
Una
vez abandonado el edificio, concentrarse en el punto de reunión
que se indique: normalmente placeta central del campus o plaza
del estudiante, según próximidad del edificio.
Circunstacias
y condiciones de evacuación
Son
numerosos los factores incidentes en la evacuación del centro.
Entre
los más importantes se señalan los siguientes.
El origen o la causa motivadora de la evacuación.
Es
un factor, sin duda, relevante. No es lo mismo evacuar el centro con
un incendio en fase incipiente que si dicho incendio afecta a toda
una planta y los humos generados se han extendido ampliamente.
El tiempo previo del que pueda disponerse.
Un
factor relacionado con el anterior. El tiempo disponible condiciona
enormemente la evacuación.
Evacuación inmediata.
El
suceso se ha originado de forma súbita. No existe tiempo para disponer
una evacuación ordenada (p.e. una explosión o un incendio súbito que
alcanza grandes proporciones en un plazo breve).
Evacuación diferida.
El
suceso se ha puesta de manifiesto pero existe un lapso de tiempo,
mayor o menor, que permite diseñar y preparar la evacuación (p.e.
incendio, escape de gas).
Aunque
en muchas ocasiones el suceso no se origina de manera súbita (siempre
existirá un período de tiempo breve, aunque sea muy breve) la organización
debe adecuarse y estar preparada como para evacuar el centro de forma
inmediata.
Con
frecuencia esta inmediatez y ausencia de tiempo material para diseñar
la evacuación es el argumento utilizado por personas que excusan,
e incluso justifican, la falta de preparación ante las emergencias.
Sin
entrar en polémicas, hemos de indicar que son varios los ejemplos
en los que la preparación ha salvado numerosas vidas. Bastaría que
se hubiera salvado una para que el esfuerzo merezca la pena.
Horario. Fecha. Disponibilidad de personal.
Fuera
del horario lectivo no deben presentarse grandes problemas, al ser
la ocupación nula o muy pequeña. Será importante prever mecanismos
para conocer la presencia aislada de personas en este horario.
A
la vista del elevado número de supuestos que se pueden contemplar parece
oportuno fijar una serie de directrices y de recomendaciones que posibiliten
aquello que en definitiva se persigue: la evacuación inmediata y eficaz.
La
evacuación estará dirigida y realizada por el Equipo de Alarma y
Evacuación, bajo las instrucciones del Jefe de la Emergencia.
La
eficacia perseguida tan sólo puede lograrse con el trabajo previo.
“Imaginar”
los sucesos posibles es tarea de los Responsables de la Autoprotección
y de los miembros de los Equipos de Alarma y Evacuación y,
¡por qué no!, de todos (en definitiva la autoprotección es un
deber que ocupa a todos).
“Entrenarse”
mediante los simulacros es una excelente forma para poner en
práctica “aquello bocetado en el tablero” y para comprobar que,
aunque se trate de un falso incidente, siempre se aprende algo.
A
través de este trabajo previo no sólo aprenden los miembros de los
Equipos sino, también, los “otros”: los universitarios y resto del
personal docente y no docente.
Conato
de emergencia
En
los casos de conato, por lo general, no cabe hablar de evacuación.
Si acaso del desalojo de una zona determinada.
El
desalojo se llevará a cabo siguiendo las mismas pautas que en la evacuación
a pesar de que las condiciones para el mismo no sean tan severas.
Emergencia
limitada
Lo
común es que se disponga de un cierto tiempo previo a la evacuación.
Una
vez que el Jefe de la Emergencia declare la emergencia limitada las
personas que componen el Equipo de Alarma y de Evacuación cesarán
en sus actividades habituales (disponiendo las instalaciones y medios
de la forma más segura) y se incorporarán a las tareas encomendadas
como miembros del Equipo.
De
acuerdo con la implantación y con la información recibida sobre el
suceso y con las instrucciones impartidas, ocuparán sus puestos.
Las
primeras labores serán básicamente:
Revisar el estado de la ocupación.
Elaborar un pre-plan de evacuación.
Predisponer
los medios, recursos e instalaciones en la disposición más favorable
para la evacuación.
En
definitiva se dispondrá “todo” como para realizar la evacuación a
la espera de la orden si fuera necesario.
Emergencia
general
Una
vez que se haya declarado la emergencia general la evacuación es inmediata
sin esperar otras instrucciones.
El
procedimiento se inicia como en el caso de la emergencia limitada.
Con
frecuencia se tiende a actuar sin el prediseño mencionado arguyendo
la urgencia. Craso error. Por lo general es preferible tomarse un
tiempo, aunque sea mínimo para diseñar un plan de acción; a buen seguro
se evitarán errores a causa de la precipitación y olvidos lamentables
(p.e. no haber revisado un pequeño almacén en el que se encontraba
alguien y que no ha percibido la emergencia).
Los
evacuados serán dirigidos y guiados al punto o puntos de reunión
previstos, fuera del alcance del siniestro y de la zona “teatro”
de operaciones susceptible de ser utilizada por la Ayuda Externa.
Es
preciso llevar un control de los desalojados y la indicación de
su estado. En caso de ser evacuado o enviado fuera del área (hospital,
etc.) se anotarán todos los datos posibles para su localización
y causa.
En
caso de incendio.
Si
el humo invade los espacios generales de circulación, habitaciones
o módulos a desalojar, se colocarán a las personas en el suelo para
evitar la respiración de gases y la falta de oxígeno en el aire.
A falta de otros recursos las toallas húmedas posibilitan la protección
de las vías respiratorias.
Prioridades
y criterios.
La
evacuación ha de diseñarse en razón del suceso, su origen, sus consecuencias
y su evolución previsible.
Cabe,
sin embargo, realizar las siguientes recomendaciones:
En
lo posible prefijar zonas de riesgo y proceder conforme a ellas.
Un incendio, o un suceso semejante, tiene una evolución previsible.
En base a ella, cabe identificar unas zonas de riesgo con exigencia
de evacuación preferente y por ello establecer un principio
de "evacuación progresiva".
Diferenciar
aquellos ocupantes capaces de evacuar por su medios de aquellos
otros con dificultades provenientes de sus propias capacidades
(falta de movilidad, impedimentos, etc. ). Esta catalogación
debe estar realizada con anterioridad (y mantenida actualizada).
Asegurarse
que la evacuación se realiza hacia las zonas previstas y sin
riesgo.
Asegurarse
que la evacuación es completa (no existen rezagados u olvidados)
y de impedir, y controlar, que nadie pueda volver hacia el foco
de riesgo o hacia el siniestro.
Los
incendios tienen un distinto desarrollo y evolución dependiendo
del material combustible y del evento iniciador. Así desde el instante
mismo en el que se inicia hasta que se pone de manifiesto de alguna de
las formas pueden transcurrir desde horas hasta unos simples minutos.
La
prevención y la mera adopción de simples medidas preventivas
es la mejor protección.
Por
desgracia la prevención, aunque se lleva a cotas extremas, no garantiza
la “no ocurrencia” de sucesos indeseados, sobre todo porque siempre existen
factores exógenos apenas controlables.
Es
exigible un grado de preparación y de conocimiento.
En
principio la detección temprana logrará que un incendio
no alcance más dimensión que un simple conato. Ello
entraña la colaboración y la mentalización del
personal ocupante del centro, un sistema de alerta inmediato y eficaz
y una intervención decisiva.
Ante
un incendio, tratar de separar el material combustible del foco del
incendio, cerrar puertas y ventana y evitar corrientes de aire que
puedan intensificarlo.
Como
norma general: primero alertar y luego intervenir.
Intentar
apagarlo mediante los extintores portátiles y si se sabe y
conoce su utilización mediante las bocas de incendio equipadas.
Mantener
la serenidad y obrar con actuaciones firmes, sabiendo siempre lo que
se hace. A ser posible nunca actuar sólo.
Vigilar
y proteger la retirada para caso necesario. Estar atentos ante la
posibilidad de verse envuelto súbitamente por las consecuencias
del fuego
Si
es preciso abandonar, contener el fuego cerrando puertas y ventanas.
Cerrar las puertas mientras se escapa.
Si
existe humo: salir en cuclillas por debajo de la capa de humo.
Si
se queda atrapado por el humo, respirar por la nariz en intervalos
cortos. Gatear por el suelo buscando el oxígeno y la menor
concentración de gases sofocantes y tóxicos.
Si
es posible localizar tejidos (nunca de fibra artificial) que podrán
aplicarse sobre las vías respiratorias para evitar la inhalación
de gases tóxico o para cubrirse en caso de tener que atravesar
zonas calientes.
Usar
las escaleras. Jamás el ascensor.
Si
se queda atrapado por el humo o por el fuego tumbarse en el suelo.
Tratar de localizar tejidos (de algodón, nunca de fibra artificial),
humedecerlos en agua. Tapar las rendijas en puertas para imposibilitar
la entrada de humos y gases. Si es posible acercarse a la ventana
y solicitar ayuda; hacer lo posible por ser visto u oído.
Antes
de abrir una puerta: tocarla con la mano; si está caliente,
no abrirla. Si está fría, abrirla con precaución,
poco a poco, tratando de protegerse de las posibles llamaradas. Si
al abrirla se siente calor o presión, cerrar de inmediato antes
de que el fuego penetre en el recinto en que se encuentra.
Ante
una gran presencia de humo en un recinto, romper las ventanas selladas
o con candado. No abrir o romper una ventana que esté directamente
sobre el fuego.
Los
peligros derivados del fuego son: los humos y los gases calientes,
la insuficiencia de oxigeno, el calor, las quemaduras y el pánico.
De
todos ellos y en contra de lo que se cree el mayor peligro lo representa
el humo y los gases calientes ya que contienen monóxido de
carbono y desplazan el oxígeno del aire. En ocasiones contienen
ácido cianhídrico o clorhídrico de alta toxicidad.
El
pánico es un factor emocional provocado por el miedo que en
ocasiones lleva a correr un riesgo superior. El riesgo de pánico
se acrecienta si una persona lo extiende a un colectivo. La serenidad
y la firmeza de las personas de los equipos de emergencia evitan situaciones
de pánico colectivo. En presencia de grupos convienen detectar
aquellas personas proclives a los ataques de pánico.
Como
norma, se seguirá el esquema señalado en el capítulo
PROCEDIMIENTO OPERATIVO GENERAL (PERIODOS LECTIVOS).
La
persona que descubre la aparición del fuego, avisará
al personal del edificio, el cual tratará de sofocarlo si está
aun en fase de conato. Si no puede controlarlo, dará aviso
al CCC (84112) y este al Jefe de Emergencia, que declarará
la emergencia limitada.
Una
vez declarada la emergencia limitada, el CCC dará aviso a los
Equipos de Segunda Intervención, de Alarma y Evacuación
(ESI, EAE) y se prepara ante la posibilidad de declaración
de emergencia general.
El
Jefe de Emergencia ordenará la evacuación y, si la situación
no se controla, declarará la emergencia general. En este caso,
el CCC, avisará a la Ayuda Externa y se encargará de
la coordinación de las comunicaciones. El Jefe de Emergencia,
o quien designe, acudirá al punto de encuentro con la Ayuda
Externa. El Jefe del Equipo de Bomberos tomará el mando y,
si es necesario, dará instrucciones a los Equipos de Emergencia
de la Universidad a través del Jefe de Emergencia.
La
persona que recibe la llamada, alertará, mediante los mecanismos
previstos al CCC (84112). Avisado el Jefe de Emergencia 8en este caso
el Jefe de Seguridad), recabará toda la información: autor
de la llamada (si se ha identificado), persona que recibió el aviso,
La hora a la que se produjo y las palabras exactas de la comunicación.
El
Jefe de Emergencia llamará e informará a la Policía
Nacional, que evaluará la situación de emergencia, acudirá
y se hará cargo de la situación y, en su caso, se procederá
a la evacuación de las instalaciones.
El
Equipo de Seguridad se pondra disposición del Jefe de Emergencia.
La
persona que detecta, alertará, mediante los mecanismos previstos
(Conserjería, Seguridad o directamente al Centro de Control y Comunicaciones
–CCC- 84112) al Jefe de Emergencia. Se transmitirán todos los datos
de que disponga: lugar donde se encuentra el paquete, aspecto del mismo,
así como la identificación de la persona que dá aviso.
El
Jefe de Emergencia, tras evaluar la situación, aislará la
zona, avisará a la Ayuda Externa –Policía- y esperará
instrucciones.
El
Equipo de Seguridad estará a disposición del Jefe de Emergencia.
La
persona que detecta alertará, mediante los mecanismos previstos
(Conserjería, Seguridad o directamente al Centro de Control y Comunicaciones
–CCC- 84112) al Equipo de Vigilancia y Seguridad –EVS- (que ejerce como
ESI), detallando los datos que se conozcan: lugar donde se producen los
hechos y descripción, tanto de éstos, como de las personas
que los están causando.
A
las ordenes del Jefe de Emergencia (en este caso el responsable de Seguridad),
el Equipo de Seguridad procederá a evaluar la situación
y controlarla, si está a su alcance, o bien dar aviso al Centro
de Control y Comunicaciones para que solicite la Ayuda Externa, si consideran
que se escapa a sus posibilidades. Éste avisará a la Ayuda
Externa –Policía- y esperará instrucciones.
Cuando
se detecte la existencia de un problema en el funcionamiento de ascensores,
bien sea por aviso de alarma de personas bloqueadas en su interior, o
por apreciación visual, se dará aviso a la Conserjería
del edificio o al Centro de Control y Comunicaciones –CCC- . Este último
dará aviso al Jefe de Emergencia
El
personal de Conserjería /o EPI colaborará en atender los
posibles heridos y tranquilizar a posibles personas bloqueadas mientras
llega el Equipo de Evacuación para evacuar a los pasajeros atrapados.
Siempre,
al finalizar el incidente se inmovilizará el ascensor, hasta la
revisión del mismo por los Servicios Técnicos especializados.l
El
CCC dará aviso al Servicio Médico y, en su caso, al 061,
si hay heridos.
Cuando
se detecte la existencia de un problema en el funcionamiento de una instalación,
se dará aviso a la conserjería del edificio o al personal
designado como EPI, quien alertará al Centro de Control y Comunicaciones
–CCC-.
Este
reclamará al Jefe de Emergencia y al personal de mantenimiento
de la Universidad para que proceda a la solución del incidente,
bien sea por sus propios medios o por aviso a los servicios técnicos
especializados. Mientras acuden estos últimos, el personal de mantenimiento
deberá adoptar las medidas oportunas para evitar daños mayores,
tanto a las personas como al propio ascensor.
El
CCC dará aviso al Servicio Médico y, en su caso, al 061
si hay heridos. Al Jefe de Emergencia en cualquier caso.
El
personal de Conserjería (o EPI), deberá comprobar el estado
de los cuadros eléctricos y activar los automatismos para investigar
que se trata de una avería. Si se trata de una avería, avisará
al CCC 84112. En caso de que haya avería, verificará que
no hay personas bloqueadas en ascensores.
El
Jefe de Emergencia realizará una estimación inicial del
alcance de la situación, tanto en cuanto a tiempo previsto de reposición
del servicio, como de instalaciones afectadas, así como autonomía
de servicios esenciales. Para ello se pondrán en contacto con la
empresa suministradora, si el problema es externo a la Universidad.
El
ESI comunicará las incidencias al Jefe de Emergencia para adoptar
las medidas propias que la situación aconseje (supresión
de clases, protección frente a acto antisocial, bloqueos de personas,
evacuación ordenada, etc.).
Se
dará aviso al CCC, quién procederá a informar al
Jefe de Emergencia que acudirá al lugar del suceso y, tras evaluar
la situación, actuará de forma coordinada. Si la situación
no se puede controlar, se ordenará la evacuación del edificio.
El
Jefe de Emergencia dará orden al CCC, de localización e
intervención de los equipos necesarios.
Se
alertará a la Conserjería (o EPI), quien auxiliará
al herido en los primeros instantes, evaluará su gravedad y avisará
al CCC. En cualquier caso, tranquilizarlo mientras llega la ayuda necesaria.
Si no se sabe, no mover al herido si ello puede originarle consecuencias
de mayor gravedad.
Utilizar
los canales de comunicación previstos y no evacuar a un herido
hacia un centro sanitario sin conocimiento del CCC. En el caso de que
la gravedad así lo exija, se evacuará de inmediato, informando
al Jefe de Emergencia sobre la evacuación.
Desde
el nivel superior el Gestor de Autoprotección y/o el Comité
de crisis emitirán si se hace necesario comunicados tendentes al
establecimiento de mecanismos de protección.
Los
EPI atenderán a las instrucciones que se emitan y supervisarán
que el edificio esté en adecuadas condiciones.
En
su caso se declarará la situación de pre-emergencia y los
equipos de intervención se encontrarán preparados para cualquier
eventualidad.
Este
fenómeno aparece de manera súbita y en la actualidad no
existen indicios sobre su previsión. No es previsible la ocurrencia
de graves consecuencias a tenor de los datos históricos disponibles.
En cualquier caso, ante un terremoto:
Durante
su ocurrencia si se encuentra en un edifico, tratar de situarse en aquellos
puntos que puedan presentar menor riesgo tales como los dinteles de las
puertas, junto a los muros de carga o que ofrezcan cierta resistencia
estructural; alejarse de los puntos en los que pueda ser previsible la
caía de objetos suspendidos o ubicados en altura.
Si
se encuentra el exterior, alejarse de las proximidades de los edificios
para evitar la proyección de aleros u otros elementos de los tejados
o de las cornisas y no situarse bajo la copa de grandes árboles
o en la línea de su posible caída.
Los
terremotos suelen producir en ocasiones pánico en las personas.
Si se tiene entereza, tranquilizar al resto de los presentes y en particular
a aquellas personas con mayor pánico que puedan inducirlo sobre
el colectivo.
Si
la gravedad de las consecuencias así lo aconseja, el Gestor de
Autoprotección o el Comité de Crisis declararán alguno
de los el niveles de respuesta previstos: emergencia menor o mayor.
Una
vez transcurrido, las Conserjerías y/o los miembros de los EPI
comprobarán que los ocupantes no han sufrido daños. En una
primera inspección visual, se verificará que el edificio
no ha sufrido desperfectos. Se informará de ello al CCC.
Tanto
el Equipo de Seguridad, como las Unidades de Mantenimiento, Equipamiento,
Servicio Médico, integrantes de primera intervención y Coordinadores,
se pondrán disposición del Jefe de Emergencia.
Se
dará cuenta de la situación al CCC y en caso de daños
a los ocupantes o en el edificio se alertará por si procede declarar
la de emergencia limitada o general.
Cabe
suponer que este suceso, de difícil probabilidad aunque no por
ello descartable a efectos de preparación de respuesta, provocará
un suceso de importante magnitud y repercusión. En las primeras
fases existirá un cierto ambiente de desconcierto, sobre todo si
existen víctimas como consecuencia del siniestro.
Las
Conserjerías y/o los EPIS evaluarán los posibles daños
a las personas y el edificio. Se evacuará el edificio de la manera
más ordenada posible, teniendo en cuenta las instrucciones indicadas
para el caso de evacuación.
La
Segunda Intervención Y Evacuación acudirán a las
ordenes del Jefe de Emergencia.
Se
realizarán por el Gestor de Autoprotección en función
del suceso y de sus repercusiones.
Como
se ha indicado , se han previsto los siguientes niveles de respuesta:
Pre-emergencia
Emergencia
menor
Emergencia
mayor (catástrofe)
ACTIVACIÓN EN
SITUACIONES DE PRE-EMERGENCIA
Frente
a la previsión de una situación de emergencia se provocará
una notificación de alerta de "pre-emergencia",
con el objeto de:
adoptar
determinadas medidas preventivas y de protección
reducir
los tiempos de respuesta de los medios que hayan de actuar en su caso
mantener
la organización atenta ante nuevos avisos e informaciones.
La
Notificación de Alerta de pre-emergencia la realizará, desde
el nivel superior, el Gestor de Autoprotección, después
de una primera evaluación y determinación de las actuaciones
consecuentes y los destinatarios pertinentes de la notificación.
Su
Contenido se circunscribe a alguno de los siguientes extremos:
Circunstancias
que originan la Situación
Consecuencias
que pueden derivarse de la actualización del riesgo.
Acciones
que corresponden ejecutar al destinatario y qué elementos
subordinados debe alertar.
Petición
de información, a quien pueda proporcionarla, de la evolución
del riesgo y periodicidad con la que debe mandarla.
Previsión
de nuevas notificaciones
La
Forma y Formato podrá ser verbal, a través de teléfono,
mediante medios de transmisión automáticos, como el fax
o el correo electrónico, prensa, carteles, fotocopias u otros.
ACTIVACIONES EN CASO
DE EMERGENCIA MENOR O MAYOR)
Provocará,
normalmente, la formación del Comité de Crisis.
Entre
otros hechos se traduce en la emisión de comunicados con
instrucciones y recomendaciones dirigidos a la Comunidad universitaria
y encaminados a guiar sus actuaciones o estimular un comportamiento adecuado.
Pueden
emitirse de forma general para todos los integrantes de la familia universitaria
o por grupos segmentados.
Normalmente
se realizarán mediante soporte escrito o informático y su
divulgación debe ser tal que alcance ampliamente a todos los miembros
de los colectivos, o por notificación directa a las personas de
un colectivo, a través de reuniones, información en clases
o de reuniones con sus representantes.
ACTUACIONES ANTE COMUNICADOS
DE ALERTA DE PRE-EMERGENCIA O DE EMERGENCIA MENOR O MAYOR
Los integrantes
de los equipos operativos de emergencia y, en general, de la Comunidad
universitaria atenderán las instrucciones y recomendaciones
contenidas en los comunicados ante cualquier situación de
pre-emergencia, emergencia menor y mayor.
Informarán,
a través de los canales establecidos, sobre cualquier indicio
de riesgo, de manera particular en situaciones de pre-emergencia.
Velarán
por el cumplimiento estricto de las instrucciones y recomendaciones
impartidas.
Mantendrán
su atención ante posibles nuevos comunicados.
Cualquier
duda o aclaración será formulada a través de
los canales de información habitual o mediante los que se
establezcan en las propias notificaciones.
Los miembros
de los EPIS mantendrán un especial atención y celo
respecto al riesgo de que se trate.
Los miembros
de los ESI y EAE, contactarán con el CCC y/o con el Jefe
de Emergencia para atender las instrucciones específicas
que se les imparta.
La
organización y los medios disponibles no han sido suficientes como
para controlar el suceso en Emergencia Limitada.
Es
necesaria la intervención de los servicios especializados de la
Ayuda Externa.
La
Ayuda Externa posee una cualificación profesional y dispone de
unos medios que les capacitan para la intervención especializada.
Esta es su labor.
Su
llegada tiene como consecuencia la toma de la iniciativa en las intervenciones.
Planteamiento
La
participación de la Ayuda Externa es el máximo escalón
a alcanzar en la intervención.
Su
actuación, será eficaz si se produce en determinadas condiciones:
La organización
propia desempeñará las tareas que tiene encomendadas
hasta el mismo instante en que los distintos servicios de la Ayuda
Externa asuman la dirección del suceso.
A la espera
de su llegada se dispondrán del modo más favorable
las instalaciones y los recursos.
Es preciso
que alguien espere y atienda la llegada de dichos servicios en el
punto de reunión previsto e informe de la ruta o zonas idóneas
para la aproximación.
El Jefe
de Emergencia ejercerá como interlocutor de la Ayuda Externa.
Este informará con precisión sobre las condiciones
exactas del suceso. Asimismo atenderá las indicaciones y
sugerencias que se le realicen, ilustrará sobre las características
de las instalaciones y del centro y suministrará la planimetría
que le sea recabada. Si es preciso entre las personas de los Equipos
de intervención designará colaboradores. La organización
propia se pondrá a disposición de la Ayuda Externa
a través del Jefe de la Emergencia.
Organización
La
citada Ayuda Externa la componen los servicios siguientes:
Bomberos
Su
intervención será requerida para la extinción
de incendios y el rescate de víctimas y atrapados.
En
general, se solicitará su participación siempre que
sea necesaria para asegurar la integridad de las personas (p.e. derrumbar
un alero en mal estado que supone un riesgo para las personas)
Asistencia
sanitaria
Se
demandará su presencia para atención primera o la evacuación
de los heridos, el traslado e ingreso a centros hospitalarios, etc.
Policía
Nacional/Guardia Civil
Para
el mantenimiento del orden público, el control de accesos,
la protección de personas y bienes o para tareas propias como
las de Policía Judicial.
Policía
Local
Se
solicitará su presencia para el control del tráfico,
el apoyo a la evacuación o cualquier otra tarea que precise
de su colaboración. Pueden, si es necesario, realizar muchas
de las tareas semejantes de los cuerpos y fuerzas del orden público.
En
ocasiones, ejercen las tareas de enlace con otros servicios municipales.
Protección
Civil
Activa
a otros Servicios. Su actuación se prevee escalonada.
Coordinador
Responsable
La
Ayuda Externa se integra en un equipo de trabajo con distribución
de tareas.
Para
lograr la eficacia, los distintos servicios se agrupan en torno a
la figura de un Coordinador Responsable designado entre los de los
distintos servicios. De forma general dicha figura se erige entre
aquellos en razón de quien detente la iniciativa en la primera
línea de la intervención en el suceso. Protección
Civil en caso de intervención múltiple. Si el suceso
es un incendio, corresponderá al Responsable de Bomberos.
Si se trata de una asistencia sanitaria incumbirá al Responsable
del Equipo de la Asistencia Sanitaria.
Secuencia
de operaciones
Inicio
A
su llegada, los servicios de la Ayuda Externa contactarán con el
Jefe de la Emergencia para obtener de primera mano la información
relevante del suceso e iniciar el despliegue para llevar a cabo sus actividades.
El
jefe de Emergencia designará un miembro de los equipos de Segunda
Intervención, u otra persona que espere la llegada de la Ayuda
externa en el PUNTO DE ACCESO ( Entrada Norte, Rotonda Sur o acceso a
la Plaza del Estudiante) para dirigirlos por la mejor ruta al escenario
del suceso.
Como
se ha indicado, solicitarán información precisa sobre las
condiciones exactas del suceso, sobre las características de las
instalaciones y del centro y sobre la planimetría de la edificación.
Es posible que demanden colaboración o cooperación de la
organización propia para la ejecución de determinadas actividades.
La
Ayuda Externa tiene un amplio grado de especialización y es conocedora
de sus actuaciones en este tipo de sucesos.
Por
lo general, la coordinación y la dirección de las operaciones
en el siniestro corresponderá a quien detente la iniciativa en
la primera línea de la intervención en el suceso.
Durante
el suceso
El
Jefe de la Emergencia se mantendrá en contacto permanente con la
Ayuda Externa.
El
resto de la organización permanecerá a las indicaciones
que la Ayuda Externa pueda realizarle a través del Jefe de Emergencia.
Fin
de las operaciones
Con
la finalización de las operaciones el Coordinador Responsable de
la Ayuda Externa dictaminará el fin de la emergencia en las condiciones
que establezca.
El
Jefe de la Emergencia recabará del Coordinador de la Ayuda Externa
la información que precise para preparar el regreso a la situación
de normalidad.
La
organización de la emergencia se ha adaptado a la tipología
de los sucesos y a la magnitud consecuencial y pretende ser lo suficientemente
flexible como para dar una respuesta eficaz e inmediata.
La
respuesta frente a las emergencias queda prefijada por medio de 2 tipos
de planes:
Plan
Superior de Emergencias de la Universidad de Almería
Como
plan director prefija la organización general dispuesta para
responder a las emergencias en la universidad.
Asimismo,
establece la organización superior ante aquellos sucesos graves
con afectación a toda la estructura universitaria, o cuando
especiales circunstancias lo aconsejen.
Planes
Operativos de Emergencia por “área”
Su
ámbito de acción corresponde, bien al propio campus o a
los edificios:
Plan
Operativo de Emergencia del campus: establece las respuestas operativas
ante un evento en el campus.
Plan
Operativo de Emergencia de edificio: prefija las actuaciones operativas
frente a los sucesos en los edificios.
Como
norma general se establecen los siguientes criterios con relación
a dichos planes:
Ante
un suceso con afectación a un área del campus, o a su
totalidad, se activará el Plan Operativo de Emergencia del
Campus.
Frente
a un suceso que afecte a un edificio: se activará el Plan Operativo
de emergencia del edificio correspondiente.
Cuando
un evento involucre, o pueda involucrar a toda la organización
universitaria o sus actividades, o las circunstancias de un siniestro
en el campus o en un edifico así lo aconsejen se activará,
además, el mecanismo de nivel superior expresado en el presente
Plan Superior de Emergencias de la Universidad.
Básicamente
se han previsto dos niveles de acción, en función de sus
objetivos y las funciones encomendadas:
Nivel
Operativo
Nivel
Superior
Nivel
Operativo
Su
misión es participar e intervenir directamente en el escenario
del suceso, conforme a los niveles de respuesta acordes al suceso.
Para
este edificio, el nivel operativo es el que establece el presente plan.
Nivel
Superior
En
determinadas situaciones, es preciso realizar otras actividades fuera
del área de escenario para garantizar la respuesta de la estructura
de Dirección y de toda la Comunidad universitaria.
Las
acciones correspondientes a este nivel quedan establecidas en razón
de unos niveles de respuesta:
RESPUESTAS
CORRESPONDIENTES AL NIVEL SUPERIOR
-PLAN
SUPERIOR DE EMERGENCIA-
PRE-EMERGENCIA
Activación
frente a la previsión de un riesgo potencial.
EMERGENCIA
MENOR
Ante
un evento menor[3],
es necesario adoptar acciones o medidas determinadas, además
de las operativas contenidas en los planes operativos.
EMERGENCIA
MAYOR (CATASTROFE)
Ante
una situación de accidente o catástrofe, es preciso
la activación máxima de la organización
Las
funciones encomendadas a este nivel son las siguientes:
Gestionar
y dirigir las actuaciones propias de la estructura de la Dirección
Universitaria tendentes al regreso a la normalidad.
Diseñar
y modificar las actividades docentes y asociadas hasta la completa
normalización.
Asegurar
el flujo de información interno, eficaz y adecuado, tanto
hacia la estructura de Dirección, como a todos los componentes
y miembros de la sociedad universitaria (personal laboral, docente,
investigación, estudiantes).
Diseñar
el flujo de información apropiado hacia el exterior desde
la organización universitaria.
Posibilitar
la integración con las Administraciones y Organizaciones
Públicas involucradas de alguna de las formas en la situación
sobrevenida.
Las
activaciones y la comunicación quedan aseguradas por:
El
Gestor de Autoprotección:
Responsable
de la autoprotección en la Universidad y de la activación
de la respuesta del nivel superior.
El
Comité de emergencia (o de crisis).
Sirve
como elemento de transmisión de la información sobre
el suceso y se constituye para asegurar la gestión de la emergencia
y de sus consecuencias hasta el regreso a la situación normal.
ACTIVACIÓN DEL
NIVEL SUPERIOR
Se
realizará por el Gestor de Autoprotección en función
del suceso y de sus repercusiones.
Como
se ha indicado , se han previsto los siguientes niveles de respuesta:
Pre-emergencia
Emergencia
menor
Emergencia
mayor (catástrofe)
ACTIVACIÓN EN
SITUACIONES DE PRE-EMERGENCIA
Frente
a la previsión de una situación de emergencia se provocará
una notificación de alerta de "pre-emergencia",
con el objeto de:
adoptar
determinadas medidas preventivas y de protección
reducir
los tiempos de respuesta de los medios que hayan de actuar en su caso
mantener
la organización atenta ante nuevos avisos e informaciones.
La
Notificación de Alerta de pre-emergencia la realizará, desde
el nivel superior, el Gestor de Autoprotección, después
de una primera evaluación y determinación de las actuaciones
consecuentes y los destinatarios pertinentes de la notificación.
Su
Contenido se circunscribe a alguno de los siguientes extremos:
Circunstancias
que originan la situación
Consecuencias
que pueden derivarse de la actualización del riesgo.
Acciones
que corresponden ejecutar al destinatario y qué elementos
subordinados debe alertar.
Petición
de información, a quien pueda proporcionarla, de la evolución
del riesgo y periodicidad con la que debe mandarla.
Previsión
de nuevas notificaciones
La
Forma y Formato podrá ser verbal, a través de teléfono,
mediante medios de transmisión automáticos, como el fax
o el correo electrónico, o a través de los tablones de otros
soportes.
ACTIVACIONES EN CASO
DE EMERGENCIA MENOR O MAYOR)
Provocará,
normalmente, la formación del Comité de Crisis.
Entre
otros hechos se traduce en la emisión de comunicados con
instrucciones y recomendaciones dirigidos a la Comunidad universitaria
y encaminados a guiar sus actuaciones o estimular un comportamiento adecuado.
Pueden
emitirse de forma general para todos los integrantes de la familia universitaria
o por grupos segmentados.
Normalmente
se realizarán mediante soporte escrito o informático y su
divulgación debe ser tal que alcance ampliamente a todos los miembros
de los colectivos, o por notificación directa a las personas de
un colectivo, a través de información a grupos (clases)
o de reuniones con sus representantes.
ACTUACIONES DE LA COMUNIDAD
UNIVERSITARIA ANTE COMUNICADOS DE ALERTA DE PRE-EMERGENCIA O DE EMERGENCIA
MENOR O MAYOR
Los
integrantes de la Comunidad universitaria atenderán las instrucciones
y recomendaciones contenidas en los comunicados ante cualquier situación
de pre-emergencia, emergencia menor y mayor.
Informarán,
a través de los canales establecidos, sobre cualquier indicio
de riesgo, de manera particular en situaciones de pre-emergencia.
Velarán
por el cumplimiento estricto de las instrucciones y recomendaciones
impartidas.
Mantendrán
su atención ante posibles nuevos comunicados.
Cualquier
duda o aclaración será formulada a través de
los canales de información habitual o mediante los que se establezcan
en las propias notificaciones.
ACTUACIONES DE LOS INTEGRANTES
DE LOS EQUIPOS OPERATIVOS DE EMERGENCIA ANTE COMUNICADOS DE ALERTA DE
PRE-EMERGENCIA O DE EMERGENCIA MENOR O MAYOR
Los
integrantes de la integrantes de los equipos operativos de emergencia
atenderán las instrucciones y recomendaciones contenidas en
los comunicados ante cualquier situación de pre-emergencia,
emergencia menor y mayor.
Los
miembros de los EPIS mantendrán un especial atención
y celo respecto al riesgo de que se trate.
Los
miembros de los ESI y EAE, contactarán con el CCC y/o con el
Jefe de Emergencia para atender las instrucciones específicas
que se les imparta.
Velarán
por el cumplimiento estricto de las instrucciones y recomendaciones
impartidas.
Informarán,
a través de los canales establecidos, sobre cualquier indicio
de riesgo, de manera particular en situaciones de pre-emergencia.
Mantendrán
su atención ante posibles nuevos comunicados.
Cualquier
duda o aclaración será formulada a través de
los canales de información habitual o mediante los que se establezcan
en las propias notificaciones.
[2] Se figura si los recorridos el punto
de vista de la norma básica son o no alternativos. Para ser
alternativos, deben cumplir con la condición de iniciarse
a menos de 15 metros del origen.