La
orden de evacuación debe provenir del Jefe de Emergencia, salvo
evacuación súbita, desalojo parcial o causa de fuerza mayor.
De
forma general, han de conocer el estado de ocupación del centro.
Ante
una emergencia, deben de verificar la ocupación del centro, elaborar
de inmediato (automáticamente) un pre-plan de evacuación
así como predisponer favorablemente los medios y recursos para
la evacuación. Una vez transmitida la orden de desalojo, procederán
de inmediato a la evacuación.
Finalizado
el desalojo, comprobarán la evacuación completa del edificio:
mediante inspección directa y preguntando a los desalojados.
Se
formará con personal de Equipo de Vigilancia y Seguridad, y el
personal de primera intervención del Edificio que una vez concluida
ésta función se integran en el equipo de evacuación
(Conserjería o u otro personal).
Son
numerosos los factores incidentes en la evacuación del centro.
Entre
los más importantes se señalan los siguientes.
El origen o la causa motivadora de la evacuación.
Es
un factor, sin duda, relevante. No es lo mismo evacuar el centro con
un incendio en fase incipiente que si dicho incendio afecta a toda
una planta y los humos generados se han extendido ampliamente.
El tiempo previo del que pueda disponerse.
Un
factor relacionado con el anterior. El tiempo disponible condiciona
enormemente la evacuación.
Evacuación inmediata.
El
suceso se ha originado de forma súbita. No existe tiempo
para disponer una evacuación ordenada (p.e. una explosión
o un incendio súbito que alcanza grandes proporciones en
un plazo breve).
Evacuación diferida.
El
suceso se ha puesta de manifiesto pero existe un lapso de tiempo,
mayor o menor, que permite diseñar y preparar la evacuación
(p.e. incendio, escape de gas).
Aunque
en muchas ocasiones el suceso no se origina de manera súbita
(siempre existirá un período de tiempo breve, aunque
sea muy breve) la organización debe adecuarse y estar preparada
como para evacuar el centro de forma inmediata.
Con
frecuencia esta inmediatez y ausencia de tiempo material para diseñar
la evacuación es el argumento utilizado por personas que excusan,
e incluso justifican, la falta de preparación ante las emergencias.
Sin
entrar en polémicas, hemos de indicar que son varios los ejemplos
en los que la preparación ha salvado numerosas vidas. Bastaría
que se hubiera salvado una para que el esfuerzo merezca la pena.
Horario. Fecha. Disponibilidad de personal.
Fuera
del horario lectivo no deben presentarse grandes problemas, al ser
la ocupación nula o muy pequeña. Será importante
prever mecanismos para conocer la presencia aislada de personas en
este horario.
A
la vista del elevado número de supuestos que se pueden contemplar
parece oportuno fijar una serie de directrices y de recomendaciones que
posibiliten aquello que en definitiva se persigue: la evacuación
inmediata y eficaz.
A la llamada del Centro de Control y Comunicaciones -CCC- cesarán
en sus tareas habituales y acudirán al punto del suceso.
La evacuación estará dirigida y realizada por el Equipo
de Alarma y Evacuación, bajo las instrucciones del Jefe de
la Emergencia.
La eficacia
perseguida tan sólo puede lograrse con el trabajo previo.
“Imaginar” los sucesos posibles es tarea de los Responsables de
la Autoprotección y de los miembros de los Equipos de Alarma
y Evacuación y, ¡por qué no!, de todos (en definitiva
la autoprotección es un deber que ocupa a todos).
“Entrenarse”
mediante los simulacros es una excelente forma para poner en
práctica “aquello bocetado en el tablero” y para comprobar
que, aunque se trate de un falso incidente, siempre se aprende
algo.
A
través de este trabajo previo no sólo aprenden los miembros
de los Equipos sino, también, los “otros”: los universitarios
y resto del personal laboral y docente.
Conato de emergencia
En
los casos de conato, por lo general, no cabe hablar de evacuación.
Si acaso del desalojo de una zona determinada.
El
desalojo se llevará a cabo siguiendo las mismas pautas que
en la evacuación a pesar de que las condiciones para el mismo
no sean tan severas.
Emergencia limitada
Lo
común es que se disponga de un cierto tiempo previo a la evacuación.
Una
vez que el Jefe de la Emergencia declare la emergencia limitada las
personas que componen el Equipo de Alarma y de Evacuación cesarán
en sus actividades habituales (disponiendo las instalaciones y medios
de la forma más segura) y se incorporarán a las tareas
encomendadas como miembros del Equipo.
De
acuerdo con la implantación y con la información recibida
sobre el suceso y con las instrucciones impartidas, ocuparán
sus puestos.
Las
primeras labores serán básicamente:
Revisar
el estado de la ocupación.
Elaborar
un pre-plan de evacuación.
Predisponer
los medios, recursos e instalaciones en la disposición
más favorable para la evacuación.
En
definitiva se dispondrá “todo” como para realizar la evacuación
a la espera de la orden si fuera necesario.
Emergencia general
Una
vez que se haya declarado la emergencia general la evacuación
es inmediata sin esperar otras instrucciones.
El
procedimiento se inicia como en el caso de la emergencia limitada.
Con
frecuencia se tiende a actuar sin el prediseño mencionado arguyendo
la urgencia. Craso error. Por lo general es preferible tomarse un
tiempo, aunque sea mínimo para diseñar un plan de acción;
a buen seguro se evitarán errores a causa de la precipitación
y olvidos lamentables (p.e. no haber revisado un pequeño almacén
en el que se encontraba alguien y que no ha percibido la emergencia).
Los evacuados serán dirigidos y guiados al punto o puntos de
reunión previstos, fuera del alcance del siniestro y de la
zona “teatro” de operaciones susceptible de ser utilizada por la Ayuda
Externa.
Es preciso llevar un control de los desalojados y la indicación
de su estado. En caso de ser evacuado o enviado fuera del área
(hospital, etc.) se anotarán todos los datos posibles para
su localización y causa.
En caso de incendio.
Si
el humo invade los espacios generales de circulación, habitaciones
o módulos a desalojar, se colocarán a las personas
en el suelo para evitar la respiración de gases y la falta
de oxígeno en el aire. A falta de otros recursos las toallas
húmedas posibilitan la protección de las vías
respiratorias.
Prioridades y criterios.
La
evacuación ha de diseñarse en razón del suceso,
su origen, sus consecuencias y su evolución previsible.
Cabe,
sin embargo, realizar las siguientes recomendaciones:
En
lo posible prefijar zonas de riesgo y proceder conforme a ellas.
Un incendio, o un suceso semejante, tiene una evolución
previsible. En base a ella, cabe identificar unas zonas de riesgo
con exigencia de evacuación preferente y por ello establecer
un principio de "evacuación progresiva".
Diferenciar
aquellos ocupantes capaces de evacuar por su medios de aquellos
otros con dificultades provenientes de sus propias capacidades
(falta de movilidad, impedimentos, etc. ). Esta catalogación
debe estar realizada con anterioridad (y mantenida actualizada).
Asegurarse
que la evacuación se realiza hacia las zonas previstas
y sin riesgo.
Asegurarse
que la evacuación es completa (no existen rezagados u
olvidados) y de impedir, y controlar, que nadie pueda volver
hacia el foco de riesgo o hacia el siniestro.
Las personas
que forman parte de los Equipos de Alarma y Evacuación no
son héroes. Simplemente personas en el ejercicio de su responsabilidad.
Si
se queda atrapado por el humo, respirar por la nariz en intervalos
cortos. Gatear por el suelo buscando el oxígeno y la
menor concentración de gases sofocantes y tóxicos.
Usar
las escaleras, jamás el ascensor.
Cerrar
las puertas mientras se escapa.
Si
se queda atrapado por el humo o por el fuego tumbarse el suelo,
tratar de localizar tejidos (de algodón nunca de fibra
artificial) y mojarlos en agua. Si es posible acercarse a la
ventana y solicitar ayuda; hacer lo posible por ser visto u
oído.
Antes
de abrir una puerta tocarla con la mano; si está caliente
no abrirla. Si está fría, abrirla con precaución,
poco a poco, tratando de protegerse de las posibles llamaradas.
Si al abrirla se siente calor o presión cerrar de inmediato
antes de que el fuego penetre en el recinto en que se encuentra.
ABANDONAR
ORDENADAMENTE LAS ACTIVIDADES Y SEGUIR AL DETALLE LAS INDICACIONES
DE LOS EQUIPOS DE EMERGENCIA
DESALOJAR
ORDENADAMENTE LAS PLANTAS. EN EDIFICIOS CON ALTO NIVEL DE OCUPACIÓN
Y SALIDA EN PLANTA BAJA, SE DESALOJARÁN PRIMERO LAS PLANTAS
MAS BAJAS, Y LAS AULAS Y DEPENDENCIAS DE CADA PLANTA EN FUNCION DE
SU MAYOR PROXIMIDAD A LAS SALIDAS Y ESCALERAS.
NO
SE SALDRÁ POR VENTANAS, TERRAZAS, PATIOS, ETC
NO
SE UTILIZARÁ EL ASCENSOR.
SE
SEGUIRÁ LA DIRECCIÓN QUE INDIQUE LA SEÑALIZACIÓN,
O LOS EQUIPOS DE EMERGENCIA, AUNQUE ESTA NO SEA LA HABITUAL
SE
COMUNICARÁ A LOS ALUMNOS CUAL ES EL PUNTO DE REUNIÓN
SE
CAMINARÁ CON RÁPIDEZ, PERO SIN CORRER NI EMPUJAR Y SIEMPRE
HACIA EL EXTERIOR DEL EDIFICIO.
NO
SE VOLVERÁ ATRÁS EN EL RECORRIDO.
SE
EVITARÁ QUE LOS EVACUADOS SE DEMOREN RECOGIENDO OBJETOS PERSONALES.
NO
SE ABRIRÁN VENTANAS, NI PUERTAS, ESTAS ÚLTIMAS SALVO
PARA SALIR.
LOS
ÚLTIMOS COMPROBARÁN QUE NO QUEDA NADIE EN EL LOCAL DEL
QUE SE ESCAPA Y SE CERRARÁN LAS PUERTAS.
NO
ALARMARSE NI ALARMAR A LOS DEMÁS. COOPERAR CON LAS PERSONAS
DISCAPACITADAS
UNA
VEZ ABANDONADO EL EDIFICIO, CONCENTRARSE EN EL PUNTO DE REUNIÓN
QUE SE INDIQUE: NORMALMENTE PLACETA CENTRAL DEL CAMPUS O PLAZA DEL
ESTUDIANTE, SEGÚN PRÓXIMIDAD DEL EDIFICIO.
A
QUIEN SE ENCUENTRE EN LOS ASEOS SE LE INDICARÁ QUE DEBE REUNIRSE
EN EL PUNTO DE REUNIÓN CON SUS COMPAÑEROS.
QUIEN
SE ENCUENTRE EN OTRA PLANTA SE UNIRÁ AL GRUPO MAS PRÓXIMO
Y AL LLEGAR AL PUNTO DE REUNIÓN SE UNIRÁ A SU
GRUPO.
NO
ABANDONAR ESTE LUGAR HASTA QUE SE AUTORICE. SI FALTA ALGUIEN INDICARLO
A LOS EQUIPOS DE EMERGENCIA.
Cortar
la corriente, actuando el interruptor principal en el cuadro de protecciones
(Diferencial, magnetotérmico de fuerza).
Desplazar
la cabina a la planta inmediata inferior, accionando la VÁLVULA
DE EMERGENCIA (situada en bloque de válvulas del grupo motobomba).
Nivelada
la cabina con la puerta de pasillo, el usuario encerrado eventualmente
en el ascensor, podrá abrir la puerta ejerciendo fuerza sobre
ella.
En
caso de no poder desalojar al usuario encerrado, realizando las operaciones
del punto c, proceder de la siguiente forma:
Actuar sobre la VÁLVULA DE EMERGENCIA, para que la cabina
quede por debajo del nivel de planta, 25 ó 30 cm. aproximadamente.
En estas condiciones, se puede abrir la puerta exterior del pasillo
mediante la llave de DESENCLAVAMIENTO DE PUERTAS DE PISO.
La puerta de la cabina aparecerá cerrada. Para abrirla, actuar
manualmente ejerciendo fuerza entre las hojas hasta “desenclavarlas
mecánicamente” y conseguir su apertura.
Si la cabina ha quedado bloqueada en la planta extrema inferior
con pasajeros dentro, moverla hacia abajo hasta el tope (amortiguador),
actuando sobre la VÁLVULA DE EMERGENCIA, acto seguido se
procederá a abrir desde dentro, la puerta de la cabina ejerciendo
fuerza sobre ella y utilizando la LLAVE DE DESENCLAVAMIENTO DE
PUERTAS DE PISO para abrir la puerta de pasillo.
IMPORTANTE
: Una vez procedido a la evacuación de los pasajeros, asegurarse
que quedan perfectamente cerradas y enclavadas mecánicamente
las puertas.