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(Aparece Apolo.) |
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no vaya a ser que recibáis una blanca y alada sierpe que salga de la cuerda de oro de mi arco y que, de dolor, arrojéis negra espuma sanguinolenta al vomitar coágulos de sangre que arrancasteis de seres humanos! No es adecuado que os acerquéis siquiera a esta casa, sino a los lugares donde se ejecutan penas capitales o saltar los ojos, donde hay degüellos, donde estropean la virilidad de los púberes con aniquilación de su semen, donde hay mutilaciones de extremidades, donde musitan su largo lamento los empalados. |
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¿Sabéis que, por
tener vuestro amor en fiestas así, sois despreciadas por los dioses?
Todo el aspecto de vuestra figura lo delata. Justo es que seres así
habiten la cueva de algún león que se atraca de sangre, en lugar de
contaminar a los que se acercan a los oráculos. ¡Marchaos ya, rebaño sin
pastor! ¡Ninguno de los dioses quiere bien a un hato de esa calaña! |
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APO.- ¿Cómo es
eso? Alarga sobre ello tu discurso. |
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APO.- ¿También si
se trata de una mujer que haya matado al marido? |
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niego que persigas
con justicia a Orestes. Sé que unas cosas tú te las tomas muy a pecho,
mientras que en otras -es evidente- actúas con más calma. Pero en esta
causa entenderá la diosa Palas. |
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Y seré para él un
cazador con una jauría. |
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en cumplimiento de
órdenes proféticas de Loxias, me acerco a tu templo y a tu imagen,
diosa, y aquí, abrazado, aguardo el final del proceso. |
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vine aquí
persiguiéndolo más veloz que una nave. |
260 |
Pero esto no es posible. Si se vierte en la tierra la sangre de la madre, ya no es posible recogerla-¡nunca!-, que, al derramarse en el suelo el líquido, desaparece. Preciso es que nosotras chupemos del interior de los miembros de tu cuerpo vivo la roja ofrenda de sangre que debes darnos en compensación. ¡Ojalá saque de ti el alimento de una bebida que es difícil que beba otro! Y, cuando ya te haya dejado seco, te llevaré vivo allá abajo, <para que> pagues con los tormentos que son castigo infligido a los matricidas. Y allí verás tú que, si algún otro de los mortales, pecó de impiedad |
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contra un dios,
contra un huésped o contra sus padres, cada cual tiene la pena que en
justicia le corresponde, pues, bajo la tierra, es Hades un juez riguroso
para los mortales: todo lo ve y en su mente lo tiene grabado. |
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y ya está lavada la mancha de haber dado muerte a mi madre, pues, cuando aún estaba fresca, fue expulsada junto al hogar de un dios, de Febo, mediante ceremonias purificadoras, con el sacrificio de un lechón. Largo sería mi relato desde el comienzo: ¡a cuántas personas me he acercado sin que mi compañía les causara daño!, [que todo lo va borrando el tiempo, conforme pasa]. Y ahora, con mi boca libre de mancha, invoco lleno de piedad a la reina de este país, a la diosa Atenea, para que venga a ser mi defensora. Sin necesidad de usar la lanza, ganará en mí, en mi país y en el pueblo argivo, |
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pues así es justo,
un aliado fiel, y para siempre. Si, en parajes de Libia, próxima a la
corriente del Tritón[15],
lugar de su nacimiento, levanta su pie de forma visible, o invisible por
estar acudiendo en socorro de sus amigos[16],
o, si, cual héroe esforzado que es jefe, está inspeccionando la llanura
de Flegra[17],
ya que me oye incluso de lejos por ser una diosa, ¡que venga aquí, para
que me libere de mis penas! |
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de que no vas a ir a tu ruina, abandonado, sin llegar a saber dónde está la alegría del alma, exangüe, por haber sido pasto para estas diosas, en fin, un espectro. (Orestes escupe con desprecio.) ¿No me contestas, sino que escupes con desprecio cuando te hablo, a pesar de haber sido criado y consagrado a mí como víctima? ¡En vivo me vas a ofrecer el festín, sin ser degollado junto al altar! ¡Ahora vas a escuchar la canción, a cuyo compás voy a atarte! |
[15] Tritón es una deidad acuática. Es hijo de Poseidón y Anfitrite. Se le vincula a un río o al lago Tritónide, en Libia.
[16] Texto difícil de explicar. Quizá puede sugerir que la diosa está caminando en ese momento en son de paz o que acuda a una lucha, haciéndose visible sólo a sus protegidos.
[17] En Calcídica.