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TAL.- Hécuba, sólo queda una nave que va a transportar hasta las costas de Ptía el restante botín del hijo de Aquiles. Neoptólemo mismo ya ha zarpado luego de conocer la nueva desgracia de Peleo: Acasto, hijo de Pellas, lo ha expulsado del país. Por ello se ha marchado rápidamente, sin ceder a sus deseos de quedarse, |
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y con él iba Andrómaca. Me ha excitado el llanto cuando salía del país llorando a su patria y despidiéndose de la tumba de Héctor. Pidió a Neoptólemo que enterrara este cadáver del hijo de Héctor que murió despeñado desde la muralla. En cuanto a este escudo de bronce, terror de los aqueos, con que el padre de éste rodeaba su pecho, pidió que no se lo llevara al hogar de Peleo ni al tálamo |
1140 |
en que Andrómaca, madre de, este cadáver, será desposada—¡sería doloroso contemplarlo!—, sino que lo entierren en él en vez de en caja de cedro y cerco de piedra. Que lo pongas en tus brazos a fin de adornar su cadáver con túnica y coronas (si es que tienes fuerzas—¡tales son tus males!—), ya que ella ha partido y la prisa de su dueño la ha privado de enterrar a su hijo. Nosotros, entonces, cuando hayas amortajado el cadáver, pondremos tierra sobre él y zarparemos. Realiza con presteza lo que se te ha ordenado. |
1150 |
Yo te he librado
ya de un trabajo: cuando atravesaba la corriente del Escamandro, lavé su
cadáver y limpié sus heridas. Conque marcho a cavar su tumba a fin de
que aunemos mi trabajo y el tuyo y podamos poner proa hacia mi patria. (Sale
por la derecha.) |
1160 |
¿Acaso que volviera a poner en pie a Troya caída? Nada erais entonces, si, cuando Héctor y otros mil tenían éxito en el combate, nos veíamos perdidos y en cambio, ahora que la ciudad ha sido tomada y destruidos los frigios, tenéis miedo de un niño tan pequeño. No alabo el miedo de quien teme sin reflexionar. Hijo querido, ¡qué desdichada muerte te ha sobrevenido! Si hubieras sucumbido por tu ciudad, una vez alcanzados juventud, matrimonio y poder, |
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habrías sido dichoso —si es que algo de esto hace feliz. Sin embargo, tu espíritu no recuerda haberlos visto ni conocido y no ha gozado de nada, aunque lo tenía en casa. ¡Desdichado, qué tristemente han segado tu cabeza los muros de tu patria, las torres fabricadas por Loxias! Cómo la cuidaba tu madre y besaba tus bucles de los que ahora sale riendo la sangre entre las grietas de los huesos —por no decir nada indigno[52]—.¡Oh manos, dulce imagen de las de tu padre, que ahora estáis ante mí con las articulaciones rotas! |
1180 |
¡Oh querida boca que a menudo dejabas escapar palabras jactanciosas, estás perdida! Me mentiste cuando, echándote sobre mi cama, decías: "Madre, me cortaré por ti un largo bucle de mi pelo y conduciré hasta tu tumba los grupos de mis compañeros para darte una amable despedida." Pero soy yo, una anciana sin ciudad y sin hijos, quien entierro tu triste cadáver de joven; no tú a mí. ¡Ay de mí! En vano fueron mis muchos abrazos, mis cuidados, mis sueños de entonces. ¿Qué podría escribir un poeta sobre tu tumba? |
1190 |
"A este niño lo mataron un día los aqueos por temor." ¡Vergonzoso epigrama para Grecia! Con todo, aunque no heredes los bienes de tu padre, tendrás su escudo de bronce donde recibir sepultura. ¡Oh escudo que protegías el hermoso brazo de Héctor, has perdido a tu más excelente protector! ¡Qué agradable es la impronta de su brazo que permanece en tu correa! ¡Qué agradable su sudor en el bien torneado cerco del escudo, que tantas veces puso Héctor, apoyándolo contra su mejilla, |
1200 |
cuando soportaba
los esfuerzos de la guerra! Traed, traed de lo que tenemos una mortaja
para el pobre cadáver. Dios no nos concede oportunidad de embellecerlo,
pero de lo que poseo, tomad adornos. Estúpido es el mortal que se alegra
creyendo que tiene éxito. La fortuna con sus caprichos —como un demente—
salta de un lado a otro. Nunca tiene suerte el mismo hombre. |
1210 |
a los de tu edad
en competiciones a caballo o con armas, costumbres caras a los frigios,
aunque no las persigan en exceso. Un día fueron tuyos, mas ahora te los
ha arrebatado Helena, la aborrecida de los dioses. Además ha puesto fin
a tu vida y arruinado tu casa toda. |
1220 |
Y tú que un día
fuiste victoriosa madre de mil trofeos, querida rodela de Héctor,
sírvele de corona. Vas a morir —aunque nunca murieras— con el muerto.
Pues eres más digna de recibir honores que las armas del astuto y
malvado Odiseo. |
1230 |
CORO.- ¡Llora
por tus muertos! |
1240 |
HÉC.- Está claro que para los dioses nada había sino mis dolores y Troya, odiada por encima de todas las ciudades. En vano les hicimos sacrificios. Pero si un dios no hubiera revuelto lo de arriba poniéndolo al revés, bajo la tierra, seríamos desconocidos y no estaríamos en boca de los cantores ofreciendo tema de canto a las Musas de los hombres venideros. Marchad, enterrad el cadáver en su desdichada tumba. Ya tiene todos los adornos que necesitan los muertos. Creo que a ellos les importa bien poco el obtener unos funerales magnificentes. |
1250 |
Esto es vana
gloria de los vivos. |
1260 |
TAL.- Hablo a los capitanes que tienen orden de poner fuego a la ciudad de Príamo: no retengáis inactiva en vuestras manos la llama, prended fuego a fin de destruir por completo la ciudad de Ilión y poner proa gustosamente a casa desde Troya. Y vosotras, hijas de los troyanos (para que mi palabra tenga dobles órdenes), cuando los jefes del ejército hagan sonar la trompeta, poneos en marcha hacia las naves aqueas para ser llevados lejos de esta tierra. Y tú, anciana desgraciada, |
1270 |
sígueme. listos
han venido a buscarte de parte de Odiseo, a quien la suerte te ha
enviado como esclava lejos de tu patria. |
1280 |
¡Oh, dioses! Mas
¿a qué llamo a los dioses si antes no me escucharon cuando los invoqué?
Ea, voy a saltar a la hoguera, pues será lo más hermoso para mí morir
ardiendo junto con mi patria. |
1290 |
¿has visto estos sufrimientos, indignos de la estirpe de
Dárdano? |
1300 |
El fuego recorre los palacios con furia, y la lanza
enemiga. |
1310 |
CORO.- ¡Gritas tu dotar, tu dolor! |
1320 |
HÉC.- Polvo y
humo elevándose al cielo me quitarán la vista de mis palacios. |
1330 |
al día de mi
esclavitud de por vida. |
1332 |
adelanta tu pie hacia las naves aqueas. |
52] Según el escoliasta, la reticencia de Hécuba se debe a que seria indigno mencionar el cerebro saliendo por las aberturas del cráneo (!).
[53] Oximoron (o paradoja) explicado en el Sentido de que el asesinato de Príamo en sí es impío; su muerte, según él, es piadosa en cuanto que se acogió al altar de Zeus y no vio la muerte de su familia.