CORO.- ¡Oh grandiosas Moiras, por designio de Zeus dad fin a esto de esa manera con que lo justo hace cambiar la situación! “Que a palabras de odio,

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respondan palabras de odio”, dice a grandes gritos Justicia cobrando la deuda. “Que por golpe asesino se pague otro golpe asesino: que el que lo hizo lo sufra”. Eso dice un refrán muy antiguo[22].
Estrofa. 1ª
ORE.-
¡Oh padre, desgraciado padre!, ¿qué puedo decir o qué puedo hacer para favorecerte, desde aquí arriba, donde tu lecho te retiene? A la oscuridad corresponde la luz,

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y del mismo modo viene a ser homenaje el glorioso lamento en honor del Atrida, el primer jefe de nuestra familia.
Estrofa.2ª
CORO.-
Hijo, no aniquila al alma del muerto la poderosa quijada del fuego, sino que después hace ver su ira. Llorado es el muerto y se descubre el asesino; y, excitado,

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el lamento legítimo de padres e hijos busca venganza sobreabundante.
Antistrofa 1ª
ELE.-
Escucha, pues, padre mí, en mi turno, los sufrimientos que tantas lágrimas me cuestan: un canto fúnebre de tus dos hijos te está llorando junto a la tumba; y ha recibido tu sepultura a unos suplicantes que son igualmente desterrados. ¿Qué hay en ello de bueno? ¿Qué está libre de males? ¿No es una ruina insuperable?

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CORO.- Pero todavía, si un dios lo desea, puede poner en su lugar unos sonidos más armoniosos y, en vez de trenos sobre la tumba, en la morada de los reyes, puede un peán[23]  traer a un ser querido recién mezclado[24].
Estrofa. 3ª
ORE.-
¡Ojalá, padre, que al pie de los muros de Ilio hubieras muerto, atravesado por una lanza, a manos de un licio! ¡Hubieras, entonces, dejado en tu casa fama gloriosa y, tras haber instaurado en el camino de tus hijos

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una vida objeto de envidia, tendrías en tierra allende la mar una elevada sepultura, lo que sería fácil de soportar para tu casa!
Antístrofa. 2ª
CORO.-
¡Y hubieras sido amigo de tus amigos que allí[25] murieron gloriosamente, señor distinguido digno de augustos honores bajo la tierra, servidor de los máximos reyes subterráneos,

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pues, cuando vivías, eras un rey de los que cumplen la función que el destino les fija, empuñando en sus manos el cetro al que obedecen los mortales.
Antístrofa. 3ª
ELE.-
¡Que tampoco, padre, muerto al pie de los muros de Troya, con los demás de tu ejército que perecieron heridos de lanza hubieras sido enterrado junto a la corriente del Escamandro, sino que, antes de eso, los que lo mataron hubieran muerto de esa manera <y así> de su destino portador de muerte en el futuro

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cualquiera se hubiera enterado, sin haber conocido estas penas nuestras!
CORIFEO.- Eso que dices, hija mía, vale más que el oro, tiene más importancia que una magnifica e hiperbórea[26] suerte. Sí, puedes decirlo, pero no es así, porque el chasquido de este doble látigo llega hasta nosotros[27]: nuestro defensor ya está bajo tierra, mientras son impuras las manos de los que ejercen el poder, cosa que es para él odiosa y más aún para sus hijos.

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Estrofa.4ª
ORE.- Ha atravesado mi oído eso como una flecha. ¡Zeus, Zeus, envía desde debajo de la tierra por fin un castigo de ruina a la mano perversa y audaz de los mortales! ¡Y con mi madre se cumplirá eso del mismo modo!
Estrofa. 5ª
CORO.-
¡Ojalá que me llegue el momento de entonar el penetrante alarido de la victoria sobre un varón que haya sido inmolado y una mujer muerta! ¿Por qué andar ocultando lo que, a pesar de todo, sale volando de mi alma?

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Desde la proa de mi corazón sopla una cólera violenta, un rencoroso odio.
Antístrofa.4ª
ELE.-
¿Y cuándo el poderoso Zeus habrá puesto su mano sobre ellos-¡ay, ay!-y habrá cortado sus cabezas? ¡Ojalá que esta tierra llegue a tener pruebas de ello! ¡Exijo venganza de los criminales! ¡Escúchame, Tierra y Potencias subterráneas!

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CORO.- Ley es, sí, que las gotas de sangre vertida en el suelo otra sangre exijan, porque la muerte invoca a Erinis, agregando a una ruina otra ruina que arranca del muerto anterior.
Estrofa.6ª
ORE.-
¡Oh, oh Potencias reinantes sobre los muertos: contemplad las muy poderosas maldiciones de los difuntos; contemplad lo que queda de los Atridas, en la miseria y privados de su palacio! ¡Zeus.,, ¿adónde podría uno volverse?

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Antístrofa.4ª
CORO.- De nuevo me ha dado un vuelco el corazón, al escuchar ese lamento. De oírte esas palabras, desesperada me siento a veces y mis entrañas se ponen negras. Pero, si de nuevo llega a mostrarse confiado en su valentía, <entonces> me quitará el dolor hasta parecerme bien.
Antístrofa.6ª
ELE.-
¿Oué podríamos decir para lograr nuestro intento? ¿Acaso los dolores que hemos padecido de parte-sí-de la que nos parió?

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Posible es intentar mitigarlos, pero no se dejan calmar, pues mi corazón -de mi madre heredado- es implacable como el de un lobo carnicero.
Estrofa.7ª
CORO.- He acompañado con golpes el fúnebre canto ario[28], al estilo de una plañidera de Cisia. Se podía ver la flexión de mis brazos errantes desde lo más alto, sin cesar, infligiéndome golpes continuos; a cada uno de ellos, respondía ruidosa mi resonante y mísera cabeza.
Estrofa. 8ª
ELE.-
¡Oh madre cruel y audaz en todo!

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¡Con un cortejo fúnebre compuesto de enemigos, sin que a su Rey acompañaran los ciudadanos, sin lamentos de duelo, sin que fuera llorado osaste enterrar a tu marido!
Estrofa. 9ª
ORE.- Todo lo ejecutaste-¡ay de mí!-de una manera ignominiosa. ¡Pero vas a pagar tu ignominia por deseo de los dioses y acción de mis manos! Luego, ¡que yo muera, después de matarte!
Antístrofa 9ª
CORO.-
Fue mutilado-sí-¡que lo sepas!

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Lo hizo la misma que así lo enterró, porque deseaba plantar en tu vida un destino que fuera para ti insoportable. ¡Estás oyendo las infamantes desgracias que sufrió tu padre!
Antístrofa. 7ª
ELE.- Estás refiriendo la muerte de mi padre. Por lo que a mí toca, yo estaba apartada, privada de honores, sin ningún derecho, recluida en mi habitación lo mismo que un perro peligroso. Más prontas que la risa, me brotaban las lágrimas, y a escondidas vertía copioso llanto entre gemidos. (A Orestes.)

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 ¡Graba en tu alma estas penas que oyes!
Antístrofa. 8ª
CORO.- <Grábalas.> Haz entrar el relato por los oídos hasta el inmóvil fondo de tu alma. ¡Así son los sucesos pasados! Pon todo tu interés en aprender por ti mismo el futuro. ¡Conviene llegar al combate con inflexible decisión!
Estrofa.10ª
ORE.- Te invoco, padre: ¡ven en ayuda de los tuyos!
ELE.- Y yo, bañada en lágrimas, me uno a su invocación.
CORO.-
Y todo este Coro, en común, lo aprueba a gritos: ¡escúchalos! ¡Ven a la luz

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y ayúdanos contra tus  enemigos!
Antístrofa. 10ª
ORE.- ¡Ares con Ares luchará! ¡Justicia, con Justicia!
ELE.- ¡Oh dioses, como es justo, haced que se cumplan <nuestras súplicas!)
CORO.- ¡Ha tiempo que espera un destino de muerte! ¡Que venga ya! ¡Por quienes lo ruegan!
Estrofa. 11ª
CORO.-
¡Oh pena innata de esta estirpe y golpe sangriento, discordante de Ate! ¡Ay duelos penosos, insufribles!

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¡Ay dolor que no puede aplacarse!
Antístrofa. 11ª
¡Atado está a esta casa el remedio! ¡No procede de gente de fuera, sino de ellos mismos, por medio de lucha sangrienta, cruel! ¡Éste es el himno de las deidades <de> bajo la tierra!
(Orestes y Electra, sobre la tumba, golpean la tierra.)
¡Ea! ¡Escuchad, dioses subterráneos, esta plegaria y enviad de grado a los hijos auxilio para su victoria!
ORE.- ¡Padre, tú que recibiste la muerte de una manera indigna de un Rey,

[22] El Coro enuncia los postulados de la justicia personal y vindicativa que se pretende superar atribuyendo al Estado la capacidad de enjuiciar.El mundo de las Erinis está dominado, en cambio, por la ley del talión, a lo que se opone el mundo de los olímpicos.

[23] Metonimia: “la victoria”.

[24] Se compara a Orestes, que vuelve a casa, con el vino con que se brinda por la amistad.

[25] En Troya.

[26] El pueblo mítico hiperbóreo se situaba en el estremo norte de la tierra; era creencia general que ese pueblo gozaba de una vida más larga y feliz que la de los demás mortales.

[27] Frente a las irrealidades deseadas por Orestes y Electra (estrofa y antiestrofa 3ª), existe una doble realidad que se explica a continuación y se simboliza con el restallar del látigo para atraer la atención de los dos hermanos.

[28] Del país de Media.