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Estrofa. 1ª |
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el desterrado, profetizado en el
templo de Apolo, bien impulsado por los consejos de la deidad. |
950 |
con acierto la llaman Justicia los
mortales- exhalando ira destructora contra sus enemigos. |
960 |
¡Justo es reverenciar al poder que
habita en los cielos! |
970 |
a los extranjeros[48]
que están en la casa. |
980 |
Mirad ahora, los que oís mis desgracia, la pérfida invención con la que ataron a mi infeliz padre, las ataduras de sus manos y las trabas puestas en sus pies. ¿Qué nombre dar a esto, por benévolo que sea al expresarme? ¿Trampa para fieras? ¿Sudario de ataúd[49] que hasta los pies cubre el cadáver? Puedes llamarlo cepo y vestido que traba los pies. Un instrumento tal se lo procuraría con gusto un hombre que fuera un ladrón y pusiera su vida en engañar a los extraños y en despojarlos de su dinero. Con una artimaña así, les quitaría la vida a muchos y mucho alegraría su corazón. Desplegadlo. Acercaos, poneos en circulo y mostrad el paño en el que enredaron a un héroe, para que vea el padre, no el mío, sino el que contempla todo esto -Helios[50]-, las impuras acciones de mi madre y pueda algún día comparecer en el juicio como testigo[51] de que con justicia procuré la muerte a mi madre. De la muerte de Egisto no hablo. |
990 |
Ha sufrido el castigo propio del adúltero, con arreglo a la ley. Pero la que ese horror urdió contra un esposo de quien llevó bajo su cintura la gravidez de unos hijos -algo entonces amado y una odiosa desgracia ahora, según se pone de manifiesto-, ¿qué te parece? ¿Es su naturaleza la de una murena o una víbora que contamina a cualquier otro ser con sólo rozar, sin siquiera morderlo?. ¡Que una así jamás llegue a vivir en mi casa conmigo! |
1000 |
¡Antes, que los dioses hagan que yo
muera sin hijos! |
1010 |
ORE.- ¿Lo hizo o no lo hizo? ¡Me lo
atestigua este manto que tiñó de sangre la espada de Egisto! El
chorro sangriento, junto al paso del tiempo, ha destruido muchos
matices en el tinte del vario dibujo. ¡Ahora le dedico[52]
el elogio fúnebre y en su presencia lo honro con mi llanto, al
dirigir mis palabras a este tejido que mató a mi padre! ¡Me duelen
los crímenes y todo el sufrimiento de mi estirpe, cuando sobre mí
siento la no envidiable mancha de esta victoria mía! |
1020 |
¡Tan pronto ha pasado una pena, otra
que viene! |
1030 |
el dios adivino de Delfos, como el filtro instigador de esta audacia mía. Me profetizó que, cuando yo hubiera hecho eso, estaría libre de culpa criminal, pero que, si lo descuidaba... no voy a decir el castigo, pues ninguno de sus sufrimientos ha de alcanzarme ya con sus dardos. Ved ahora cómo estoy preparado[53]: con este ramo y con esta corona me llegaré al templo ombligo del mundo, al solar de Loxias, a la luz radiante del fuego de la que se dice que es inmortal[54], procurando escapar de esta sangre que también es mía. No me permitió Loxias dirigirme a otro lugar. |
1040 |
Y esto ordeno yo: que, en el curso
del tiempo, todos los argivos, en mi favor, den testimonio de que
Menelao me causó estas desgracias. Pero yo, errante, exiliado de
este país, puesto que, para toda mi vida y después de muerto, os he
dejado esa fama mía, <oiré decir de mí que fui el asesino de mi
madre.> |
1050 |
¡Ya no me puedo quedar aquí! |
1060 |
y te haga así libre de estos
sufrimientos. |
1070 |
En segundo lugar, los regios dolores de un héroe, de un varón que era el jefe del ejército aqueo y pereció asesinado en una bañera. Y ahora, de nuevo, vino la tercera de algún lugar: un salvador ¿o debo decir la muerte? ¿Dónde -me pregunto- tendrá fin? |
1076 |
¿Dónde acabará por dormirse Ate? |
[49] Hay un juego de palabras: ataúd/bañera, donde se ejecutó el asesinato, expresadas ambas ideas por la misma palabra.
[50] El Sol, divinizado.
[51] Asunto de Las Euménides.
[52] A Agamenón
[53] Atributos de suplicante.
[54] El fuego del Templo de Delfos nunca se apaga.
[55] Las Erinias son visibles sólo a ORESTES.