Concluiremos las intoxicaciones de periodo de latencia largo comentando las debidas al
consumo de setas hidracínicas (síndrome giromitriano).
Los hongos responsables pertenecen al género Gyromitra. Se trata de ascomicetos
cuyos cuerpos fructíferos recuerdan a las colmenillas, aunque su aspecto es
cerebriforme , en vez de parecerse a un panal.
La especie más conocida es Gyromitra esculenta, el bonete o falsa colmenilla. Se trata de una
seta muy apreciada en algunos países, pues sus peligrosas toxinas se eliminan si se desecan o
si se hierven y se desecha el agua de cocción. Pero ¿qué sucedería si las comiéramos crudas?
Las falsas colmenillas contienen una toxina, la giromitrina, que en realidad es una hidracina que dentro de
nuestro cuerpo sufre hidrólisis y se convierte en monometilhidracina (MMH).
Tomar MMH es una mala idea. De hecho, esta sustancia se utiliza como combustible para cohetes, y
es bastante tóxica. Entre otras cosas, dentro de nuestro organismo interfiere en los procesos donde
interviene como coenzima el piridoxal fosfato (forma activa de la vitamina B6). Eso quiere
decir que muchas enzimas que catalizan funciones vitales quedarán bloqueadas.
Los síntomas pueden manifestarse de 8 a 12 horas después de la ingestión. En principio son
gastrointestinales (náuseas y diarreas, a veces sanguinolentas), que se verán acompañados por
otros neurológicos (mareos, letargia, ataxia, dolor de cabeza.) e incluso fiebre. El paciente
puede recuperarse, pero en ocasiones los daños son graves y afectan a hígado y riñones. También
pueden formarse tipos de hemoglobina en sangre incapaces de transportar oxígeno. La muerte puede
ocurrir incluso una semana después del consumo de las setas.
El tratamiento que reciben los afectados suele ser de soporte (lavado de estómago, rehidratación.).
Para paliar los síntomas neurológicos resulta útil el tratamiento con vitamina B6 intravenosa.
Puesto que las toxinas se degradan con el calor o la desecación, algún setero valiente puede tener
la tentación de probar esta seta adecuadamente cocinada. Sin embargo, debe saber que su venta y
comercialización están prohibidas en España. ¿Por qué?
Más que nada, porque la MMH es cancerígena.
Hervir o desecar las falsas colmenillas puede evitar la toxicidad aguda, pero no elimina el problema de la
toxicidad crónica. Si se consume esta seta regularmente, quizás el poco veneno que haya
sobrevivido al cocinado (siempre quedará algo, por muy cuidadosos que seamos) se acumule progresivamente
en nuestro organismo, lo que aumentará el riesgo de cáncer. No es seguro que padezcamos tan grave
enfermedad, pero habiendo tanta variedad de setas comestibles a nuestra disposición, ¿por qué jugar
a la ruleta rusa? Si quiere usted arriesgar su vida, hágalo por una causa noble, en vez de por
comer setas...
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