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(Orestes y Electra, sobre la tumba, golpean la tierra.) |
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concédeme -te lo suplico- el poder
sobre tu palacio! |
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ELE.- ¡Oh Perséfone, concédenos una
bella victoria! |
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ELE.- Escucha también, padre, mi
último clamor: puesto que has visto a estos polluelos sobre tu
tumba, siente piedad del femenil lamento y, a la vez, del del macho. |
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CORIFEO.- La verdad es que lo dos
han alargado unas razones que no merecen ningún reproche: son en
honor de una tumba cuyo destino fue no ser llorada. (A Orestes.)
En lo demás, pues que en tu mente te has mantenido dispuesto a
obrar, ya puedes pasar a la acción. Pon pronto a prueba a la deidad. |
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No puedo imaginar de quién provenga.
Las ofrendas son inferiores al delito, pues, si por una sola sangre,
alguien ofrece todos sus bienes, ese trabajo suyo es inútil. Así lo
asegura el proverbio. Deseo saber eso. Si tú lo sabes, dímelo. |
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ORE.- ¿Qué alimento necesitaba ese
monstruo recién nacido? |
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ORE.- Bien. ¡Ruego a esta tierra y a la sepultura de mi padre que este sueño se cumpla en mi! Lo juzgo de modo que puede estar en completo acuerdo conmigo. Si, después de haber dejado el mismo seno que yo, la serpiente fue envuelta en mis mantillas, abrió su boca para mamar de la teta que me nutrió, mezcló con un coágulo de sangre la amada leche, y ella profirió un gemido de dolor aterrorizada, preciso es que ella, como alimentó a un prodigio espantoso, muera de forma violenta. Yo, convertido en serpiente, |
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la mato. Eso quiere decir este
sueño. |
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provisto de equipo completo, llegaré hasta la puerta exterior acompañado de este hombre -de Pilades-, ten calidad de huésped de la casa y, a la vez, de aliado. Hablaremos ambos en el dialecto del Parnaso, imitando el acento de Fócide[29]. Puede ser que no nos reciba ningún portero de buen talante, porque la casa está sumida en la desgracia, debido a la acción de un genio maléfico. En ese caso, esperaremos que alguien, conforme pasa junto al palacio, pueda empezar a hacer conjeturas y diga así: “¿Por qué cierra la puerta Egisto al suplicante, |
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si él está en el país y lo sabe?” Pero, si franqueo el umbral de la puerta exterior y lo encuentro en el trono de mi padre, y, después de venir él hasta mí, me habla cara a cara -sábelo bien- y, si a su presencia me llama, antes de que él diga “¿de que país es el extranjero?”, lo haré cadáver, tras ensartarlo con mi rápida espada. Y la Erinis, aunque ya no está falta de muerte beberá, como tercera libación, una sangre que no tenga mezcla[30]. (A Electra.) Así que tú, ahora, vigila bien lo que pasa en palacio, |
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para que todo ajuste a la
perfección. (Al Coro.) A vosotras os aconsejo que mantegáis
la lengua favorable al asunto, que guardéis silencio, cuando sea
preciso, y que digáis lo que sea oportuno. En lo demás[31],
invoco aquí a éste[32],
para que ponga sus ojos en mí, luego de haber dirigido en mi favor
el combate en que usaré espada.(Salen de escena Orestes y Pílades.) |
[29] Pílades y Orestes proceden de la Fócide. Pero no hay ningún indicio gramatical que permita suponer que Esquilo intenta imitar el dialecto de esta región en este pasaje.
[30] Expresión eufemística para anunciar el asesinato de Clitemnestra.
[31] La muerte de Clitemnestra y sus consecuencias para Orestes.
[32] A Apolo, cuya imagen está ante la fachada del palacio.