A pesar de su
dilatada
historia, propia de los pueblos ribereños del mar Mediterráneo,
Almería continúa siendo una provincia
desconocida. Partiendo de la capital, es posible situarse en menos de una
hora de coche en parques naturales que representan parajes tan diferentes
como una cala de aguas cristalinas,
un desierto, o
montañas con
alturas superiores a los 3000 m. Esta diversidad paisajística engloba unas
peculiaridades culturales características que convierten a Almería en una
tierra de contrastes y sorpresas capaz de ofrecer siempre nuevas
facetas por descubrir.