INTRODUCCIÓN.
En esta subclase hay especies saprofitas, pero también otras fitoparásitas,
formadoras de líquenes... Los
ascos
suelen ser más cilíndricos, y se forman pseudoparáfisis entre ellos.
Algunos autores sólo distinguen un orden en esta subclase (Pleosporales),
mientras que otros proponen hasta 4:
ORDEN JAHNULALES.
Es un pequeño grupo con unas 25 especies, incluidas en una sola familia:
Aqualindostipitaceae .
Algunas presentan unos peculiares pedúnculos que sostienen los ascocarpos. Sus hifas son
muy gruesas. Pueden aparecer en madera sumergida en agua dulce.
ORDEN HYSTERIALES.
Incluye una familia con unas 70 especies. Son característicos sus ascomas, llamados
histerotecios ,
alargados y que se abren por una fisura longitudinal. Destacan los géneros Hysterium,
Hysterographium
y Glonium. Suelen ser saprofitos de madera.
ORDEN MYTILINIDIALES.
Suelen darse sobre madera de gimnospermas, con ascomas que recuerdan a
almejas
(Lophium, Mytilinidion, Quasiconcha, etc.).
ORDEN PLEOSPORALES.
Es el orden con mayor número de especies (cerca de 4800) dentro de la clase
Dothideomycetes. Sus anamorfos son muy variados. Muchos son
saprofitos, aunque hay especies parásitas de plantas que provocan grandes
pérdidas agrícolas, y algunos que forman líquenes. De las numerosas familias del
orden, destacaremos las siguientes:
FAMILIA PLEOSPORACEAE.
El género Pleospora (anamorfo: Stemphylium) se caracteriza
por sus ascósporas
pigmentadas y muriformes .
La mayoría de especies son saprofitas, o aparecen sobre material vegetal
moribundo. En otras ocasiones actúan como parásitos oportunistas, de
debilidad o de heridas. La más corriente es P. herbarum, con anamorfo
Stemphylium botryosum
, que causa
necrosis
en hojas y frutos. No obstante, la taxonomía y filogenia de las distintas
especies de Pleospora y Stemphylium está siendo sometida a
revisión. Como ejemplo, véase
este artículo. Para no liarnos, mantendremos en nuestra página los nombres
«clásicos». :-)
Los géneros Cochliobolus (anamorfos: Bipolaris, Curvularia) y
Pyrenophora (anamorfo:
Drechslera )
causan graves daños (necrosis, sobre todo) a los cereales. Sus anamorfos se incluían en
Helminthosporium, aunque hoy se separan en varios géneros. Los conidios son
alargados, pigmentados y con septos transversales. Por ejemplo,
Bipolaris maydis
(teleomorfo: Cochliobolus heterostrophus), el tizón
foliar del maíz, provocó en Estados Unidos en 1970 daños por más de mil millones de
dólares. La resistencia a este hongo está regulada por genes citoplásmicos. Por su parte,
Pyrenophora teres
(anamorfo: Drechslera) provoca manchas foliares en cebada,
trigo y avena.
Entre los anamorfos de pleosporáceos, cabe destacar a
Alternaria
(teleomorfo: Lewia). Los conidios son pardos, muriformes y aparecen en
cadenas .
Son de los hongos más abundantes en el mundo. Hay especies fitopatógenas que afectan a
hortalizas ,
plantas ornamentales, cítricos, manzanos, etc., donde causan sus típicas manchas negras,
tanto en hojas como en frutos. A veces es difícil averiguar si Alternaria es la
causante de la enfermedad o bien un invasor secundario. Algunas especies producen toxinas.
La más corriente, que aparece en cualquier sitio, es A. alternata (= A. tenuis)
que, además, puede causar enfermedades respiratorias en seres humanos. En Almería es frecuente
A. solani
en tomate. Para su control, aparte de las medidas sanitarias y preventivas de
rigor (la humedad favorece su desarrollo), es útil el empleo de semillas limpias, variedades
resistentes y sprays foliares (clortalonil, maneb, captafol, mancozeb, etc.).
FAMILIA LEPTOSPHAERIACEAE.
El género
Leptosphaeria
funciona de forma similar a Pleospora,
pero sus ascósporas son hialinas y sólo presentan septos transversales. Sus
anamorfos son Phoma y Coniothyrium. Muchos se asocian a lesiones
de tipo necrótico. Entre las especies de interés
destacan: L. coniothyrium causa cancros en rosales y L. maculans
(anamorfo:
Phoma lingam )
en crucíferas. Leptosphaeria fue un género más amplio, del cual se han
escindido otros, comoo Phaeosphaeria (en la familia Phaeosphaeriaceae)
con muchos patógenos de gramíneas.
Los anamorfos de este género:
- Phoma (también con otros teleomorfos de las familias
Didymellaceae y Pleosporaceae): Forma
picnidios . Los
conidios son pequeños,
hialinos
y unicelulares. Se denominaba tradicionalmente como Phyllosticta cuando
provocaba manchas en las hojas (hoy casi todas las especies se han sinonimizado
a Phoma, y Phyllosticta ha quedado reservado para anamorfos de
Guignardia; véase el orden Botryosphaeriales).
Muchos suelen provocar pies negros criptogámicos (es decir, una podredumbre
en la base del tallo y raíces que implica la muerte de toda la planta): Phoma lingam
(teleomorfo: Leptosphaeria maculans) en las crucíferas, P. betae
(teleomorfo: Pleospora) en la remolacha, P. apiicola (= Subplenodomus
apiicola) en el apio, P. exigua (= Boeremia exigua) en los tubérculos
de patata, etc.
- Coniothyrium: Similar a Phoma, pero con los
conidios pigmentados .
En muchos casos funcionan como parásitos de heridas (en especial,
en árboles y arbustos de las Rosáceas). C. minitans (= Paraphaeosphaeria
minitans) es un micoparásito de esclerocios de otros hongos.
FAMILIA VENTURIACEAE.
Sin duda, el género más peligroso es Venturia. Incluye a
feroces fitoparásitos con ascósporas bicelulares y pigmentadas.
Sus infecciones son típicamente subcuticulares. Los anamorfos
se incluyen en Fusicladium, Pseudocladosporium y Spilocaea.
La especie más conocida es
Venturia inaequalis ,
que causa el moteado o roña del manzano, probablemente la enfermedad más peligrosa
de este árbol, sobre todo en sitios con tiempo cálido y húmedo.
El síntoma más típico es la aparición de una roña en hojas, sépalos y frutos,
con aspecto de manchas aterciopeladas de color verde oliváceo, que corresponden
a los conidios del anamorfo, Spilocaea pomi (= Fusicladium dendriticum).
Estas manchas progresan, se oscurecen y, en el caso de los
frutos, pueden degenerar en grietas. Dichos frutos suelen caer prematuramente.
Ciclo vital: La fase sexual sirve para pasar el invierno. Las ascósporas
infectan los brotes y las flores jóvenes, siempre que haya humedad suficiente. El
anamorfo sirve para propagar la enfermedad durante la estación favorable.
Al tratarse de un hongo tan dañino, se han elaborado modelos por ordenador que
pueden predecir la intensidad de la enfermedad según la temperatura y la humedad.
Esto permite aplicar de forma efectiva y en el momento adecuado los fungicidas,
disminuyendo al mínimo el número de aplicaciones, sobre todo si se acompañan de
medidas higiénicas. Dada la efectividad del control químico, el biológico carece
de importancia.
Otras especies emparentadas a destacar son: Venturia pyrina, que ataca
a los perales; y
Spilocaea pyracanthae que,
además de parasitar a diversas rosáceas arbustivas, es frecuente en el nisperero
japonés; etc. Parece ser, de acuerdo con estudios genéticos, que esta especie
sería en realidad una forma especial de Venturia inaequalis.
Venturia oleaginea (anamorfo: Spilocaea oleaginea) causa el
repilo del olivo .
Es un moteado cuyo aspecto redondeado hace que sea llamado "mancha de ojo" u
"ojo de gallo" en algunas regiones. Si el ataque persiste, causa clorosis y
defoliación prematura, con desarrollo pobre y muerte progresiva de los árboles.
El control se realiza mediante podas que reduzcan el sombreado y la humedad,
y control químico.
FAMILIA ARTHOPYRENIACEAE.
En ella hay
especies liquenizadas
de talo crustáceo poco diferenciado, con algas
del género Trentepohlia. Un ejemplo curioso es Arthopyrenia halodytes,
que se encuentra en la costa, sobre caparazones de cirrípedos y lapas (o en cualquier
sustrato rico en carbonato cálcico). Por cierto, los ascocarpos de estos hongos, al
igual que otros líquenes de loculoascomicetos, tienen aspecto de peritecios. Por lo
general, estos líquenes reciben el nombre de pirenolíquenes.
FAMILIA DIDYMELLACEAE.
Didymella (anamorfos: Ascochyta y Phoma) es de aspecto
muy similar a Mycosphaerella.
Estos hongos causan manchas foliares y necrosis diversas: D. applanata (frambuesa)
y D. lycopersici (tomate).
El anamorfo Ascochyta forma picnidios. Los conidios son hialinos
y bicelulares. Destacan A. pisi, que provoca la
antracnosis del guisante ,
y A. rabiei, causante de la rabia o socarrina del garbanzo (se trata
de una necrosis que se extiende rápidamente por toda la planta, sobre todo si la
humedad es alta).
Si nos ceñimos a los cultivos protegidos almerienses, la especie a destacar es
Didymella bryoniae
(= Mycosphaerella melonis), que afecta a cucurbitáceas
y les provoca manchas foliares, necrosis de tallo, podredumbres en los frutos e incluso
damping-off. Su anamorfo es Phoma, que a la lupa resulta indistinguible
del teleomorfo.
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